Revenge

Capítulo XII

Si Serás...

- ¡Suéltame! -esa voz...

Con la vista busque a la niña, un policía la estaba agarrando del brazo mientras que ella trataba de zafarse. Apreté fuerte la navaja y la tire, el policía cayó al suelo por el dolor en su muslo, la niña busco con la mirada hasta encontrarme, me sonrió, agarro la navaja y se fue corriendo.

Esa niña tiene más agallas que yo.

Rodee el pueblo enojada y preocupada hasta llegar a la casa de Nick, evitando que alguien me mire observe dentro de su casa. La anciana estaba en el sillón llorando con una bolsa de hielo en su ojo, Nicklas estaba hablando con un policía, intentando no explotar con un policía. Cerré mi mano en puño con fuerza.

Él no puede explotar.

Pero yo sí.

El policía se fue a la segunda planta, aproveché para acercarme a la ventana de atrás y entrar, la anciana me vio, pero puse un dedo en mi labio diciendo "haz silencio", ella asintió y quedo nerviosa en el sillón. Con paso lento fui a la cocina y agarré un cuchillo, me escondí a un lado de la isla al escuchar como subían las escaleras del sótano.

- ¡Jefe! ¡Estuvo aquí! -y el policía que subió arriba bajo rápidamente -. Encontramos la ropa de la prisión y el chaleco.

- ¿Entienden que ayudaron a una criminal? -hablo con voz seca a Nick -. ¡¿Dónde está?! -y grito.

Guarde el cuchillo en mi pantalón y respire hondo, una sonrisa se formó en mi rostro al escucharlo.

-No lo sé, tal vez ya se abra escapado, y no creo que esa chica pudiera escapar sola de su cárcel...

- ¡Esa perra...! -y le estampe un florero en la cabeza para que se calle. Nicklas retrocedió al verme, pero me aleje al escuchar el Wocky Tocky de uno de los policías detrás mío.

-La... -le tire el cuchillo a su muslo y cayo llorando al suelo.

-Si serás... -el otro se quería acercar, pero le avente una silla del comedor, corrí a él y lo empuje cayéndome encima de él, varios golpes le di no antes de que él voltee y que yo quede abajo recibiendo golpes, a puro tanteo encontré algo duro y lo avente en la cabeza dejándolo inconsciente, era una estatua.

Me levante agitada, la abuela ya no estaba en el sillón, voltee, pero alce mis manos al verlo con una pistola.