—¡Fleamont! —el gritó de la mujer resonó por toda la sala, haciendo que incluso algunos temieran por la integridad del patriarca de la familia.
—¿Si, Euphemia? —pregunto bastante cauteloso el mago, estando seguro de las palabras que proseguían ante ese grito, no por nada había pasado por lo mismo hacía poco más de un año.
—¡Te juro que no volverás a-! —sus palabras fueron cortadas por el llanto de un pequeño bebé, que fue posteriormente colocado en sus brazos luego de rápidos chequeos para asegurarse de que todo estuviera en orden—. ¡Oh por Merlin! Míralo Fleamont, es tan hermoso —sollozo suavemente viendo al nuevo integrante de la familia.
Y es como si el simple hecho de tener al niño en brazos alejara toda molestia de su sistema.
Pasaron algunos minutos antes de que Fleamont pudiera tomar al pequeño en brazos, admirando así su más reciente creación.
No pudo contener un jadeo al notar el par de gemas que tenía por ojos, y aún en su estado de shock, intento recordar si algún antepasado tenía ese bello tono de verde, no obteniendo resultado alguno pero restándole rápidamente importancia.Sus ojos comenzaron a picar por las lágrimas contenidas y su garganta se cerró momentáneamente.
Realmente nada podría quitarle la felicidad que sentía en esos momentos, durante años habían creído que no podrían tener hijos, intentando de todo sin resultado alguno, por lo que cuando se enteraron de que James venía en camino lo vieron como una maravillosa sorpresa que tomaron como un regalo, lo que justificaba su impresión al saber poco después del nacimiento de su primogénito venía un nuevo integrante a la familia.
—Harrison Potter — susurro con orgullo viendo a su hijo y esposa—. Prometo que jamás te faltará nada —beso suavemente su cabeza y miró a su esposa con una gran sonrisa—. Tenemos unos hijos hermosos Euphemia —y esta vez se encargó de besar de la forma más delicada a su esposa.
—Los tenemos Fleamont, los tenemos —aseguro sonriente.
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—Solo un poco —intento negociar el hombre frente a sus dos hijos, a lo que ambos se miraron fijamente por un par de segundos antes de volver su vista a él y comenzar a jugar con la comida de nuevo—. ¡Merlin! —exclamó frustrado.
¿Por qué era tan difícil alimentar a niños pequeños? ¿Por qué era tan difícil cuidar a ese par de niños revoltosos que parecían ponerse de acuerdo para complicar las cosas?
Y como si fuera para sacarlo de sus pensamientos un poco de puré aterrizó en su cabello. Fleamont solo pudo abrir muy grande los ojos y mirar al pequeño culpable de dicho suceso.
Porque por supuesto que sabía quien era el culpable.
—¡Harrison no hagas eso! —regaño con la voz baja y autoritaria, pero sin estar realmente molesto, el cariño era palpable en cada palabra.
No podían culparlo, ¡Eran sus bolitas! ¿Como se podría molestar con ellas?—¡Pa! —gritó el menor moviendo sus manitas de arriba abajo en una clara emoción, secundado por las risas contentas de James.
Fleamont lo miró sorprendido, dejando su sonrisa salir poco a poco, hasta que por fin pudo reaccionar.
—¡Merlin! ¡Lo has dicho! —sonrió mientras se alejaba un poco de los infantes—. ¡Euphemia! ¡Ven escucha esto! —llamó a su esposa mientras veía con adoración a sus hijos.
La mujer entró por la puerta con un porte elegante que gritaba sangre pura, sin embargo su rostro era cálido hacia su esposo e hijos. Rápidamente intento descifrar qué sucedía allí dentro para enloquecer a su esposo.
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Vuelta atrás.
FanfictionLa muerte decide darle a su amo la oportunidad de cambiar el pasado y enmendar cada error cometido, claro nunca especificó que tanto cambiaría. Harry renace en 1961 como hijo de Fleamont y Euphemia Potter.