Capítulo XXXIX

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En Donde Me Acabo De Meter

- ¿Sabes que te pasara? -me pare y saque el cuchillo de la mesa.

-No -camine lentamente hasta quedar detrás de él.

-Voy a jugar un juego -agarre su cabello naranja e hice que mirara para arriba -. En los próximos 3 días te torturare de diferentes maneras, cada cuatros horas tendrás que estar en alerta -acerque el cuchillo en su cuello para cortarlo un poco -. El juego acaba de comenzar, y te advierto, duermo poco -solté su cabello y clavé el cuchillo en la mesa, a unos milímetros de su mano -. También espero tu confesión de lo que hiciste en tres días -saqué el cuchillo y me fui caminando.

Se merece más y algo peor, pero con ese juego me conformo y con su miedo.

Cuando estaba por irme por las escaleras, me crucé con una empleada con una bandeja con un postre, yéndose hacia las escaleras.

- ¿Es para Gian? -pregunte, ella asintió -. Se lo daré yo -le saque la bandeja y subí las escaleras. Ya en el pasillo logre ver a Thom golpear numerosamente una puerta, camine hacia él.

-No quiere ni escucharme -suspiro -. Fui impulsivo -se pasó la mano por su cabellera canosa y se fue.

Lástima que yo no hago caso a nadie. Agarré la bandeja con una mano, saqué el cuchillo y abrí la puerta.

- ¿Pero qué mierda? ¿No sabes qué es privacidad? -lo escucho mientras dejaba la bandeja en una cómoda -. Largo -voltee, estaba cerca mío -, no te quiero aquí.

-Me tendrás que aguantar por tres días -me crucé de brazos -. Necesitamos hablar.

- ¡He dicho que te fueras! -trató de golpearme pero lo esquivé.

-Yo no quiero el puesto de Jefa.

- ¡No te creo! -y otra vez trato de golpearme, logre defenderme.

-Solo vine por un problema -y otro golpe -. Te juro que no quiero tu puesto -me miro enojado, su respiración estaba acelerada y sus manos en puños, listos para tirar otro golpe.

-Yo tampoco lo quería -susurro despacio, rendido, pero lo escuche claramente.

- ¿Eh?

-Desde pequeño no fui importante para nadie, era invisible -camino hasta su cama y se sentó -. Pero cuando mi padre anunció que un día sería Jefe todos me adoraban, quería sentirme así, pero no quería ser Jefe -y me miró. Yo solo lo miraba sin entender.

- ¿Y por qué mierda me querías golpear? ¿Gaste energía esquivando tus golpes?

-Porque estas 10 minutos aquí y te ofrece el puesto que me hace especial, y también tenía ganas de golpear algo.

Joder, en donde me acabo de meter.

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