Agonía

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Dabi no tardó en llegar a dicha mansión, tan pronto como entró escuchó los gritos de dolor y lamentos tanto de los chicos como de Yaoyorozu.

- No pensé que realmente lo hicieras -

- ¿A caso debía dudarlo? Mató a Toga, una pieza clave para el crecimiento de la villanía, no será lo mismo pero la reemplazaré con ella - dijo

- ¿La vas a aceptar? -

- Dañar su mente y estabilidad deshaciendome de esos principales obstáculos es lo mejor que se pude hacer para al fin conseguir su poder - respondía con calma

Pronto se detuvo, Shigaraki se enfadó por eso, así que fue a ver por qué la azabache ya no atacaba.

Trató de abrir la puerta pero estaba bloqueada. Su enojo y frustración crecían mediante forzaba la puerta para abrir.

Del otro lado, Momo había hecho por su propia voluntad una caja fuerte, lo suficientemente pesada como para no abrir la puerta desde el exterior. Logró detenerse y soltar el bate, quitó la venda de los ojos de todos quienes demostraban ya en un estado lamentable.

- No, por favor, perdónenme - pedía con algo de debilidad al haber creado dicho objeto grande

Todos la miraban cansados y con los ojos semi cerrados, todos estaban manchados de sangre, con varios huesos rotos y el rostro casi hinchado por completo, la azabache se lamentaba aun más. La puerta se desintegró gracias al don de Tomura, Momo entró en pánico, alejándose varios pasos de él, la caja fuerte igual se convirtió en polvo.

- No debes detenerte - colocó su pulgar de nuevo en el botón pero gracias al difícil esfuerzo de Todoroki logró congelar su mano.

- Maldita sea, no importa, hagas lo que hagas no podrás librarte de mi - dijo

- No tienes opción, si desintegras el hielo, el botón se destruirá también - decía

El albino asintió.

- Eres lista - dijo con sarcasmo - Pero no estoy solo aquí - y de inmediato Dabi entró para encargarse de la azabache. De verdad que para ellos no había otra opción que matarla y buscar a alguien más.

Yaoyorozu se puso muy alerta, tratando de defenderse y pelear pero estaba cansada y débil, no logró mantenerse por mucho tiempo en pie. Unos cuantos golpes en la cara y abdomen bastaron para someter a la azabache, los ahí presentes comenzaban a temer, Momo podría morir y ellos no podrían hacer nada.

- Hora de desaparecer, niñata - dijo y colocó su mano en todo su rostro, listo para quemar la cabeza de la chica sin embargo un recio sonido vibratorio de parte del quirk de Kyoka desconcentró al chico atemorizante, alejando su mano del rostro de Momo para que después una gran explosión destruyera el lugar, dejando a casi todos bajo los escombros. Por tal hecho, las patrullas y ambulancias no tardaban en llegar.

Todo había terminado ya?

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