Apariencias

Lareta

En la azotea, Toga esperaba con calma a su amigo, ya que, su mensaje parecía bastante urgente.

- Tenemos que actuar rápido -  dijo al llegar

- Hola, ¿A qué te refieres? -  preguntó algo intrigada

- Se están dando cuenta de los involucrados e igualmente del control de Momo -  dijo

Toga se quedó pensando.

- Tenemos que deshacernos de ella -

Dabi la miró sin mucho apoyo a esa idea.

- Si dejamos que esto fluya, no podemos conseguir a Momo o por lo menos su quirk -

- Es cierto, deberíamos decirle a Shigaraki? -

- No, él se dará cuenta cuando vuelva a tomar el control en Momo, ya tiene la solución -  explicó

Dabi se fue sin nada más que decir, Toga miró el barandal de la azotea, imaginando miles de muertes para la azabache.

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Las clases llegaron a su fin, el fin de semana parecía prometedor, no habían tareas.

- ¿Hacemos una reunión el fin de semana? -

- Pero falta el día de mañana -  comentó Asuy

- Sí, pero mañana es el Festival, nos dejaran salir hasta más temprano -  sonrió Kirishima quien tenía todo el apoyo de Denki

- Yo no creo poder poner mi casa por esta vez, mis padres están constantemente trabajando y llevando personas de trabajo a la casa - 

- Bueno, no te preocupes, Toru, pero de todos modos estás invitada -  sonrió Eijiro

- ¿A qué hora sería? -  Mina se notaba realmente emocionada

- En la tarde, después del Festival -  acordaron

Tenían en plan una fiesta, todo parecía ir en calma, eso obviamente inquietaba tanto a Fumikage como a Shoji.

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Momo comenzó a sentirse mal, sentía un fuerte dolor en la cabeza, por lo que detuvo su caminar junto a Izuku para ver si pasaba o no.

- ¿Qué pasa? -  preguntó el chico

- No sé, mi cabeza... duele mucho -  sostuvo su cabeza con ambas manos, indicando que la intensidad era mucha.

Se hinco en el piso y comenzó a quejarse, sin titubear, Izuku la cargó y salió casi corriendo hacia la casa de Momo, no quería que algo sucediera en el Academia.

Llegaron y fue directamente a su habitación para que se recostase o se calmara un poco más. El dolor aumentó, sintiendo que su cabeza explotaría, el zumbido en sus oídos no ayudaba.

Midoriya no sabía que hacer, estaba nervioso y comenzó a sentir miedo, casi como un mal presentimiento.

Pareciera que el cuerpo de la chica convulsionaba, parecía película de terror, los movimientos y los quejidos/gritos de la azabache hacían que la piel de Izuku se erizara.

-"¿Me extrañaste?"-  fueron las primeras palabras que se le vinieron a la mente después de calmarse.

Se levantó como si nada hubiera pasado, pero por estar casi dos días sin control, la parte tranquila y original de Momo se sintió bastante extraña.

- Izuku... - lo llamó con miedo, sin embargo, la mirada que dirigió hacia él lo cambió todo. Su cuerpo se paralizó, quería correr pero no podía, estaba lleno de terror.

Rápidamente Momo, se lanzó hacia él y comenzó a golpearlo, golpes que transmitían rabia, rabia de parte de Shigaraki por no tener el plan como quería.

- Detente -  dijo una voz externa, ambos voltearon a ver de quien se trataba, Himico había llegado.

- No hace falta que descargues tu molestar con él, de todos modos, Momo ya no nos sirve -  dijo

Ambos se miraron, ésta vez como Momo e Izuku, tenían miedo.

- Perdóname -  susurró al ver los golpes en su rostro

Aquellos ojos grises cambiaron repentinamente a unos más serios, fríos y principalmente de brillo. Se apagaron.

El terror invadió a Midoriya.

Momo se levantó, el enojo junto al control mental la hicieron herir su cabeza, algo en verdad había cambiado en su mente.

Formó un puñal con su don y se dispuso a enfrentar a Himico.

La rubia rió, pues estaba muy segura de que no podría ni hacerle un rasguño.

- Izuku, aléjate -  dijo

- Pe..Pero, Momo... -

- ¡Aléjate!! -  insistió

Sin dudarlo más, Izuku se alejó, siendo víctima del miedo que Momo puede provocarle.

Shigaraki trataba de someterla ante su control, pero no lo logró, aún no estaba correctamente situado como para controlarla igual que antes.

- ¿Vas en serio? -  preguntó Toga con burla

- Ustedes...me hicieron algo, ¿Verdad? -  su voz era amenazante pero rota, molesta pero devastada en todos los sentidos.

- Claro, tu don sería un arma esencial para que trabajes con nosotros, que te conviertas en una heroína sería un completo desperdicio, hubiera sido mejor que cooperaras pero vaya que no es posible, que lástima, en verdad valdrías mucho la pena!! -  no se dio más tiempo para dialogar y se lanzó al ataque.

Momo reaccionó un poco más lento, sin embargo, logró cortar su brazo.

- Ustedes...arruinaron mi vida!! -  se molestó aún más y fue ahora ella quien se acercó para atacar

- No necesitábamos a tus padres o a una chica tonta y estúpidamente gentil! -  golpeó su cara y cortó su abdomen.

- ¡Momo! -  Izuku era el más asustado y preocupado, no sabía que hacer, más aparte el miedo no lo dejaba reaccionar. Estiró su brazo al notar el abdomen de la azabache sangrar pero notó como su mano que evitaba un nuevo ataque temblaba horriblemente, no podía hacer nada.

¿Qué debía hacer? Quería evitar esa pelea a muerte de la que era omnisciente pero el miedo no lo dejaba.

- Maldición - susurró para sí