El día siguió con normalidad, luego de explicarle a sus compañeros que aun no podía contarles lo sucedido, ellos desistieron y en su lugar le contaron las experiencias que habían vividos juntos durante su ausencia, charlaron de todo un poco y las horas de clase se desvanecieron rápidamente. Deseaba demasiado ver a Sasuke.
Tras recoger sus materiales se coloco la mochila en el hombre y salió del instituto, a unos metros de la entrada noto como el azabache se posaba sobre el Audi R8 V10 blanco que siempre lo acompañaba. Pantalones de mezclilla, camisa remangada hasta los codos... Era un ser lleno de belleza a ojos del menor.
Sus miradas se cruzaron y casi de forma inconsciente soltó una sonrisa. Era extraño ver que todos se daban vuelta a mirar el deportivo de Sasuke, de verdad era alguien que captaba siempre muchas vistas.
Bajaba la cabeza avergonzado de ir camino a ese hombre tan llamativo. sus mejillas se enrojecieron al sentir los brazos del mayor rodearle completamente la cintura.
—¿Cómo te ha ido? —susurro tomando la mochila ajena, notando como varios estudiantes saludaban al rubio, con una mueca de asombro en su rostro ante el auto que abordaba, mentiría si dijera que eso no le hizo feliz. —Parece que muy bien.
Él volvió la mirada al azabache regalándole una leve sonrisa antes de subir al auto.
—Muchos querían saber que me había pasado... creo que eso fue lo único problemático —Se acomodó en el asiento mientras Sasuke encendía el motor, si que rugía como los dioses.
Sasuke sonrió complacido, pero fue cuestión de un segundo antes de que su sonrisa se borrara por completo. Naruto lo miró extrañado.
—Pequeño... tengo algo que decirte. —Carraspeo su garganta, sin despegar su mirada del camino—Es algo muy fuerte. Pero antes que todo, quiero que sepas que estas en todo tu derecho declinar. ¿Si? No te sientas presionado a nada.
—Me estas asustando —Susurro observando al azabache con preocupación. —¿Qué sucede?
—Pequeño... Es... Es tu madre, ella a vuelto, quiere verte. —Sintió como su pecho se hundía y el aire comenzaba a faltarle.
La mirada del rubio se perdió, incapaz de decir algo, sin saber como reaccionar o que hacer, se sentía asfixiado.
—Calma —sintió como el auto frenaba la velocidad hasta detenerse, la mano de Sasuke aferro la suya, atrayendo el cuerpo del menor hacia su pecho hasta abrazar su cuerpo por completo. —¿Quieres que vayamos a una cafetería a hablar bien? Recuerda que no estas obligado a hacer nada que no quieras.
Naruto se sentía tan cálido, tan protegido en aquellos brazos... Si bien no aplacaban del todo la ansiedad y nerviosismo que sentía ante la idea de volver a ver a su madre, ayudaban a calmarlo.
—Yo... —balbuceo apretando con fuerza sus ojos cerrados... en un intento de aclarar sus ideas—¿Cómo es que ella quiere volver a verme? ¿Por que?
Sasuke suspiro.
—Llego hoy en la tarde a casa... Creo que, deberías verla y saciar todas tus dudas con ella. —acaricio las hebras rubias, dejando un beso sobre las mismas. Si bien odiaba la posibilidad de que los apartaran... Era importante para Naruto hablar con ella, y el no podía impedírselo.
—Tengo miedo Sasuke —susurro hundiendo el rostro sobre los brazos ajenos.
—Yo estaré contigo si así lo deseas, no permitiré que nada malo te suceda. Eres fuerte, puedes con esto y mas..
—¿Cuando... Cuando la veré? —sintió como Sasuke apretaba más su cuerpo.
—Ella esta en casa... no quiso irse sin antes verte.
—¡¿Que?! —chillo soltándose del abrazo. —¿C-co-como.. como? —Se podía ver el terror dibujado en las facciones que realizaba. Sasuke temía que tuviera un ataque de pánico.
—No tienes que verla si no quieres ¿Esta bien? —aferro con fuerza las manos del rubio, quien apretaba los labios intentando calmarse.
—Tu... Tu estarás conmigo ¿No? —mantuvieron sus miradas unidas, Sasuke sonrió levemente, acercándose con lentitud hacia Naruto hasta el punto de dejar que sus labios tocaran la frente ajena.
—Siempre —Sonrió pegando ambas frentes.
—Entonces... —suspiro con un deje en su voz— vamos.
Acarició la mejilla del menor antes de volver a su asiento poniendo en marcha el automóvil. Por primera vez en meses, volvía a temer.
El camino hacia casa fue silencioso, ambos estaban sumidos en sus propios pensamientos, de vez en cuando intercambiaban miradas o caricias leves por parte del mayor en un intento de calmarse y calmarlo.
La contrapuerta fue abierta, dando paso al lujoso carro, quién tras unos segundos de marchar estaciono en la puerta principal de la casa. Se miraron nuevamente, silenciosos, intentando hacer una mueca parecida a una sonrisa...
—Eres fuerte. Puedes con esto —Naruto asintió, como si diera gracias con la mirada.
Bajaron del carro, el subir las pequeñas escaleras que conducían a la entrada parecía un tipo de tortura... pisar cada escalón constaba más que el anterior, el corazón le latía a rápido, sintiendo que aquello que vivía dejaba de ser real. Las puertas fueron abiertas ante ellos, en la entrada varios guardias se mantenían inertes, supuso que eran para su seguridad. Siguieron avanzando hacia el living a paso lento y tortuoso, fue en ese momento en donde la vio, corría hacia el con lagrimas en los ojos. Luego de dos años, sintió como ambos cuerpos colisionaban, los brazos de la pelirroja lo rodearon. Se sintió incomodo y aturdido. Los sollozos de la mujer se escuchaban con suma claridad sobre su hombro, casi de forma inconsciente la aparto con delicadeza.
—¡Naruto! Estas tan grande, tan hermoso ¿Como has estado? —Kushina sostenía los hombros de Naruto con fuerza, tanto que llegaba a doler— No sabes cuanto te he extrañado mi pequeño bebe, perdón por dejarte, juro que nunca más te dejaré solo de nuevo... Yo no quise hacer eso... Perdón.
Naruto frunció el entrecejo sin saber muy bien como reaccionar... Una parte de él se sentía feliz y alegre de tener a su madre en frente, pero otra parte tan solo podía pensar en la miseria que paso por culpa de ella... En el dolor que represento quedarse solo, enfrentar el mundo solo por que ella lo había abandonado por un hombre, de cierta forma el rostro de la pelirroja le recordaba el sufrimiento que hasta el día de hoy lo perseguía.
—Entonces no lo hubieras hecho —Espeto en voz baja, intentando no derramar las lagrimas que amenazaban en desbordar de sus ojos. Kushina parpadeo levemente— ¿Tienes idea de cuanto dolor ocasionaste en mi? —Aparto los brazos de su madre con notoria furia.
..,.,.,.,..,,.,,..,.,.,.,.,.,..........,
Perdón por la tardanza aaa en estos dias publico el siguiente capitulo, no me peguen ahr
ESTÁS LEYENDO
Mi Tutor (SasukeXNaruto)
Fanfiction(en edición) Tras la muerte de Minato, Kushina cae en una profunda depresión que la lleva a abandonar a su hijo Naruto. Sasuke Uchiha, amigo de la familia y jefe de una gran empresa, es quien se convierte a los ojos de la ley, el tutor de Naruto...
