🍦; Viseul VII; Pastel

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Primero tomó el vaso con una bebida que no conocía, luego lo que no pensó llegar a pedir en ningún momento por el costo, ahí se dio cuenta que esa cuenta que Ryujin le dio, era más falsa que cualquier otra cosa en su vida

"Ryujin dijo que te notó rara, espero que esto te anime"

Lo que más le dio ternura, fue el corazón mal dibujado a un costado de la frase. El papel estaba bien hecho a un lado de la bebida, en medio de esta y el pastel que parecía de su sabor favorito, de seguro Kahei lo había tirado al azar, y vaya que la pudo descifrar

—¿Y si no le gusta ese sabor?— Mirando desde el otro lado, estaba Kahei que se volvió insegura

—Vivi, no jodas— Dijo Ryujin que no podía disimular el estar mirando a Haseul en comparación a su compañera —No importa eso. De seguro sí, tiene cara de comer de todo lo que le des en la boca—

—Sí, bueno...— Bajó la cabeza

Por otro lado, seguía Haseul con muchas cosas en su cabeza, todo lo que Kahei le había dado, estaba fuera de su imaginación, todo estaba hecho bien y tenía su total cariño en él. Tomaba un poco de lo que se suponía que era el café que pidió, la cual no era, y solo se aseguraba que no todo lo más rico que ha probado, a sido un día en esa cafetería, no había algo que no le saliera mal

Sin darse cuenta, había otro papel que venía con los chocolates

"Dije que quería saber tus gustos, pero es algo difícil adivinar, después de lo que dijo Ryujin no sabía qué podía hacer en pocos minutos como para impresionarte. Nunca habías comido un pastel aquí, así que te lo di.

La remera que usaste se impregnó un poco de un olor a coco, me gusta bastante, no pude dejar de pensar si ese era tu olor"

Haseul cuando dejó de leer, por impulso acercó un pelo a su nariz y le sintió el olor, había un olor a coco claro, después dirigió un pedazo de su polera y también sintió el olor. Lo que Haseul menos se preocupaba de su apariencia era su olor, claro que hacía lo posible porque sea bueno, pero nunca de mantener el mismo perfume y echarse las mismas cantidades de forma que sea su sello, solo era ella 

—Hey, Vivi— volvió a llamar Ryujin, la otra no podía concentrarse mucho en el trabajo por estar mirando cada dos minutos a la de pelos cortos

—¿Si?— Buscó la mirada de su amiga a través de orificios

—Yo creo que le gustó bastante. Dijiste que tenías más cosas en la mente, ¿Qué es?—

—La verdad no tuve el tiempo para hacerlas—  Mintió, porque la realidad era que su mente se vio nublada por unos momentos y a la vez también se iba a quedar sin tiempo —Puede quedar para otro día, pero no sabría que día para prepararme—

—Dale otra cosa y citala para un día, o más simple, anda a hablarle—

—No— Desvío la mirada con vergüenza —Estoy bien aquí, muchas gracias—

—Podemos decirle a Sakura que termine su tonteo y entre, para que vayas y Sunwoo se quede aquí— Volvió a ofrecer con esperanzas

—No, gracias— Volvió a repetir —Pero sí, diganle a esa idiota que entre—

—Sí, más que nada para que Sunwoo haga esto y tú puedas relajarte un momento, solo hacer el trabajo de él—

—Sí... Tengo una idea— Dicho esto, Kahei se perdió mas de lo que estaba ahí dentro

—Bueno, si me disculpas— Ryujin se fue en camino a Sakura debido que no entraba nadie más al local

—¡Hey, idiota!— Kahei llamó a Sunwoo que estaba sacando un poco de azúcar de las que están en las mesas

¡Vecina, Su Hija! /LOONA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora