Mi Tutor (SasukeXNaruto)

Oscuridad.

En esos meses de ausencia.. Naruto había pasado por tantas cosas que había olvidado el vinculo que lo unía a la pelirosa... Aquella pelirosa... era su novia antes de que todo su mundo se cayera... Antes de que Sasuke apareciera, Sakura era a quien Naruto amaba hasta el punto de querer compartir un futuro juntos... ¿Como era posible que se hubiera olvidado? 

La tenia entre sus brazos, llorando desconsolada... frente a sus compañeros que miraban con dolor la escena. El rubio aguantaba sus lagrimas, no quería llorar frente a ellos.. Debía ser fuerte... Le pareció extraño que su cuerpo recibiera tan bien el tacto de la muchacha, Se sentía bien, tal vez era por esa conexión que tenían antes de desaparecer. 

—¡¿Como pudiste desaparecer así?! ¡Tonto! —Balbuceaba al muchacha, sin despegarse ni un centímetro, aferrándose con fuerza , como si temiera que desaparecería una vez más.

—Yo... Aun no me siento cómodo para hablar de eso. Espero que, ustedes entiendan —Miro a todos, quien se mantenían plasmados, sin saber que responder. 

—¡Oh vamos Naruto! ¡Por favor, lo mínimo que merecemos como tus amigos es una explicación! —Hablo Kiba, Naruto negó con la cabeza. 

—La tendrán, pero por favor, denme tiempo, es difícil para mi. —Bajo la mirada, acariciando la melena rosa con cariño. 

Las puertas del salón se abrieron de par en par, dejando ver la cabellera gris del profesor. Rápidamente, sus compañeros le miraron por ultima vez susurrando un "hablaremos luego" antes de irse todos hacia su pupitre, todos menos Sakura, quien no quería despegarse de él. 

—Buenos días alumnos — Todos respondieron al inuso el saludo, menos Naruto y Sakura quien aun yacía sentada entre las piernas del rubio, abrazando su cuello sin dejar de llorar—Naruto y Sakura, vayan a tomar aire unos minutos —Ordeno Kakashi. 

Sakura tras escuchar aquello se levanto de regazo ajeno, Naruto hizo lo mismo siendo envuelto nuevamente por los brazos de la muchacha... Todos los miraban, miraban el lloroso rostro de Sakura que era apoyado sobre el pecho del rubio, asombrándose por el hecho de que aquella muchacha llena de valor y falta de sentimiento estuviera llorando, y miraban como el mas alto trataba de mantenerse neutral ante tanta atención. 

Salieron del salón y Sakura se aferro con mas fuerza a él, podía escuchar sus sollozos y lo único que se le ocurrió hacer, fue aquello que Sasuke siempre hacia para calmarlo. Era raro el tener que ser él quién estuviera calmando a una persona, siendo que la situación siempre era al revés. 

—Aquí estoy, no tienes nada que temer, no te sientas mal —susurro sin dejar de acariciar la espalda ajena, aferrándose fuertemente en aquel abrazo.

—Desde.. desde que te fuiste —sorbió su nariz —no hubo día que no pensará en ti... —balbuceaba mientras su voz se entre cortaba producto al nudo en su garganta— Te extrañe cada dia, cada minuto... el no saber que te sucedió, me carcomía el alma... Creí que nunca mas te vería... Estoy tan feliz de que estés aquí que creo que es un sueño hermoso... Te amo. Por favor, no te apartes nunca más. 

Naruto se quedo helado, realmente no sabía que responder a eso... después de todo, el amor que alguna vez sintió ya se había esfumado... Ya tenia una nueva persona ocupando lugar en su corazón. 

—Sakura, lamento mucho todo lo que sucedió, el irme no fue algo que haya planeado... Lamento haberte dejado a la deriva. 

—¿En donde estuviste? —Esta vez se despego de él para mirarlo directamente a los ojos. 

Titubeo, sin saber que decirle, no estaba listo para contar su historia con lujo de detalles, no quería esparcir rumores ni lo supieran todo. 

—Me secuestraron. —Tajo, si bien no había sido del todo así, era una buena forma de resumirlo en dos palabras. —no preguntes nada, no estoy listo para hablar de eso... Solo diré que escapé, ahora estoy siendo protegido por quien mi madre dejo como mi tutor antes de irse. 

Sakura se congelo, no sabía como responder y tras varios segundos inerte, decidió apegarse nuevamente al cuerpo ajeno, abrazando con fuerza, queriendo demostrar todo su apoyo en un abrazo. 

—Lamento que hayas tenido que pasar por eso—Susurro—Ya no estas solo, te apoyaré cada día de mi vida, como lo era antes. 

Naruto se mantuvo inmovil, ¿Debía sacar el tema él? ¿O dejaría que la pelirosa lo sacara primero? De cierta forma, toda esa situación... Lo sentía como un engaño hacia el pelinegro... No aguantaba eso, lo mejor seria hablar. 

—Sakura... En este tiempo de ausencia, encontré —Se detuvo, nervioso ante sus propias palabras, sobre todo por tener la penetrante mirada de la muchacha sobre él— a alguien más.. Yo, me enamoré. 

Boqueo ante el impacto de tal noticia... Pensó en el amor que sentía por él, por cuanto lo espero  y simplemente se sintió remplazada, utilizada por el más alto, era mucho que digerir en tan poco tiempo. Atinó a cortar el abrazo, bajando la mirada cuando la conmoción se apoderaba de su cuerpo mientras las lagrimas volvían nuevamente a su rostro. Tanto tiempo esperando por el, siendo fiel, velando por una respuesta que nunca llegaba, esperando por que su corazón le pedía hacerlo, la angustia en las noches, las lagrimas derramadas... Tanto sacrificio para que un día regrese y diga que encontró el amor en otro lugar... Se sentía una tonta reemplazable, su pecho dolía demasiado.

—Yo —Tapo su boca reteniendo los sollozos y espasmos producto de las emociones —Perdón.. N-no puedo. —Su voz se desvaneció tras las ultimas palabras y pronto comenzó a correr  lejos del rubio, ignorando al mismo llamándola.

Sintió una roca caer en su pecho, realmente se sentía mal por ella pero no había nada que pudiera hacer para hacerla feliz... Él no había elegido de quien enamorarse, tan solo deseaba que ella encontrara alguien más que pueda hacerla feliz. 

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Procedía a trabajar en casa, después de todo, debía recoger a Naruto en algunas horas así que no tenia tiempo para ir a la oficina. Ordenaba y firmaba algunos papeles luego de leerlos detenidamente. En ese momento, la puerta de su despacho sonó con tres certeros golpes en ella, des-concentrando totalmente al azabache. 

—Sr Sasuke, soy Suigetsu. Me comunico con usted debido a que una mujer intenta hablar con usted. No es alguien que conozcamos. —El azabache escucho con poco interés lo que decía el agente detras de la puerta. 

 —¿Sabes el nombre?—pregunto sin siquiera pensar en ello, después de todo no pensaba hablar con nadie ajeno hoy.

—Kushina Namikaze señor. —El bolígrafo se le cayo de las manos, sentía como su corazón comenzaba a bombear cada vez más rápido, la desesperación y el miedo se había apoderado de él siendo incapaz de responder. Estaba inmóvil, inerte con una expresión atemorizarte y llena de disgusto— Señor, ¿Que procedo a hacer? 

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