¡Vecina, Su Hija! /LOONA/

🍦; Viseul X; Final

¿La vida de Haseul había mejorado?

La vida de Haseul había mejorado.

—¡Feliz mes!— Concluyó Kahei brindando una pequeña caja con un obsequio hacia su novia

—¡Te dije que no era necesario!— Respondió tomando esta entre sus manos para comenzar con apreciar el dedicado empaque de la caja de color rosado

—Me diste uno en la noche y no me podía quedar tranquila— Dijo sentándose frente a ella en su lugar habitual —Después de una docena de mi marca favorita de café, no me voy a quedar así. Este regalo es para ti y solo para ti, porque yo quiero darle a mi novia lo mejor—

—Gracias... —Dijo en un hilo de voz, totalmente deslumbrada por el paquete frente suyo, sacando la cinta que lo cubría, cuando sacó esta, automáticamente se abrió la caja, dejando de ver un conjunto de ropa frente suyo —No me digas...—

—Lo miraste mucho esa vez en la tienda, así que creí que sería perfecto para alguien como tú— Dijo con una sonrisa

Por parte de Haseul, no prefirió responder y solo se levantó para rodear la mesa del local y para caer en los brazos de Kahei, esta rápidamente reacciona devolviendo el abrazo y acariciando su espalda 

Cuando se separaron del largo abrazo que se dieron, Haseul dejó un beso en los labios contrarios y se devolvió a su asiento para ver mejor el regalo que su novia le había dado, era no solo una prenda, era un jeans, una remera y un abrigo tipo sweater

—¿Cómo sabes mis tallas?— Preguntó tomando el sweater en sus manos, que era su favorito si se podía decir así

—No es que haya estado husmeando en tu ropa, pero eso es exactamente lo que hice— Afirmó muy normal para lo que estaba diciendo, algo típico de Kahei

—Ahora lo entiendo...— Da un respiro sabiendo que no había solución para alguien como Kahei —Pasando a otro tema, me gustaría probarmelos de verdad, pero no he visto a Sakura desocupar el baño y el público no es de mi tipo—

—No seas exagerada, no te va a dar algo por usarlo una vez. De todas formas, prueba todo eso en casa, ya verás que es mucho más cómodo y te podrás sentir mejor probando cada una de las ropas—

—Sí, bueno...— Bajó las cosas y las comenzó a guardar, estaban en un lugar de comidas y sabía que podía ensuciarse las cosas nuevas —Haré eso que dices— Haseul volvió a dejar todo en su lugar para después guardarlo

—Disculpe— Una voz completamente desconocida y externa, se hizo presente al lado de ellas que daba al pasillo de las mesas, cuando voltearon se encontraron con un pequeño niño de rostro como extranjero, pero extrañamente hablaba bien

—¿Si?— Preguntó Haseul con extrañeza

—¿Alguna tiene un caramelo?— Preguntó inocente, Haseul le costó procesar sus palabras mal dichas, pero lo entendió

—Eh... No, yo no— Intentó evadir lo de una forma —Tal vez tengas que ir a preguntarle a una de las personas que atienden, pero vale dinero— Como si la persona con la que estaba compartiendo no fuera de esas

—Lo sé, pero quiero que me den uno sin darles algo— Hizo un pequeño puchero

—Sí hay, pequeño— Kahei al hablar, dejó con sorpresa a los otros que reaccionaron de esa forma —Tengo unos cuantos, ¿Qué clase te gustan?—

—Cualquiera— Sonrió alegre, con sus ojos brillantes hacia Kahei

—Primero que nada, entremos en confianza, ¿Cómo te llamas?— Acercó su rostro hacia el pequeño