Capítulo VIII

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Su Nombre

- ¡No! -desperté de la pesadilla que estaba tan acostumbrada a soñar desde esa noche, solté un quejido al levantarme de golpe. Mire a mi alrededor, estaba en una especie de sótano, en una mesita al lado de la cama había agua y un sándwich, con una pastilla y una nota -. "Para el dolor" -agarre la pastilla y me la trague con el agua, sin dudarlo.

Me senté en la cama, el uniforme de la cárcel estaba cortado en las partes de mis heridas; estire mi mano, lo cual estaba atada con una soga pero podía moverme libremente, y agarre el sándwich para comerlo, mientras comía escuche una puerta abrirse y a una persona bajar las escaleras del sótano. Por la poca luz no veía bien, pero solo pensaba lo rico que estaba el sándwich.

- ¿Tu nombre? -la voz era la misma que escuche antes de desmayarme -. No me hagas repetirlo -su voz era fría y fuerte, diciendo "yo mando". Termine de tragar y conteste:

-Carla -y mordí otra vez el sándwich, esperando otra pregunta.

-No te preguntare porque te encontré media muerta en el bosque, ni tampoco...

-Recuerdo que dijiste que me dejarías morir, ¿Qué paso? -y mordí de nuevo mi comida. Él se quedó mirándome, procesando que lo interrumpí -. Además me inculparon.

-Te inculparon... -repitió susurrando y soltó una risa sarcástica -. Y decidí ayudarte por que recordé algo que no te incumbe -justo termine de comer -. ¿Cuál fue tu crimen? ¿Por qué escapaste? -el recuerdo me hizo apartar la vista.

-Mataron a mí familia -susurre, suspire y lo mire a los ojos -. Escape para saber quién fue, hice una promesa -con las dos manos agarre el vaso con agua y la bebí. Él solo se quedó mirándome, como si analizará si he mentido o no.

-Te quedaras hasta curarte, luego llamare a la policía y te iras con ellos -apunto hacia una puerta -. Este es el baño, no te daré ni agarraras cosas con filo, estarás atada de manos todo el tiempo, allí tienes ropa -apunto a un pequeño ropero.

- ¿Al menos puedo salir a tomar aire? -pregunte.

-Lo pensare -y camino hasta la escalera.

- ¿Te puedo pedir un favor? -él me miro -. ¿Me cortas el cabello? Ya que no puedo agarrar cosas filosas... -pero se fue sin responder.

Ni siquiera dijo su nombre.

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