Mi Tutor (SasukeXNaruto)

Sentimientos.

Era un idiota, y ahora todo el peso de sus acciones recaía en su cuerpo como una avalancha de nieve que lo tapaba sin dejarle escapatoria. Había estado muy mal y ver ese rostro lloroso que tanto añoró... Le destrozaba.

Tomo las manos ajenas con delicadeza hasta elevarlo a la altura de su rostro. Observo con notorio cariño al menor, las lagrimas seguían recorriéndole el rostro pero había dejado de emitir sonido alguno... Tan solo se podía escuchar el sorber de su nariz.

Limpio las lagrimas con la yema de los dedos en un gesto suave y lleno de ternura para así rodearlo en un cálido y confortante abrazo que tanto necesitaba.

-Creí que si me alejaba de ti... Te sentirías mas cómodo. -Susurro al momento de introducir los dedos en las hebras del cabello rubio.

-No volveré a huir de ti si eso me garantiza que no te alejes de mi -musito hundiendo la nariz en el cuello del azabache.

-No digas eso, tienes completa libertad de hacer lo que quieras... No me volveré a alejar de ti nunca a menos que me lo pidas. ¿Entendido? -asintió en un vaivén con la cabeza-puedes dormir conmigo siempre y cuando te sientas cómodo.

-No quiero volver a esa habitación.

-No tienes porque hacerlo ¿De acuerdo? -corto el abrazo para mirarlo a los ojos... ¿Acaso podía tener ojos mas bellos? - vamos a dormir ¿si? Fue un largo día, necesitamos descansar.

Entrelazaron sus manos de forma inconsciente en el momento en que Naruto volvió a sentarse en la cama donde fue arropado por Sasuke para posteriormente también introducirse bajo las sabanas. Fue el menor quien tomo la iniciativa tomando la mano ajena con un leve temblor para así dejarla caer en su cintura.

Mantuvieron su mirada fija, hipnotizados por la belleza y la calidez impropia. Sasuke apretó aquel pedazo de carne que poseía en sus manos sobresaltando levemente al propietario de la misma.

Pese a que sus cuerpos estaban en una distancia bastante corta, fue un lazo invisible que les hizo acercar sus rostros un poco mas de lo adecuado... Sumidos en el ambiente que se generaba es posible que no se hayan dado cuenta de ello y tras estar cierto tiempo en aquella conexión sus ojos vagaron hacia los labios ajenos, deseosos de poder probar aquel manjar prohibido.

El miedo invadía el cuerpo del menor pero no era superior a la curiosidad o necesidad que experimentaba.

¿Estaba correcto? Tal vez no, tal vez inclusive se estaba aprovechando de la debilidad y fragilidad mental de su protegido... ¿Pero que podía hacer? Su alma pedía a gritos ese contacto, yendo mas allá de lo físico, era un deseo profundo de entablar una conexión tan fuerte como el mismo sentimiento que albergaba en su pecho... Estaba rendido a sus pies... Por mucho que le costará admitirlo, el patriarca sentía cierto temor ante sus acciones y eso había sido el principal causante de su alejamiento. Se daba cuenta que no podía hacer nada ante los sentimientos que guardaba... nada mas que dejarlos libre mientras fueran aceptados.

Acaricio con delicadeza él rostro suave de quién amaba, sintió como la respiración de Naruto chocaba contra sus labios, sentía el calor que emergía de él y simplemente no pudo negarse ante la tentación.

Moviendo levemente su cabeza, consiguió rozar aquellos húmedos labios, hundiéndose cada vez mas en ese tacto tan especial hasta sentir la calidez del beso. Algo se removió en su estomago dándole una sensación tan... inexplicable, se sintió lleno, como si luego de tanto tiempo podía experimentar la verdadera felicidad por muy banal que suene. El salado en los labios de Naruto se esparció por su saliva, pero toda sensación de saciedad desapareció al momento de sentir el temblar del cuerpo ajeno, se apartó en un movimiento brusco que lo desconecto de esa sensación tan efímera y fantástica que fue el tocar sus labios para encontrarse con una mirada llorosa, dudosa.

-¿Estas bien? -musito mientras la voz le fallaba levemente.

-Entre tantos hombres que profanaron mis labios... este fue mi primer beso. -Una sonrisa débil se dibujo en su rostro mientras las lagrimas caían.

Sasuke sintió como su pecho se estrujaba al escuchar esas palabras... y lo único que atino a hacer fue envolverlo en un abrazo... Como si eso pudiera protegerlo de aquellos recuerdos o sentimientos.

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