Capítulo XXXIV

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Por Fin Te Encontre

El viento cada vez se hacía más fuerte y más frío, y las nubes grises cada vez cubrían el cielo. Ya estaba en el río, ahora empezaba a caminar y encontrar un puente, hice una mueca al escuchar un trueno.

- ¿Cada vez que pise el bosque va a llover? Maldita sea -apresure mi caminar hasta que encontré un puente roto por la mitad.
Seguí caminando buscando un árbol solitario hasta que empezó a lloviznar -. Todos son verdes aburridos -mi mirada de centro en un árbol con flores, un poco alejado de los demás -. Menos este, pero tenía que estar al otro lado -busqué una manera de cruzar y opté por las piedras en el río.

Cuando salté a la penúltima piedra, me di cuenta que el río empezó a crecer, rápidamente salte antes de que me lleve con él. Suspire y mire el árbol, mire a mi alrededor y más dentro del bosque había otro árbol con flores, y lo seguí. Camine minutos hasta chocar con una mansión con rejas a su alrededor.

- ¡Quieta! -y vi varias luces rojas en mi pecho, de francotiradores. Miré hacia los árboles y los vi, sonreí por la protección que tenían.

-Vengo a hablar con Thomas Blake -digo.

-Contraseña, por favor -mire la reja donde se encontraba un señor con arma en mano.

- ¿Disculpe? -hable mientras me acercaba, ¿acaso la contraseña del cuento también es real? -. Siempre creí que esa contraseña era inútil -susurre -. La familia estará contigo.

Sin perder tiempo, el hombre abrió la reja. Entre y vi la mansión detalladamente, es como lo mencionaba mi madre. Mientras caminábamos hasta la entrada cada hombre de aquí me miraba raro.

-Por aquí, por favor -entramos por la puerta principal viendo un salón gigante, no pude detallar nada ya que empezamos a subir por las escaleras, él se detuvo en una puerta, estaba por golpear pero la puerta se abre donde un joven sale enojado chocando mi hombro.

-Cuidado -dije mirándolo, él me lanza una mirada asesina.

Es el muchacho de la foto.

-Hola, Don. Una niña quiere hablar con usted -logre escuchar, voltee los ojos al escuchar risas.

-Que pase -respire hondo y pase, en el despacho estaban dos hombres que solo se limitaron a mirarme, pero solo me interesa el que se puso alerta con tan solo verme entrar.

-Por fin te encuentro -dije sonriéndole provocando que se levante y saque un cuchillo.

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