Apariencias

Muerte

Ninguna se detenía, pronto el piso de la habitación comenzó a mancharse de sangre.

- Todo el tiempo me mentiste!! -

- Jajaja, no iba a permitir que esa tal Jiro te convenciera de seguir con ella, por eso tuvimos que enviarla lejos!! -  confesaba

- ¡¿Tú estuviste en todo esto?! -  logró tomar sus muñecas y detenerla por el momento, Himico sólo sonrió.

- Claro, cada acción que tomabas o tomaba la gente a tu alrededor fue gracias a nosotros, aunque tal vez esto hubiera funcionado si no te hacíamos matar a tu "tía" jajajajajaja -  se soltó y llevó a la azabache contra la pared, presionando el filo contra su garganta.

- Eras el ejemplo perfecto para que nuestro equipo creciera pero por culpa de tu originalidad, de Todoroki y Jiro todo se echó a perder!! -  presionó más

Las pupilas de Izuku se contraían cada vez más, y su cuerpo seguía sin responder.

La mente de Momo se llenó de recuerdos que ella realmente había formado. Kyoka, su primera y verdadera amiga, Shoto, considerado para ella como su primer amor, Mina, con la que mejor se lleva y Uraraka, su compañera de confianza.

Todo aquello arruinado por culpa de ellos, eso la hizo ser controlada totalmente por la rabia, lo que causó una reacción en su cuerpo, moviendo sus piernas y golpeando las de Toga, haciendo la resbalar.

Golpeó su rostro con furia mientras utilizaba su quirk, pronto la rubia soltó el cuchillo mientras Yaoyorozu seguía con lo mismo, cambiando el objeto con cada golpe.

Pronto Toga fue debilitándose; al notar eso, Shigaraki intentó de nuevo tener el control pero no lo lograba, era casi imposible.

- ¡Momo, detente! -  pidió Midoriya pero no lo escuchó.

Se detuvo hasta que su brazo se cansó, miró a Toga, sonreía sarcásticamente.

- Hubieras sido nuestra mejor arma, pero eso sí, no logras salvarte.... del control mental... jamás, de nada... por arruinar tu vida -  sonrió

Estaba a punto de levantarse de nuevo pero por algún instinto Momo reaccionó velozmente y atravesó la garganta de la chica con un cuchillo. Izuku cerró los ojos, volteando su cabeza hacia otro lado.

Momo se dejó caer, recibiendo el impacto en sus rodillas, con los ojos llenos de lágrimas.

- Controlan mi mente -  susurró  - Ellos... controlan mi mente -  dijo ya un poco más alto

El chico se levantó y se acercó a ella para abrazarla y ofrecerle consuelo que justamente necesitaba.

Shigaraki estaba molesto, su trabajo comenzaba a estropearse por completo. Mal dijo unas cuantas veces y se levantó furioso de donde estaba. Azotando sus manos contra aquella mesa.

- ¿Algo salió mal? -  preguntó aquella sombra

- ¿Que si algo salió mal? ¡¡Claro que salió mal!! ¡Todo salió mal! Ya pedimos a Toga, ¡Maldición! -  comenzó a desesperarse

- Esto es muy mala señal -  susurró ya un poco más calmado

- ¿Y que harás? -  preguntó a dicho chico desquiciado

- Hacerme cargo yo solo, y corregir tantos errores en cinco días, espero lograrlo en menos -  dijo lo último a regañadientes

Kuragiri lo miró dudoso, si esto seguía saliendo-se de control, probablemente toda la Academia se daría cuenta y resultaría peor para todos.

Perder a Toga, era un golpe muy fuerte tanto para el equipo como para Tomura, sin embargo, eso no lo iba a detener. Aquella azabache le quitó algo preciado, bien, él haría lo mismo con ella.

Se dirigió de nuevo al escritorio, miró el botón azul, podrían venir peores consecuencias pero ya era necesario poner las cosas serias. Lo presionó sin dudarlo más.

Momo cayó desmayada, una fuerte intensidad punzante vino de su cabeza, lo que dolió un poco pero la durmió de inmediato.

El pecoso se sobresalto, asustado. Trato de despertarla o hacer algo pero un golpe en la nuca lo hizo perder la conciencia de inmediato. Algo terrible acababa de empezar.