Ambiente

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Al final de clases, los principales organizadores de aquélla reunión estaban hablando de lo que llevarían.

Izuku caminaba cerca de ellos en dirección al gimnasio pero Eijiro lo detuvo.

- Oye, Izuku! Planeas quedarte a platicar sobre lo que haremos? -

- Eh, me gustaría pero tengo que ir con el profesor Might, solo dígame donde es y si llevo algo -  sonrió

- Es ahí -  Toru le entregó una dirección  - Y sin falta, lleva tu presencia, solo eso -  habló con dulzura para luego despedirse de él

- Bueno, gracias -

- Nos vemos -  dijo la mayoría

El entrenamiento fue el de siempre, al terminar hizo lo que ahora sería su rutina después de ejercitarse así.

Tal y como el día anterior, Momo entró a los vestidores, encontrando a quien quería con la intención de abrir la puerta e irse, si no hubiera sido por ella.

- Hola, Izuku -  dijo en un tono bastante coqueto

- Hola Mo..Momo -  sonrió nervioso

- ¿Vas a ir a la fiesta? -  preguntó, abrazando al pecoso por el cuello, rozando su pecho con el del chico

- Ah, supongo que sí, no creo tener oposiciones -

- Hmm, bien, entonces nos vemos allá -

Se despidió dando un pequeño beso con el cual hacia sentir esas cosas en el estómago del chico.

Llegó a su casa, ayudó a su madre en algunas cosas, hizo los deberes y pidió permiso.

- Oye mamá, te quería preguntar algo - dijo mientras ordenaba los trastes limpios en la alacena

- ¿Qué cosa? -  lo volteó a ver

- ¿Puedo ir a una fiesta? A ésta dirección -  le enseñó aquél papel

- No está tan lejos, claro que puedes ir solo que, ¿a qué hora llegarías? -  preguntó, devolviendo el papel

- No lo sé, empieza a las 4....vuelvo a las 7? -  preguntó

- Con que no llegues rozando las 10 de la noche, está bien - 

- Gracias ma' -  sonrió y siguió con lo suyo

La hora fue llegando, se vistió de forma causal, se despidió de su madre llendo hacia la casa de aquélla chica dónde ya la mayoría iba llegando.

- ¡Izuku! Que bueno que sí hayas venido, ten -  dijo Eijiro

Le ofreció un vaso con limonada, al parecer; lo tomó sin duda mientras caminaban juntos, integrándose entre sus compañeros.

- ¡Izuku! Que bueno que estés aquí! -  se acercó Ashido

Él sólo sonrió.

- Me alegra que vinieras, ya hace dos días que no hablamos -  comenzó a platicar  - Realmente lamento que te hayas llevado esa mala impresión de nosotros -  se excusó

- No...No te preocupes, ya pasó -  sonrió apenado por recordar aquello

- Bueno, ¿Qué tal y si ponemos algo de música? -  preguntó Kirishima, alejándose de ambos chicos.

- ¿Ya te sientes mejor? Escuché que comenzaste a entrenar gracias al profesor All Might -

- Sí, también la señorita Yu, me da ánimo e incluso me aconseja con acciones casi al final de cada entrenamiento, es genial -  sonrió

- Me alegra en serio - 

- Y tú...¿Cómo has estado? -  preguntó ahora él

- Bien, agobiada por levantarme temprano -  contestó

Su plática se fue extendiendo, brindando más confianza en su compañero.

Los demás fueron llegando de poco a poco hasta que aquél patio se fue llenando con platica, risas y la música que comenzaba a un volumen medio.

Izuku y Mina hablaban ya con normalidad, poniéndose al corriente de cada uno.

- Sabes? Te recomiendo que no tomes tanto de esa limonada -  dijo al verlo beber en abundancia

- ¿Por qué? -

- Una de dos, o te duele la cabeza o...vuelves el estómago -  sonrió, dando la clara explicación de lo que se trataba.

Repentinamente, su mirada chocó con la llegada de Yaoyorozu, vestida de una forma casi perfecta.

Esa camisa y pantalón semi ajustados hacían lucir de maravilla su cuerpo.

Mina notó eso, sonrió y le dio un ligero empujón, llamando su atención.

- Ve con ella -  dijo

Sin más que oponerse, fue a su dirección, parecía hipnotizado. Al tenerla en frente las palabras no se articulaban de forma correcta en su boca.

- Momo...Hola...bien vez...te, yo... -  se rindió al escucharse hablar

La chica río y negó, dando la señal de que no era burla aquella risa.

- Inténtalo de nuevo -  sugirió

- Hola...te..vez muy....linda -  dijo a pausa cortada mientras su nerviosismo y sonrojo incrementaban.

- Tú igual te vez bien; ven vamos -  tomó su mano y lo llevó a donde la mayoría bailaba sin importancia alguna de hacer el ridículo.

Eso era lo esencial de esas reuniones.

Pronto, la música comenzó a elevarse de volumen, manteniendo la mente de todos en el éxtasis de la fiesta.

- Oye, Eijiro -  llamó Kaminari

- ¿Qué? -

- ¿Hacemos lo de siempre? -  preguntó tocando una de las bocinas

- Claro!! -  se entusiasmó, abrió el reproductor de las canciones y sacó los cables de siempre.

- Cuando quieras, Denki -

- Bien, ahora vuelvo -  dijo y se marchó, dejando que Kirishima se encargue de ello por un momento.

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