El día siguiente llegó con la luz del sol iluminando el cuarto del chico pecoso que estaba por salir de su habitación para desayunar.
Se preguntaba cómo sería ese nuevo día en la academia junto a sus compañeros. Algunos se acercaron sin prejuicio alguno pero en su interior seguía desconfiando de la reacción que tendrían todos al verlo de nuevo.
Cómo se sentiría él al tener todas la miradas en su ser.
Al terminar su comida, se despidió de su madre y fue directo al colegio. Entró y todo normal, hasta que alguien los tomó del brazo, jalándolo un poco hacia abajo.
- Hola, ayer ya no hablamos - dijo con una mirada brillante
- Ah, sí, hola Uraraka, es que...bueno me sentía un poco agobiado por la discusión entre todos - desvió su mirada y rasco su nuca, sintiendo incomodidad por recordar aquello.
- Sí, te quería pedir perdón -
- Eh? ¿Por qué? - preguntó sin entender
- Porque hablamos y juzgamos antes de conocerte bien y preguntarte -
- Ah, no, no te angusties, ya...ya pasó -
- ¿Entonces sí nos perdonas? Te juro que no lo volveremos a hacer -
- Sí, pero no hace falta jurarlo - su cercanía comenzaba a avergonzarlo un poco
- Es que, me siento muy apenada, desde tu llegada pregunté cuál era tu quirk sin saber que no tenías -
- Pero...no te preocupes, de verdad, ¿cómo podías imaginarlo? - comenzó a sonrojarse
- Bueno, te agradezco que me perdones porque en serio me sentí muy mal al saber la verdad - se recostó en su hombro
Una presencia algo escalofriante apareció detrás de ellos, llamando la atención de ambos, quienes voltearon, encontrando a Momo algo molesta.
- Hola Momo, que bueno que ya llegaste - dijo Ochaco con alegría, yendo a saludarla y dejando a Izuku.
Su ira se calmó y saludó a su compañera de no muy buena manera.
- Te vez molesta - dijo
- Sí, ya sabes...mis problemas con...mi tía - dijo en un tono bastante frío
- Oh, que mal, bueno, por unas 4 a 5 horas te olvidas de ella - sonrió
Momo sonrió a la fuerza y con sarcasmo para después marcharse al interior de la U.A. Tanto Izuku como Uraraka se sintieron extraño por la repentina actitud de la azabache.
Pero eso no evitó que siguieran hablando.
Yaoyorozu se dirigía al aula, caminaba por un pasillo mientras un odio crecía por dos chicas. Tsuyu y Ochaco. A pesar de llevarse bien, parecía que esos buenos tiempos desaparecerían poco a poco.
- Así que te gusta el nuevo, eh? Momo? - escuchó detrás suyo
- ¿Qué dices? - preguntó, tratando de cambiar esa idea
- No hace falta que me mientas, te conozco lo suficiente como para identificar con mucha facilidad tus gestos y acciones - se acercó más aquella chica - ¿Quieres ayuda? - preguntó sonriente
- No, sabes que la última vez no fue conveniente para nadie - siguió caminando, Himico la alcanzó, caminando a la par con ella
- Sí, pero ésta vez no habrán traidores, sabes que tú y yo trabajamos bien...juntas - sonrió a su manera, notando un enrojecimiento en su rostro.
- Ya te dije que no, Toga, no quiero más problemas - la dejó atrás.
Dicha chica se detuvo, miró por el barandal y de nuevo sonrió.
- Como quieras, pero si no te das prisa, tu querido chico encontrará a alguien más - habló en voz alta, lo suficiente como para atrapar la atención de Momo.
Volteó a verla, ella le señaló hacia abajo; Izuku y Uraraka seguían juntos, volvió la mirada a Toga.
- Tú eliges - encogió los hombros y se alejó
Momo siguió mirando a ambos, estaban sonriendo y Midoriya se le notaba nervioso, avergonzado.
Frunció el ceño, eso no debía pasar, ellos dos no deben estar juntos por nada del mundo. Yaoyorozu ya había elegido a Izuku como su presa y la conseguiría a toda costa. Así y se gane el odio de sus compañeros nuevamente.

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Apariencias
FanfictionMmm, siempre que conozcas a alguien no debes dejarte llevar por su comportamiento exterior, ya que cuando conozcas su comportamiento interior...puede que te asustes y quieras huir. Izuku, no te dejes llevar por las apariencias, son muy engañosas... ...