Apariencias

El chico nuevo

Una mañana tranquila, cualquiera, como todas las demás.

Con todo el pesar del mundo, Momo, una chica dedicada, linda y....desanimada, se levantó de la comodidad de su cama para comenzar a alistarse e ir a la escuela.

Se cambió, preparó su mochila y desayunó lo más ligero que encontró, a pesar de que la mujer con la que vivía siempre le ofrecía algo de comer.

Se dirigió a la puerta de inmediato para salir.

— Tu madre se enfadará si no comes bien!! —  dijo aquella mujer desde la distancia, la cual Momo ignoró.

Nunca quiso tratarla como tal, su disque tía. Así que sólo se marchó.

Llegó en minutos, entrando y caminando por todo el patio sin prestarle atención a nadie.

Estaba a punto de llegar al salón de clases, alguien la detuvo, haciendo que su mirada se levantara. Al reconocerlo sonrió con cierto sarcasmo disimulado.

— ¿Por qué tan molesta? —  preguntó

— Nada, Todi, nada —  contestó, palpando su cabeza

— Ya te dije una y mil veces, que ya no me llames así, ya no somos nada —

— Entonces deja de preocuparte por mi —  sonrió de nuevo y pasó de lado del chico

— Es la mujer que vive contigo no? Es eso... —  interrumpió su caminar

Lo miró de reojo.

— No es nada, Shoto —  y sin más, se fue

Al estar del todo en el aula de clases, se encontró con su amiga, Mina Ashido.

— Hola —

— Hola, tu tía volvió a amenazar cierto? —   dijo recargando sus brazos en la mesa

— Ahh sí, lo admito, sí y es molesto — frunció un poco el ceño

— Bueno ya, no te mortifiques con eso, mira mejor... —  iba a decir algo, pero desvió su mirada

Momo volteó hacia la puerta del salón, un nuevo chico había entrado. Ambas se quedaron viendo.

Aquél chico vio de nuevo el nombre del aula, sí, era ahí 1-A.

Entró y al ver una butaca vacía, decidió sentarse ahí. Sintió una mirada fija, volteó con lentitud, encontrando los ojos fijos de ambas chicas hacia él. Sonrió dulcemente y volvió a dar la espalda a ellas y a todos.

— No escuché nada sobre ese chico —

— Yo tampoco —  respondió Momo sin despegar la mirada de él.

Pronto el profesor se levantó de debajo del escritorio y se deshizo de lo que sea que tenía en vuelto. Eso era algo cualquiera pero extraño para el nuevo.

— Bien, buenos días como siempre, hoy tenemos mucho que ver y lo más importante un nuevo alumno —

Todos voltearon a verlo, su rostro se notó avergonzado por tener todas las miradas al mismo tiempo, fijas.

— Te daré a elegir, no te preocupes, ¿Te presentas o te presento? De todos modos conocerán tu nombre, eres nuestro nuevo...compañero —  dijo con la mirada indiferente

Su problema era su excesiva timidez, así que después de una mirada miedosa al perdedor decidió levantarse. Se colocó al lado del escritorio y escondió sus manos en los bolsos de su pantalón.

— Ah..Hola, mi nombre...es I..Izuku Mi..Mi...Midoriya —

Dejó en claro que su timidez era fuerte pero eso podría cambiar, sus nuevos compañeros se encargarían de que se sintiera en más confianza.

Los ojos de Momo no se despegaban de él, tenía algo que le llamaba mucho la atención. No sabía qué era con exactitud pero lo descubriría poco a poco, se encargaría de averiguar que era aquello que escondía. Sonrió.

— Bienvenido, Izuku —  dijo

Todo el salón volteó a verla por el hecho de romper así el silencio. El chico no contestó nada, sólo sonrió y se sonrojó. Volvió a tomar asiento.

— Bien, entonces comencemos —  habló el profesor  — Ah sí, por cierto, yo soy tu...profesor o tutor o como lo quieras ver, Shota Aizawa, ahora sí, comencemos — 

Y comenzó a escribir casi cualquier cosa que se le venía a la cabeza en la pizarra.

Todo aparentemente comenzaba bien.