Aedus estaba sumamente nervioso, sus manos sudaban y su corazón parecía poder detenerse en cualquier momento.
Le gustaba Narcissa, pero no podía evitar preguntarse si estaba haciendo lo correcto. Como si con cada paso que diera existiera la posibilidad de caer al vacío. ¿Era normal sentirte tan fuera de control? No le gustaba eso.
Suspira antes de mirarse al espejo por última vez, se veía bien, su cabello estaba bien peinado de la forma que le gusta, y su vestimenta estaba impecable. Entonces, si todo parecía estar bajo control ¿por qué sentía que vomitaría apenas saliera de la habitación?
—Te ves genial.
—¿Tú crees?
Altair sonríe mientras se acerca al de menor estatura (siempre presumiría los tres centímetros que le llevaba de ventaja) dispuesto a animarlo.
—No estes tan nervioso, le gustas a Narcissa, y este solo es otro paso que dar para avanzar en la relación que ya están creando —colocó una mano en el hombro de su amigo—. Además, que sepas que me sentiré muy decepcionado si no vas y la enamoras más.
—Gracias —es instantánea la forma en que su cuerpo se relaja.
Altair siempre le hacía sentir bien, confiado y tranquilo. Es por eso que lo quiere tanto. Ojalá todo fuera tan fácil como estar junto a él.
Ojalá estar con Narcissa se sintiera tan correcto y fácil.
Regulus en serio intenta concentrarse en la plática que mantiene con su hermano, pero no puede evitar que su atención esté en otra parte. Y no le mal entiendan, ama a su hermano y le gustaba pasar tiempo con él, sin embargo no podía apartar la mirada de Harry y Draco, quienes se encontraban uno al lado del otro, tan juntos que si lanzaba un hechizo probablemente impactaría a ambos.
Es tan extraña la amistad que ambos tienen que no puede evitar cuestionarla.
Hay algo que no es normal. Sabe que se está perdiendo de algo. Pero ¿que es?
—¿Estas gruñendo? —Sirius preguntó burlesco, intentando no reír ante la imagen de su hermano molesto y gruñendo por razones que no entiende.
—Claro que no —se obligó a dejar de observar al par de amigos—. ¿Y cuando le dirás que te gusta?
—¿Eh? —sin duda no esperaba aquella pregunta de su hermano, tan directo con ese tipo de cosas—. Remus ha dejado claro que no siente nada por mi.
—¿Fue directamente? —Sirius negó, solo habían sido insinuaciones—. ¿Y aceptaras aquello así como si nada? —estaba confundido, ¿desde cuando su hermano deja pasar las cosas así?—. Pueden haber cientos de motivos por los cuales te evita, sabes como es el, siempre hay algo que lo detiene. Es un chico inseguro, y tu un coqueto popular que todas las chicas quieren, ¿no crees que puede tomarse tus insinuaciones como broma? —chasquea la lengua—. Así que irás, hablaras con él y le demostrarás que realmente le quieres.
Sirius se mantuvo en silencio por algunos segundos, analizando las palabras dichas por su hermano menor y dándose cuenta de que tenía razón. Remus era inseguro, y él tenía una mala reputación, era obvio que no le tomaría en serio de esa manera. Sin contar que ha bromeado demasiado con James sobre estar enamorado de él, podría no estarle prestando verdadera atención.
—Tienes razón —admitió con una pequeña sonrisa más confiada—. Gracias Reg —no puede evitar abrazarle.
Tiempo atrás había temido perder esto. La complicidad, el cariño y la cercanía con su hermano, le aterraba no poder recuperarlo. Y tenerlo ahí, apoyándolo y escuchándole era más de lo que podía pedir.
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Vuelta atrás.
FanfictionLa muerte decide darle a su amo la oportunidad de cambiar el pasado y enmendar cada error cometido, claro nunca especificó que tanto cambiaría. Harry renace en 1961 como hijo de Fleamont y Euphemia Potter.