Mi Tutor (SasukeXNaruto)

Tiempo de calidad.

Los mechones de cabello caían sobre él rostro trigueño de manera desordenada. Esa mueca de despreocupación.. Respiración suave y calmada... La inmensa paz que le provocaba el verlo tan sereno, era algo que ni en sus mas profundos sueños podía conciliar, amaba verlo tan tranquilo. Sonrió levemente mientras el menor se acomodaba arrimándose mas a su pecho, podía sentir el calor ajeno chocar contra él.  Podría estar horas así y nunca se cansaría. 

La luz del sol se colaba por la ventana, chocaba contra la piel del rubio... Debía estar muy cansado. Pronto seria la hora del almuerzo así que por mucho que amara verlo dormir, debería irrumpir esos sueños para alimentarlo. En ese momento no quería pensar en otra cosa que no fuera en el menor, de lo contrario perdería la cabeza y en ese momento su prioridad era  brindarle seguridad. 

Acaricio el cabello rubio con suavidad. Parecía increíble cuanto había crecido. Nunca paso por su cabeza el tener una relación con él, es decir, cuando lo conoció era tan solo un pequeño, y luego, tras encontrarlo nuevamente los sentimientos se mezclaron... Tenia dudas sobre todo.. No quería hacer nada que perjudicará al menor, no quería romperlo más. Dañarlo no estaba en sus planes, no de nuevo. No sabía con exactitud el impacto en la mente de él el de compartir un vinculo amoroso y eso provocaba incertidumbre, malestar y duda. Sin dudar pelearía por él, era su promesa. Pero no haría nada que pudiera dañar a ese pequeño. Nada, inclusive si eso significará dañarse a si mismo. 

Unos leves golpes sobre la puerta irrumpieron los pensamientos del azabache. 

—Sr Sasuke. El almuerzo ya esta servido. —La voz resonó detrás de la puerta, seguida de pasos siendo cada vez más lejanos. 

Llevo la mirada al rostro de Naruto, contemplando una vez más antes de despertarlo. 

—Pequeño dormilón —susurro con suavidad, regalando un beso en la oreja ajena—Es hora de comer Ramen. 

El cuerpo del rubio se tensó, despertando de golpe hasta observar él rostro de Sasuke... Fue él momento en que la preocupación desapareció de su cara, dejando escapar una sonrisa melosa y contagiosa. 

—Ya era hora —musito entre risas.

—¿De que te ríes? —sonrió animado, de una forma inconsciente.

—Es que... Verte a ti apenas abro los ojos... escuchar la palabra Ramen.. Me hizo feliz y quise reír— mantuvo su sonrisa resplandeciente. 

—Eres precioso —el rubor en el rostro del menor se hizo presente, antes de que pudiera justificarse, sasuke volvió a hablar —Vamos, apúrate. 

Bajaron y todo estaba servido. Los tazones desprendían vapor avisando cuan caliente estaba, los zumos, la vajilla... Ahora que se daba cuenta, todo era carisimo  para su gusto. Naruto le dedico una sonrisa al mayor, en gesto de agradecimiento,  el mismo simplemente le atino a revolver sus mechones de cabello de una forma amistosa. 

Comieron de manera tranquila y relajada, no es como si tuvieran otra cosa que hacer aparte de ello. Sasuke se había tomado el día libre para estar con el, después de lo que sucedió con Akimichi no se atrevía a dejarlo solo, al menos no ese día. 

—¿Te gustaría ver la película que tenemos pendiente? —Ladeo la cabeza esperando la respuesta. 

—Pero... ¿No tienes que trabajar? —Sasuke nego. 

—Hoy me quedaré junto a ti. ¿Te parece? —Naruto soltó una sonrisa resplandeciente, aquellas que llenaban el alma de Sasuke de pura ternura y amor. 

— Me parece bien. —El mayor abandono la mesa, yendo hacia Naruto para extenderle la mano. 

El rubio lo miro sorprendido, tardando unos segundos en reaccionar antes de tomar la mano con felicidad. Se sentía cálida, suave y acogedora... Básicamente, como algo que no le gustaría soltar nunca jamas.

Caminaron por la casa, sorprendiendo a Naruto cuando tomaron rumbo por las escaleras dejando el living de lado. ¿Por qué iban hacia la habitación de Sasuke?

— Nos sentiremos mas cómodos en mi habitación. ¿Te parece? — Mascullo tras abrir la puerta de la habitación, observando como el rostro de Naruto se volvía rosáceo adoptando una mueca indescifrable.— Quiero que estés tranquilo, nada va a pasar, nada que no quieras ¿De acuerdo? — El menor asiente intranquilo mientras, el azabache sonríe resignado, apegando el rostro del menor contra su pecho en un envolvente abrazo—  No haremos otra cosa que ver una película. 

 —Y-yo.. Y-yo n- no estaba p-pensando en eso —Intenta alejarse avergonzado, dejando expuesto su rostro sonrojado. El patriarca se limita a sonreír, acortando la cercanía entre ambos cuerpos.

— ¿Puedo? — murmura sin apartar la mirada de aquellos ojos azules. Naruto titubea antes de tomar la iniciativa por primera vez, tomando con sus manos el rostro del azabache, acercando los labios de ambos hasta colisionar en un beso, suave, cálido, tímido pero sobre todo,  lleno de amor. Los labios del menor temblaban mientras cierto miedo se apoderaba de su cuerpo, por supuesto esto no paso desapercibido por el mayor, quien en un ágil movimiento, tomo las riendas del beso, llevando sus manos hacia la nuca ajena, acariciando con los dedos pulgares la mandibula ajena a su vez que el beso era profundizado. Sentía miedo y su cuerpo rechazaba aquel beso por esas horribles experiencias pasadas... Pero su mente se mantenía firme en disfrutar y tratar de cambiar todas aquellas emociones como había dicho su psicóloga..Un choque de emociones muy fuertes provocaron que sus ojos comenzaran a cristalizarse... No quería llorar, no ahora. Trato de pensar en lo feliz que estaba, intentando ignorar aquel sentimiento que acongojaba su corazón y su cuerpo. 

Se aferro a Sasuke tras tensar de forma involuntaria todo su cuerpo. Sasuke noto eso... y no se sintió para nada bien. El beso fue cortado convirtiéndose en un abrazo fraternal.  Se dio cuenta que Naruto aun no estaba listo para todo aquello, que aun le asustaba, temía al contacto humano, temía a a ser tocado una vez más como aquellas bestias lo hacían. No quería hacerlo pasar por aquel dolor de nuevo, no hasta que estuviera mejor.  

Naruto era su protegido... ¿Que demonios estaría haciendo si llegara a lastimarlo?