Ágape

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Una suave brisa se colaba por la ventana acariciando el rostro descubierto del menor.

—Naruto —Sasuke tocó el hombro ajeno provocando que el ya nombrado se despertara en un estado completamente alerta y lleno de temor. —Tranquilo, está todo bien. —La mirada del rubio se relajo en cuanto vio a Sasuke— Son las 7 de la mañana, quería avisarte que iré a casa a buscar unas cosas, mientras puedes desayunar algo.

Para ese momento, el estado de alertar en el cuerpo del menor se había desvanecido. Naruto se sentó sobre la cama mientras bostezaba en un intento de desperezarse.

—Esta bien, ten cuidado. —Sasuke sonrió, sintiendo unas incontrolables ganas de abrazarlo.

—No me tardo. —Con cuidado y delicadeza dejo reposar sus labios sobre la frente ajena en un tierno beso, las mejillas de Naruto se tornaron rosadas mientras algo en su estómago se revolvía violentamente. —Cuidate y come bien.  —Amago a irse pero volvió sobre sus pasos—Casi me olvido, Itachi está fuera, viene a eso de las 9 y me pidió que te quedarás aquí. No te preocupes por estar solo, la casa está protegida. —Sonrio recibiendo un asentimiento por marte de Naruto. Y luego, desapareció por la puerta.

Naruto observo a alrededor deteniendo su vista en la ventana, notando como el cielo poco a poco iba aclarándose cada vez más, todo indicaba que el clima sería estupendo aquel dia. ¿Por que querría Itachi que el estuviera a las 9 en casa? Realmente, no quería quemarse la cabeza, es más, no quería ni pensar, así que sin pensarlo, dejo caer su cuerpo sobre las suaves sábanas una vez más y casi de forma instantánea callo en brazos de morfeo soñando quien sabe que.

Para cuando sus ojos se abrieron nuevamente, el sol ya estaba chocando de lleno contra la ventana y en contra de su piel. El sonido que lo había despertado provenía desde detrás de su puerta.

—Naruto —Era la voz de Itachi. Una vez más, se había despertado asustado, hasta que noto que el lugar donde estaba... Era seguro. —¿Puedo pasar?

—Si —balbuceo tratando de adaptarse nuevamente a la realidad, sentándose una vez más sobre la cama, noto que el reloj que yacía en la cómoda marcaba las 10:30.

La puerta se abrió con Itachi detrás de ella, llevaba ropa cómoda que aún así le hacía verse genial.

—¿Sasuke no te despertó? —un deje de confusión lo arrebato al ver al menor aún durmiendo.

—Lo siento, me volví a dormir ¿Que sucede? —Itachi sonrió levemente.

—Necesito que te cambies y bajes. Se que puede ser todo muy repentino, pero hay una amiga tuya esperando abajo por verte. —Naruto no pudo evitar sorprenderse, mirando con temor y cierta curiosidad a Itachi.

—¿Quien? —alcanzo a articular.

—Se llama Sakura Haruno.

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Para Sasuke, recoger y comprar ropa no había sido tarea difícil. Se sintió bien ir a casa luego de tanto tiempo, Shizune y el resto del personal la cuidaba en su ausencia así que estaba exactamente igual que siempre. Todos lo saludaron felices, felicitando su recuperación y deseándole mucha salud.

Con las maletas repletas, Sasuke se dirigía en su deportivo, mentiría si decía que no estaba nervioso, sentía un nudo en él estómago ante la idea de saber que demonios había pasado, mientras, aquel sueño que había tenido aquella vez en el hospital se repetía una y otra vez en su mente. Ese mismo sueño era el causante de que conduciera por la ciudad a una velocidad considerable.

Había soñado y había recordado algo. Era Kushina en un charco de sangre.

Miles de preguntas e interrogantes deambulaban por su cabeza desde el momento en que aquel "sueño" se presentó. ¿Acaso el la había matado? ¿Que otra explicación tenía?¿En que maldito momento el podría ver la muerte de esa mujer sin haber participado en la misma?

¿Es posible que haya podido matar a la madre de Naruto?

Siquiera estaba seguro de que aquel sueño era verídico, pero sabia donde encontrar la respuesta.

Aparcó el deportivo frente a la casa del pelirrojo, quien en esos momentos esperaba a Sasuke en el jardín principal de la casa.
Bajo del auto pretendiendo seguridad hasta llegar frente a Gaara.

—Tanto tiempo, jefe. —Sonrió levemente mientras Sasuke asentía con la cabeza. —Pasemos, si quieres puedo invitarte un café.

Ambos hombres se dirigieron hacía el interior de la casa, sentándose sobre unos sillones en la sala principal, mientras una señora regordeta dejaba de forma pulcra la taza de café en frente a ambos.

—Bien... —Sasukecarraspeo la garganta antes de comenzar a hablar—He tenido cierto sueño que creo que tu podrías esclarecer. —Gaara se mantenía atento a todo lo que podría decir—Soñé con el cuerpo de Kushina sobre un charco de Sangre ¿Sabes algo? —Gaara dejo escapar un suspiro.

—Kushina...¿La pelirroja verdad? —Sasuke asintió—Por lo que se, vendió a su propio hijo a Danzō... Luego se arrepintió y volvió contigo, juntos idearon un plan para salvarlo y en medio de el rescate, ella recibió un disparo en la cabeza. —Sasuke arrugó el entrecejo, había sido demasiada información de repente.

—¿Ella vendió a Naruto?

—Por su culpa Naruto fue secuestrado. Ella lo llevo a la boca del lobo a cambio de dinero y luego pago su deuda al traicionar a Danzō.

—¿Naruto sabe esto?

—No sabría decirte, se que en el momento en que su madre recibió el impacto el estaba inconsciente en tus brazos.

El pelinegro llevo sus manos hacia su cabeza, sintiendo una punzada aguda llena de dolor perforando su cerebro. De repente, la imagen de Danzō besando los labios de Naruto vino a su mente, junto con una gran oleada de enojo e impotencia que le invadió por completo hasta el punto de que sus dientes chillaron debido a la fuerza con la cual cerraba su boca.
Respiro profondo en un intento de calmarse.

—¿Algo más? —Gaara negó.

—Por el momento creería que eso es lo más importante. Pero ya sabes, si tienes alguna duda, puedes consultarme. —Sasuke asintió mientras retomaba su postura y daba un apretón de manos con Gaara. —Disculpa si la pregunta la siente muy íntima... Pero ¿Que sientes realmente por aquel niño?

Sasuke boqueo sin saber que responder, lo había tomado por sorpresa.

—¿Perdón? —Gaara negó con la cabeza, eso había respondido todo.

—Nada, olvídalo. Cualquier cosa que necesites, aquí estoy.

Gaara acompaño a Sasuke hacía el auto y lo vio marcharse. En ese momento supo que su jefe se había enamorado del protegido.

El pelinegro conducía hacía la casa de Itachi, un tanto aturdido por lo que había pasado y sobre todo por la información que en esos momentos manejaba... No dejaba de sorprender le el hecho de que Kushina hubiera vendido a Naruto... Ahora entendía por que pedía por su custodia con tanta insistencia, aún que estuviera muerta....no dejaba de darle asco. Pero aún así, agradecía y se quitaba cierto peso de encima al saber que la muerte de Kushina no manchaba sus manos.

Sumido en sus pensamientos, no se dio cuenta lo rápido que había llegado a la residencia. En cuanto aparcó el coche frente a la gran casa, noto como Itachi bajaba apresurado las escaleras hacia su encuentro logrando preocupar al pelinegro que... Pensó que lo peor había pasado.

Bajo rápidamente del auto, con los nervios de punta, dispuesto a correr a dónde hiciera falta o golpear a cualquiera si era necesario, pero...

—Naruto está con una chica —Rio de forma tonta.

—¿Que? —De mantuvo inerte, como si un balde de agua fría le hubiera caído encima.

—Como me escuchaste, una compañera de su colegio vino a entregarle los apuntes, los he dejado solos —Guiño el ojo—y en cuanto he ido a ver, creo que la a besado.... Están abrazados en el sillón.

Es difícil expresar en palabras el como aquellas palabras impactaron al pelinegro. Como si todo el mundo se hubiera detenido de repente, su corazón latía rápido y su nariz picaba internamente mientras el rostro se desfiguraba en una expresión de total desagrado y dolor, como si las ganas de existir se fueran desvaneciendo.

Mi Tutor (SasukeXNaruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora