Apariencias

Más y más tiempo

Uno, Dos, Tres, Cuatro, casi seis meses y no había nada sobre Momo, el segundo año se veía venir y nadie sabía nada, ella no prometió en ningún momento escribir o informarles cómo estaba pero al fin y al cabo era su compañera de la clase 1-A.  

- ¡Oye, Midoriya! -  lo llamaron, él volteó y encontró a Mirio ir hacia él

- Ah, Hola -

- Hola, oye, ¿no sabes nada de Yaoyorozu? -  preguntó haciendo saber su preocupación 

- No, ¿por qué yo sabría algo? -  preguntó confuso

- Pues porque ambos estaban enamorados y separarse de repente, no sé, pensé que tú sabrías algo -  encogió los hombros

Izuku sonrió nostálgico y negó.

- No, lo siento Mirio, no sé nada - respondió - Qué más quisiera saber de ella pero supongo que es lo mejor para nosotros -

- No digas eso!! Seguro volverá, tú mantente tranquilo y paciente, pero si no vuelve pues la vamos a buscar, adiós -  dijo para al final ir a su correspondiente aula

- ¿Lo harás? -  la voz rígida de Todoroki llamó su atención

- ¿Qué cosa? -  

- Ir a buscarla -  respondió con simpleza 

- No, seré paciente así y me mate la ansiedad, seré paciente -  repitió

Lo pensó un poco y después se alejó, Shoto estaba sorprendido por el hecho del como los sentimientos de Izuku eran tan poderosos y sumisos al mismo tiempo debido a tales acontecimientos pasados, tal cambio indefinido de Midoriya lo hacía controlar o hundirse ante sus emociones de angustia y ansiedad.

Eran ambos los preocupados por la azabache, solo que Todoroki era más discreto, simplemente  era alguien importante para él así y ya no fueran nada más que conocidos. Cada día se preguntaban, los dos, si ella estaría bien, si realmente volvería, si se había curado en verdad y si alguien mantenía contacto con ella. No sabían en quien acudir, quién sería ese alguien que estuviera al tanto de Momo. Caminaban sin rumbo, hasta que recordaron, Mina.

Izuku fue con ella de inmediato, olvidando la clase que tenía en ese momento y yendo a buscarla a toda prisa, bajando y subiendo escaleras, hasta que al final de un pasillo logró visualizarla, iba con Uraraka. Sonrió.

- ¡¡Chicas!! -  las llamó a ambas para ir corriendo y frenar en seco, casi cayendo en cima de la pelirosa. 

- Mina...ah, que bueno que ah... te encuentro ah.. -  decía en tono bastante agotado y agitado al ir de arriba para abajo, de un lado a otro, corriendo.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué la urgencia? -  preguntó sorprendida, Shoto iba subiendo las escaleras donde encontró a los tres  reunidos, así que decidió escuchar sin acercarse.

- De...casualidad -  aclaró su garganta para superar la dificultad de respirar y continuar hablando - ¿De casualidad sabrás algo de Momo? -  preguntó 

Mina se quedó sin que decir,  lo que comprobó que sabía algo, bajó la mirada y sonrió.

- Está bien y te extraña, es lo único que puedo decir -  dijo

El corazón del chico aceleró demasiado, como consecuencia cedió  ante el sentimiento de emoción y alivio por completo, satisfaciendo su sentir de angustia. Abrazó a la chica y contuvo las lágrimas. 

- Gracias, Mina -  y se separó para marcharse ya más tranquilo hacia la azotea, evidentemente había perdido la clase que le correspondía.

Todoroki igual se marchó, era lo único que quería saber.

Por su parte, el ánimo de Uraraka bajó mucho, aún le costaba admitir que Izuku ya estaba enamorado de alguien más. Suspiró.

- Oye, no te pongas mal -  le dijo Ashido, haciendo que la castaña levantase la cara

- Mira, Momo no me ha dicho nada referente a su regreso, así que por el momento, estate tranquila, sí? -  le sonrió

Ochaco sonrió y respiró hondo para volver a sonreír.

- Está bien -  dijo y siguieron su camino hacia el gimnasio.