💌; LipSoul III; La de la carta

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—Ya no quiero— Jinsoul comenzó a tirarse para atrás con la idea, una nueva carta estaba en su mano, en esta decía su nombre y también su clase, como también le recordaba algo con lindas palabras, simplemente con decirle que le encantaba algo de ella, como su pelo o sus ojos

—Jinsoul~— Hizo un canturreo infantil y miraba discriminante hacia su amiga —No te va a decir nada, bueno... Tampoco creo que lo haga si es que no te acercas tú, pero yo creo que no te va a juzgar, lo contrario, va a pensar que alguien piensa bien de ella. De seguro que piensa que todos creen que ella es una amargada, si tú llegas y le dices que sus ojos son bonitos, de seguro le arreglas el día entero o la semana— Abrió sus brazos para indicar que hablaba algo obvio y su sonrisa también iba con la misma intención

Habían estado toda la clase hablando sobre la carta que la pelinegra iría a dejar en el casillero de la rubia, sin embargo, apesar de haber mostrado ambas mucha emoción, ahora una sola estaba manteniendo esa emoción

—Pero... Mi dignidad— ¿Cuál?

—Ay Jinsoul, por favor~— Golpeó la mesa frente a ella y la nombrada salió de su escondite donde ocultaba su cabeza entre sus brazos —Para empezar, nunca has tenido un poco de dignidad y todos lo saben. Segundo, si llegaras a tener, no vas a perder absolutamente nada, ni la dignidad o lo que sea, te ganas una persona que llama tu atención y quieres con tu corazón— Habló muy inspirada, cada vez estaba mucho más emocionada que Jinsoul ante la situación de las cartas en el casillero de la rubia, y solo quería que ellas dieran un paso como saber mutuamente el interés en conocerse

—Siento que pierdo de todo, de seguro no le importa... Sabes que ella no parece tener un interés en acercarse al mundo y a las personas a su alrededor, ¡De verdad que mientras camina evita hasta tocar a la gente!— Con sus brazos exageró movimientos, señalando su cabeza y luego hacia el frente

—Yo...— Sana comenzó a pensar sobre la situación y también lo poco que analizaba en Jungeun —Creo que ella es así, díficil de acercarse a las personas, de seguro ella no es capaz de hacerlo, pero quiere conocer gente. Y nosotros somos perfectos para acercarnos, ¡Tú!—

—¿Ah?— Frunció su ceño, entre confundida y molesta

—Eres considerada la rara de la escuela, a ella le están diciendo también rara, ¡Es perfecto!— Sana mostró emoción comparada al poco ánimo de Jinsoul —Ella necesita gente cerca y no es capaz de hablar por si misma. Si tú le hablas, de seguro puede que se abra y te deje entrar a su vida, ya demostró que no le molestabas, y vamos que San dijo que mostraba una cara de enojada todo el tiempo cuando un compañero simplemente botaba una basura pequeña al suelo—

—Hagamos algo— Jinsoul abrió la carta que había hecho y tomó su lápiz para cambiar algo —Voy a escribir que si ella tiene un interés en conocerme o que seamos amigas, me tiene que dar una respuesta con otra carta, pondré dónde queda exactamente mi casillero y cómo luce por fuera. Si no responde, tomaré como si no le importa y no le vuelvo a hablar para no molestarla nunca más en la vida. Lo último que pido... Es que tú dejes la carta en su casillero, sin mi presencia ahí en los hechos— Mientras le hablaba a su amiga, comenzó a escribir lo que estaba contando, fijándose que su letra no se vuelva un desastre

—Me agrada— Opinó Sana, cruzó su brazos y asintió convencida, era la mejor forma para sacar cada duda de sus cabezas, sabrían si Jungeun tiene algún interés mutuo en Jinsoul o si simplemente no siente nada y no quiere nada, así ya no peleaban por la incertidumbre de la rubia —¿Qué harás si te responde?—

—¿Acercarme?— Terminó de escribir lo prometido y marcó el punto final de su escritura —No lo sé, también depende de lo que diga. Como está la mayor posibilidad de que sea una respuesta muy seca, yo digo que tengo que ir pensando qué excusa usar para estar cerca de ella—

¡Vecina, Su Hija! /LOONA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora