Revenge

Capítulo XXXVI

¿Con quién estoy hablando?

Thomas se quedó pensando en silencio, si me daba permiso de quedarme o no, mientras miraba a Rayler arrodillado y atado de mano, ¿algo más humillante que eso?

-Está bien, te quedaras, tengo curiosidad de ese asunto -habló recostándose en su asiento detrás del escritorio -. Y quiero una explicación.

- ¿Me desatas primero?

-Por mi te mueres de hambre -me levanto y me acerco a él, me agacho para estar frente suyo, pongo su daga en su mejilla haciéndole un corte -. Luego hablaré contigo, y si piensas escapar no valdrá la pena, ya que te encontraré y te mataré -le susurre.

-Está bien -sonreí, me pare y lo desate, él se paró y le di su daga -. Con permiso -y salió del despacho.

-Bien, siéntate y cuéntame sobre esa noche -mire a Thomas.

-Perdón, pero eso será más adelante -me senté en la silla frente a su escritorio -. Juro que te lo diré, eres la persona quien merece la verdad -él me miró por un largo rato.

-Eres idéntica a ella, ¿sabías? -y sonreí.

-Ella escribía mucho de ti en su diario -me reí -. No conocía ese lado cursi de ella -y los dos nos reímos, estamos ganando confianza.

-Le ofrecí quedarse aquí contigo, pero se negó, no quería involucrarte en la mafia. Así que nuestro único contacto eran las cartas, iba algunas veces a verte pero un día solo dejo de mandar cartas diariamente -y volteo un retrato que tenía en su escritorio, donde estaban él y ella -. Mande a Rayler al escuchar de esa noche, para que encuentre al culpable y que lo mate, pero al parecer no encontró nada.

-Con la forma en la que pelea se nota que no es inteligente -los dos sonreímos.

-Y dime, no me dijo el motivo de porque se volvió distante, pero me habló de ti -lo mire.

- ¿Sobre qué cosa? -pregunte confundida.

-Sabes perfectamente de lo que hablo, ella estaba preocupada por tus cambios de humor a tus seis años, investigó y llegó a una conclusión -apoyó sus codos en el escritorio y me miró fijo -. ¿Con quién estoy hablando? Con qué personalidad.

Sonreí.