Capítulo XVII

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El Plan

-Lo siento, pero insistiré.

Mierda.

Respire hondo y le dedique una sonrisa al policía antes de que se aleje y hablara por su walkie talkie pidiendo una ambulancia, pero no se alejó lo suficiente al decir "y refuerzos". Todos los murmullos que se escuchaban se detuvieron de repente, como si alguien apretara el botón de silencio.

Pero ya estaba en la cocina esquivando a todos los cocineros que iban de aquí para allá. En una de las mesas vi unas empanadas, agarre dos y salí por la puerta que daba al exterior, suerte que dejo de llover. Camine con una empanada en mi boca mientras acomodaba mi cabello, y me sacaba el anteojo.

- ¡Quieta! ¡O disparo! -me detuve al escucharlo y luego el típico sonido de sacarle el seguro al arma -. ¡Date la vuelta! -levante mis manos (en una mano tenia una empanada) y me voltee lentamente. El policía miro raro la empanada en mi boca, pero no presto atención. Lentamente agarré la empanada de mi boca y la mordí.

-Perdón, es que tengo hambre -y comí la primera empanada. Tenía tanta hambre que las dos empanadas me las comí de un bocado, no me llenaba dos empanadas, pero escapar con el estómago vacío es peor.

-Bien, ya comiste, ahora quieta -alce las manos de nuevo. Mire el cielo, seguía nublado pero el viento aún seguía presente. Ya me estaba cansando de estar parada y con los brazos arriba, y sin plan.

Repacemos, el policía me apuntaba atento a cualquier movimiento, mientras saboreaba aun la empanada que había comido, con un delantal sucio...

Sonreí al pensar en algo. Pero tenía que ponerlo en práctica ya, porque las sirenas de las patrullas se estaban acercando poco a poco. Puse mis manos en la nuca desatándome el delantal, él estaba demasiado atento, en su walkie talkie se escuchaban las conversaciones estresantes de los demás policías.

-Oye, ahora que lo pienso. ¿No tenías un compañero? -sin respuesta. Desate el nudo de la nuca, ahora toca el nudo de la cadera. Mire el delantal sucio y al policía con una sonrisa -. ¿Crees en la magia? -ni un pestañe, será difícil -. Este truco consiste en no quitar la vista del delantal -respire hondo y levante el delantal hasta cubrir mi rostro y torso.

- ¡Bájala! -rápidamente mire hacia atrás, el bosque estaba cerca. Y baje el delantal -. Dije que no te muevas.

-Solo no pierdas de vista el delantal...

RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora