Cuatro días
Cuatro días habían pasado.
Era como si el viento se hubiera llevado todo lo bueno, toda la luz... Y es que, así había sido.
No había palabras para describir el sentimiento que albergaba su pecho. Ahora era el quien apenas podía dormir, que despertaba entre malos sueños... Esperando que lo que vivía fuera solo otra pesadilla.
Juraba poder ver el rostro del rubio en la oscuridad de la noche, deseaba tocarlo, verle sonreír pero tan solo se difumina dejándolo solo. Volvía a la realidad, volvía a ese vacío, ese sufrimiento que desgarraba cada uno de sus músculos por dentro con su alma incluida en dicha tortura que era el no tenerlo.Tan solo eso quedaba, el recuerdo de lo que alguna vez las paredes de aquella habitación habían presenciado. El recuerdo de lo que su corazón había sentido y amado.
Deseaba verlo una vez más... Deseaba cubrirlo entre sus brazos y protegerlo de todo mal que pudiera existir... Deseaba tenerlo... Pero en ese momento no eran mas que deseos sin ninguna base física.
Tenía miedo de que nada de lo que deseaba llegará a ser real, temía que inclusive rescatando a Naruto él estuviera demasiado roto como para ser el mismo, demasiado quebrado como para amarse o amarlo... Realmente no podría vivir con la culpa, con el sufrimiento de saber que lo único que le provoca felicidad estába muerto por dentro.
Y lo peor de todo era que aquello estaba a punto de hacerse realidad en algunos parámetros diferentes. A varios kilómetros de distancia, el dolor era latente en la carne.
Aquel frío y húmedo sótano en el cual sus gritos eran enfrascados como si de una caja de metal de la cual nada sale se tratase, la cual albergaba todo sus traumas y llantos.
Recordó de forma vaga los días dónde pensó que dicho sótano tan solo formaba parte de su pasado y nunca jamás lo volvería a ver... Dios como se equivocó.
La oscuridad y el silencio lo rodeaban... El cuerpo dolía demasiado, aún estaba sedado pero podía sentir el dolor de forma clara. Ojalá no sentirlo, ojalá simplemente no tener ningún tipo de sentir.
Siquiera sabía cuántos días había pasado tirado sobre aquel colchón en medio del suelo, amarrado, sedado con agujas que perforan sus venas limitando lo a ser un espectador de aquello que le hacían, limitando lo a sentir todo sin poder hacer otra cosa que ver.. Tal cual como un muñeco.
Con la yema de sus dedos, tocó el plástico de la jeringa que habían olvidado aquellos animales tras satisfacer sus deseos con él.. ¿Que tanto daño podría hacerse con esa jeringa? ¿Podría llegar a morir? Tal vez si se inyectaba aire a si mismo... Podría dejar de sentirse tan asqueroso, podría dejar de sentir. Podía apagar su motor simplemente ser como la nada misma.
Pensó en Sasuke, y solo esperaba que lo perdonará, que siguiera su vida sin él... Pero su alma no podía aguantar más el dolor, quería simplemente liberarse y la única forma que encontraba tras esas cuatro paredes que mantenían el infierno mismo del cual no podía escapar... Era suicidándose.
Una vez más, la puerta fue abierta... Quería huir, correr por aquellas escaleras y con sus últimos alientos o esperanzas de vida intentar escapar pero apenas podía mover sus dedos... Aún estaba adormecido.
La luz fue prendida, los pasos se sentían cada vez más cercanos... ¿Acaso pasaría una vez más?
—¡Por dios! Naruto —esa voz.. no era Danzo, conocía esa voz... Ojalá pudiera darse vuelta y ver de quién se trataba—¿Que te han hecho? Lo siento tanto... —sintio una fría mano recorrer su espalda, dolía demasiado, estaba llena de heridas aún sangrantes. —Te ayudaré a salir de aquí, lo juro. Recupérate pronto, saldremos de aquí. —Observo como aquella persona le quitaba la jeringa de las manos, no pudo hacer nada para detenerla—No hagas ninguna locura y confía en mí, no es la única salida, solo, aguanta un poco más.
¿Cómo hacerlo? Ya no podía aguantar.
Varias lágrimas recorrieron su rostro... Deseaba poder confiar en que saldría de ahí. Era difícil hacerlo.
Una vez más, la luz se fue, las puertas se cerraron y el simplemente volvió a ser parte de la oscuridad. Más tarde, se pregunto si Sasuke lo estaría extrañando, trato de pensar en el mientras una nueva aguja era incrustada sobre sus venas... El infierno sobre su propia carne volvia nuevamente.
Kushina decía que sabía dónde estaba Naruto, que lo guiaría y sacarían a Naruto juntos, era su única pista y por más que dudase no podía hacer no hacer nada. Debía ir hacia donde ella decía por más que llegase a ser una trampa. Era lo más cerca que podría estar de Naruto.
Y ahí estaba, siguiendo al pie de la letra lo que aquella mujer decía... Solo con la esperanza de que dijera la verdad. Bajaron del auto frente a una gran casa cuando sintió el frío metal de un arma tocando su nuca. Observo de reojo a la pelirroja, quien tan solo bajo la cabeza .
—Lo siento mucho Sasuke —Susurro antes de que aquellos hombres comenzaran a gritarle, amarrando sus muñecas y quitándole las armas que portaba.
Fue arrastrado hacía el interior de aquella casa.
Kushina no cambio nada... Siquiera le importaba Naruto. Desde el minuto uno lo estuvo engañando con falsos testimonios de sus sentimientos... Y ahora entendía el por qué .
—Con que tu eres el tan nombrado Sasuke —Aquel hombre mantenía una sonrisa socarrona y un tono burlesco en su voz.
—Arrodillate ante el Jefe maldito —Uno de los hombres de atrás golpeó con fuerza los huecos popliteos del azabache provocando que cayera de rodillas en un golpe seco sobre el duro mármol del suelo.
—Es increíble que esta mujer te haya podido engañar. Lo hizo todo por dinero —Solto una risa— vendió a su hijo por dinero. Y te vendió a ti por un poco más. ¿No estás enojado? —Se coloco en cuclillas frente a el, riéndose ante la expresión de total enojo del azabache—Es gracioso... De verdad, en estos días dónde el a estado bajo mí merced... Fueron una bomba. —Sasuke gruño apretando sus puños sintiendo como toda su sangre recorría su cuerpo de forma más rápida. —¡Gracias por mantener ese pequeño agujero intacto! Volver a entrar en el fue como la primera vez que lo hice... Inclusive su rostro fue como la primera vez.. Esa expresión de dolor y sufrimiento.. haciendo lo posible por apartarme.. fue tan excitante.
—¡Eres un hijo de perra! —Sasuke intento ir hacia el pero un golpe en sus canillas lo dejaron tirado en el suelo. Lo habían golpeado con un palo... Nuevamente, era un inútil.
—Ugh, pareces un perro rabioso, no me agrada eso. Debes comportarte y tal vez, te deje ver a tu amado rubio si? Quita esa mirada de enojo de tu rostro, estoy siendo muy bondadoso contigo considerando que lastimarte gravemente a uno de mis hombres. Eso no estuvo bien pequeño Sasuke... Pero, como muestra de que soy alguien bondadoso, te dejaré ver un espectáculo. —Sonrio palmeando el hombro ajeno— traigan a Naruto muchachos. Voy a hacer algo que tu nunca te atreviste a hacer ¿Que te parece?
....
Aaaaaaa estoy muy entusiasmado. Se prendió está mierrrddd ahr
Actualizo en 7 días o menos, ¡Espero que hayan disfrutado el capítulo!
Saludos!!
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Mi Tutor (SasukeXNaruto)
Fanfiction(en edición) Tras la muerte de Minato, Kushina cae en una profunda depresión que la lleva a abandonar a su hijo Naruto. Sasuke Uchiha, amigo de la familia y jefe de una gran empresa, es quien se convierte a los ojos de la ley, el tutor de Naruto...