4 Familias, todas vecinas, cada pareja tenía una hija y las 4 niñas tenían edades cercanas, cada pareja era muy distinta, 12 personas interactuan dentro de un espacio separadas por puertas y paredes
¿Será que vivir en un departamento con unas vecina...
—Que lindo día para vivir— Dijo Heejin tomando aire desde los profundos pulmones, sentía el clima a su favor a esas horas de la mañana
—Oye— Llamó Haseul
—Que mal día para vivir—
—Tengo que hablar en serio contigo y tu novia— Haseul se cruzó de brazos para mirarla, el mal genio le estaba ganando, era algo normal ya de estar hablando con Heejin o Hyunjin con un mal genio, sin embargo, ahí estaba buscando ayudarlas
—¿¡Tú!?, ¿¡Hablar con nosotras!?— Heejin exageró su sopresa, haciendo a Haseul sentirse el doble de enojada que antes, dando un suspiro frente a esas preguntas con burla
—¡Ni estando en la calle dejas de ser un maldito dolor de cabeza!, ¿Puedes escucharme una vez en tu vida sin estar bromeando?—
—Perdón— Hizo una exageración digna de un teatro, con sus brazos se abraza a sí misma y hace como que llora ante las crueles palabras de Haseul
—Ahg— Se quejó y tomó su cabeza, se convenció a sí misma que estaba ahí por Kahei y no por esas dos —¿Me vas a escuchar?— Ahora habló más calmada que antes, aún mirando mal a la pose que tenía Heejin de dramática y de actora de teatro nivel profesional
—Dejame que primero voy a revisar si me importa— Hizo como que buscaba en su bolsillo
—Juro que te importa— Se cruzó de brazos y retrocedió un paso firme
—Uh~— Exageró el movimiento de sus labios —A ver, dime... Viniendo de ti, creo que acepto si me ofreces un trono con la reina Isabel—
Haseul solo rodó sus ojos una vez más
—Hay una oportunidad para ustedes de trabajar— Le anunció —Si lo hacen bien, se pagará todo lo que deban y comenzarán de apoco a pagar deudas hasta que trabajen de forma normal, sin deber nada a nadie y ganando lo que deberían ganar— Continuó con una voz normal, Heejin tenía su mirada relajada por lo que no se alteraba
—¿Qué clase de broma es esa?, ¿Vas a venderme?— Hizo pose indignada y llevó la mano al pecho —Lo pensé, pero es imposible, yo no me vendo y menos dejo que Hyunjin lo haga— Entonces Haseul perdió la paciencia
—¡No, idiota!— Le gritó molesta y la otra le hizo un puchero burlona —te estoy hablando de una posibilidad única en tu maldita vida que no dejes tu casa, que no alejes a tu hija del lugar que le gusta, qus dejes de vivir en el auto, que no le debas dinero a tu familia, ¡Y que te quedes aquí, pero pareces no entenderme!—
—Perdón— Volvió a disculparse, juntó ambos dedos avergonzada
—¿Te doy más detalles?— Otra voz se escuchó, siendo Kahei apareciendo de nuevo de la nada, con el teléfono en sus manos
—Llego a pensar que ese teléfono te da una vida diferente— Comentó Heejin graciosa y se acercó a Kahei para ver —Vamos muestra—
Entonces ellas dos comenzaron a ver el celular de Kahei mientras esta movía y tecleaba, se notaba que estaban más que concentradas en eso
—¿Es en serio?— Dijo Haseul cuando se dio cuenta que la estaban ignorando especialmente a ella
—Sí, es en serio— Hyunjin llegó de la nada, colocó su codo en el de Haseul y miró hacia al lado, para burlarse de su estatura
—Ahg...— Alejó el codo de la otra y rodó sus ojos nuevamente
—Yo venía en total paz, ¿Acaso quieres pelear conmigo?— Con sus manos hizo una seña de que estaba en posición lista para atacarla y levantó sus cejas
—¡Mejor pon atención a lo que ellas están haciendo!— Apuntó a Heejin y Kahei que parecían hablar un idioma raro algo robótico —Que tú también eres parte de esto—
—¿Mañana?— Preguntó Heejin mirando hacia la mayor, mirando con sorpresa y con picardía
—Mañana—
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