Igualdad

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Compró un poco de comida, comió de prisa y la chicharra sonó. Izuku se dirigió al salón algo nervioso y tímido como cuando llegó, ya sólo faltaban tres horas.

Al entrar al salón, recibió varias miradas fijas. Se dirigió a un lugar a solas donde aún no había nadie.

Miró hacia la ventana, perdiendo su mirada en los árboles, las calles y el cielo, las nubes, las aves y el sonido del viento, hasta que un rostro con grandes ojos apareció frente a él, sorprendiéndolo.

- Hola, ¿cómo estás? -  se sentó a su lado

- Ah, hola, bi..bien y tú? -  contestó, olvidando sus ideas, volviendo a la realidad

- Bien, soy Asuy Tsuyu, un gusto tenerte con nosotros Izuku Midoriya -  le sonrió, extendiendo su mano.

Él la aceptó y sonrió, identificó con facilidad que ella seria de confianza.

- ¿Y..cómo te sientes? ¿Te gusta la academia? -

- Pues sí, es grande, me gusta bastante -

- ¿Hay alguna clase que te emocione o que odies? -  recargó sus manos en la butaca, consiguiendo una conversación normal.

- Por el momento no -  sonrió

Desvió un poco la mirada hacia la puerta, Momo había entrado con la misma sonrisa sincera de siempre, pero repentinamente se borró de su rostro al verlo con Tsuyu.

Aún así, disimulando un poco los ignoró, a pesar de sentir un hueco en el estómago y un dolor de cabeza que indicaba su ira.

Asuy volteó y ubicó a la chica azabache, sonrió y volvió la mirada a Izuku.

- Es bonita, verdad? -  preguntó

- Eh? Ah, sí, bastante -  confesó con su tez un poco rojiza

- Sí, no te culpo, varios han tratado de conquistarla pero no lo logran, Momo es...algo difícil si así le quieres llamar -  sonrió por lo bajo ya que sabía lo necesario de su compañera

- ¿Son amigas? -

- No como tal, solo nos llevamos bien, de hecho, Momo no tiene amigos como tal, sabes? No son relaciones tan formales, la mayoría del tiempo está estudiando, es muy dedicada -  volvió a sonreír

- Oh, ya veo, es una estudiante ejemplar -

- Del salón... -  añadió  - Con la única con la que la he visto relacionarse bien es con Mina -

Izuku se quedó pensando sobre ambas chicas, sonrió, ambas eran las que se habían acercado a él por voluntad.

La profesora de ciencias llegó, animada como de costumbre, de inmediato empezó a escribir en la pizarra.

- ¿Ella quien es? -  preguntó el pecoso

- La profesora de ciencias, la señorita Nemuri Kayama -

- Gracias -  susurró ya que la profesora comenzó a hablar.

En la butaca de en frente, se encontraba Denki, Midoriya al ubicarlo se sintió incómodo al ser una de las personas en reaccionar mal al saber su "discapacidad?"

Sin embargo, de repente volteó y lo miró tanto a él como a Tsuyu.

- Si hace una prueba sorpresa, me pasan las respuestas? -  preguntó sonriendo, guiño el ojo para convencerlos de la complicidad

- No -  contestó la chica

- Que mala, pero Izuku si lo haría verdad mi amigo? - 

Esa palabra hizo saltar de alegría el interior del chico, quien asintió sin pensarlo mucho.

- ¿Lo vez? Él sí lo haría, él si es un buen amigo - 

- Joven Kaminari, deje de distraerse - 

- Ah, sí, es que, se me cayó mi...pluma -  y al fingir tomar aquella pluma invisible, le brindó otra sonrisa de confianza a Izuku.

Ya eran cuatro personas que no tenían problema alguno por su como es, realmente era como si en ese lugar desapareciera toda mala espectativa sobre lo difícil que era conseguir un amigo.

Su mirada fue nuevamente atraída por Momo, al chocar ambas miradas, la chica sonrió e igualmente guiño su ojo, logrando avergonzarlo un poco.

Momo lo tenía claro, sería sencillo lidiar con él. Era ingenuo y muy gentil; siempre tomando en cuenta sus dos opciones. Hacerlo enamorarse a la fuerza o "voluntariamente", no más, no menos.

Mordía su lápiz, pensando en su plan mientras resolvía fórmulas químicas. Sonreía al notar la facilidad del trabajo.

- ¿En qué piensas? -  preguntó Ochaco al lado suyo

- Nada importante pero, tal vez me estoy enamorndo? -  dijo con una amplia sonrisa.

Su compañera abrió con sorpresa sus ojos.

- Oye...eso es bueno, así ya no solo estarás encerrada en tu casa estudiando -  sonrió

- Claro, sería un beneficio...muy grande -  lamió sus labios y prosiguió con su apunte.

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