Apariencias

Relato

Comenzaban a pasar las horas, Izuku hacía los deberes tanto de la escuela como del entrenamiento. Se aburría rápido y pocas veces Momo iba a verlo en sí para hablar de algo.

Le asustaba su presencia pero era la única que ahí estaba para conversar, si es que se podía. Tal vez estaba raptado, sí, pero por lo menos, ni él ni alguien más ha sufrido agresiones.

El día iba pasando, pero de la nada el llanto y los sollozos de Momo llamaron su atención, ¿por qué estaba llorando? ¿algo malo estaba pasando? No lo sabía y por ende se preocupó.

Se acercó a la puerta y tomó la perilla, un escalofrío recorrió su espalda, decidió abrirla, encontrando a Momo de espaldas en medio de una sala enorme. Con miedo e inseguridad comenzó a acercarse hacia ella, tragó saliva con bastante pesar para después, tomarla por los hombros.

La azabache reaccionó rápido, alejándose de ahí y poniendo su cuerpo y mente en ofensiva, al notar quien era aquella persona, guardó el arma y continuó con sus lágrimas.

- Lo siento, Izuku, no quería...asustarte -

- Momo, yo..., ¿qué te pasa?, ¿algo está mal? -

- Malos recuerdos, nada importante -  sonrió con dolor, bastante a la fuerza

Se sorprendió por la reacción tan calmada que tuvo, no se molestó al verlo fuera de la habitación pero prefirió que lo dejara pasar para que no se molestara.

- ¿Vives aquí? -

Momo solo asintió.

- ¿Qué son esos malos recuerdos? -  preguntó mientras volvía a acercarse con los brazos semi abiertos y extendidos

- Mis padres, mis supuestos amigos, lo que le hice a Shoto y a Mineta, lo lamento mucho pero al mismo tiempo no...me arrepiento del todo, y no quiero eso, no me gusta sentirme así -

- ¿Qué fue lo que hiciste? -  preguntó

Momo se levantó y tomó las manos del pecoso para llevarlo con ella a un sofá cercano, se sentaron y al estar ahí, su mente comenzó a dudar y colapsar. Mientras que por su parte, el miedo en el pecoso aumentaba a pesar de que su comportamiento era diferente.

- Yo...tenía una persona en ésta casa que se hacía pasar por mi tía pero al matarla, me di cuenta que no era nada mio, era una persona X, más aparte los recuerdos me invadieron con el asesinato de mis padres -  comenzó a fruncir el ceño por el dolor

Midoriya escuchaba con atención mientras analizaba cada palabra que escuchaba, sentía como su piel se erizaba y como el frío sudor dominaba casi todo su cuerpo; situaciones dolorosas, pero la curiosidad lo carcomía también por el  involucro de Todoroki.

- ¿Asesinaron a tus padres? Lo...lamento -

- No, asesiné a mis padres, así que lo lamento más yo que nadie más -  confesó

La piel del chico se puso casi pálida al momento.

- ¿Por qué? -

- Eso quisiera saber yo -  lo miró con pesar - ¿No se supone que deberías estar en la habitación? - 

- Salí porque me preocupé al escucharte llorar -  respondió velozmente, con mucho más miedo.

La azabache no dijo nada y rodeó su propio cuerpo con los brazos del pecoso para encontrar refugio y consuelo.

- Perdón por eso -  dijo 

Izuku se quedó quieto y paralizado un momento para luego acariciar un poco su espalda.

- Después, conocí a Shoto, era un chico casi como tú, dulce, alegre y bastante a comedido...pero le hice tantas cosas que lo cambié de por vida -

El miedo en Izuku comenzaba a agrandarse más y más, como si cayera en un pozo oscuro e infinito; entonces Shoto era más abierto con las personas?

- Lo atrapé como te atrapé a ti, pero mientras más lo manipulaba y obligaba a actuar de forma cruel con los demás, lo fui convirtiendo en la persona que es ahora, frío y distante -

- Le hiciste daño? -

- Bastante..., incluso ahora - se separó de él y tomó su rostro  - Por eso juro y prometo que contigo será diferente, me esforzaré bastante para que seas el mismo chico dulce que conocí -

- Solo que ya sabes lo principal, soy capaz de matar a cualquiera que se te acerque con intenciones sentimentales, no te haré mi cómplice, sólo para guardar silencio, sé que lo harás porque bien sabemos los dos que no quieres recibir algún mal trato, verdad, Izu? -  su mirada era dulce pero sus palabras eran terribles, simplemente Izuku quería huir de ahí.

- Y... -  - ¿Mineta? -  lo interrumpió

- Bueno, muchos dicen que yo soy la responsable de su desaparición, pero no es así, la verdadera responsable es Toga y alguien más que no conozco, Shoto y yo lo sabemos bien, ellos lo llevaron a un lugar donde nunca más volvió, eso me dijeron, pero no sé si lo tienen aún capturado o si está muerto, no le hice daños graves, solo le cacheteaba algunas veces para que me dejara en paz pero aún así insistía, no me agradaba tratarlo así pero era molesto -   su mirada cambió a una molesta y algo sádica.

Sus verdes ojos se contrajeron, ¿con quiénes se relacionaba esta chica? Realmente se había equivocado con ella.

- El era un chico que me acosaba bastante, no era tan mala persona a pesar de que me molestara día a día, y como ya te dije, Toga hizo que esa molestia desapareciera para mi, al principio no estaba de acuerdo, pero al sentir que nadie me miraba tan fijamente como él solía hacerlo...lo acepté -

- Entonces Toga es... -

- Era una de mis cómplices -

- ¿Tú la mandaste a espiarme? -  preguntó

- ¿Qué? -  su mirada volvió a la de antes

- En el tiempo que estuvimos viendo la decoración de la Academia, yo estaba con mis amigos y una chica de tercer grado, Toga nos estaba siguiendo -

- No, yo nunca le pediría algo así, de hecho lo que menos quiero es que se acerque a ti, quiero romper todo contacto con ella, es..mala para mi y para los que están cerca, si se acerca a ti, no dudes en decirme, lo que más quiero ahora es poder protegerte de los que no les corresponde acercarse a ti -  al terminar de decir eso, condujo su cabeza hacia su pecho para abrazarlo.

Su rostro se sonrojó por el hecho de chocar con su busto, pero no puso tanta resistencia; ¿entregarle su confianza? y ¿cómo? Ya no es nada parecido al inicio. 

Ahora estaba confundido, no sabía si ella era mala o buena, no sabía como definir la, pero tendría que encargarse de averiguarlo. Su comportamiento igual es indefinido, lo que significaba menos puntos para confiar de nuevo en ella.