37.- Vivi la que puede todo, Vivi salva otra vez

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Al terminar su trabajo, comenzó a lavar los platos sucios, cosa que pocas veces hacía con ánimo o con una sonrisa, esa vez, Kahei estaba cantando una canción mientras lo hacía, moviendo su mano al ritmo de la canción que cantaba sin ninguna pista que la esté guiando, solo su conocimiento en la adorada música

En toda su alegría, su canto se vio interrumpido cuando escuchó un grito de parte de Yeojin desde la sala de estar, era un grito de susto. Kahei sabía reconocer un poco los gritos de Yeojin, parecía loco, pero podía adivinar que el grito era de susto y probablemente, o era una araña o tal vez un fantasma que se haya creado en su mente

—¿Yeojin?— dejó los platos donde corresponde y también todo los implementos que usa para limpiar cada grasa en ellos —¿Sucede algo?, ¿Por qué ese grito?— preguntaba y no obtenía ninguna respuesta

Al acercarse hacia la sala principal, de verdad no lo imaginaba, no se le pasó por la mente. El grito de Yeojin era por un gato que entró por la ventana, de verdad que no esperaba que Yeojin esté gritando por un gato, que a su vista se veía inocente

—¿Un gato?— Preguntó sin darle mucha importancia a que un gato esté dentro de su casa —¿Por eso gritaste tan fuerte?— se comenzó a acercar al felino que parecía muy tranquilo

—No, es que es muy... ¡Muy raro!— se exaltó al hablar y también llegó a dar un salto en su lugar 

—¿Raro?, ¿Por qué?— cada vez acercaba más su mano, muy lenta por si asustaba al animal que estaba ahí en frente suyo, reposado en la alfombra y casi debajo de la mesa, parecía como esparar el momento perfecto para correr lejos del tacto que le daría Kahei

—¡Es raro!— repitió Yeojin con su voz de asustada, solo quería que Kahei también sintiera miedo

Cuando estuvo apunto de tocar al felino, este salió corriendo disparado hacia cualquier otra dirección dentro de la casa

—¡Lo dije!— volvió a exclamar la más pequeña, apuntando hacia donde se fue el animal

—¡Espera!— le gritó inútilmente al gato que comenzó a correr a hacer desastres. Definitivamente no lo iba a tomar nunca si lo perseguía como cualquier persona lo haría, Kahei es algo diferente, ella si se proponía algo, lo iba a cumplir y ese gato no sería ninguna excepción para ella —Yeo—

—¿Mhm?— miró hacia la mayor que su rostro comenzó a parecer más serio que antes

—Ve a descansar al sillón, yo me encargo de él, y luego haremos algo muy divertido—

Exactamente no pasaron más de 15 minutos cuando Kahei tenía al gato completamente todo en sus brazos, tranquilo y silencioso

—¿Cómo lo hiciste?— preguntó Yeojin emocionada, sus ojos brillosos decían que tan orgullosa e impresionada estaba de su madre

—Un truco que es díficil de conseguir y difícil de dominar— Kahei no hizo nada del otro mundo, solo usó carnadas, pero quería sentirse más poderosa mintiendo con eso a Yeojin

—Wow— emitió algo exagerada y asintió con su cabeza

—Ahora, a lo que nos importa— señaló a la puerta, con su mano libre la abrió y Yeojin la siguió

Pararon en la puerta de Hyunjin con un solo propósito. Kahei fue la primera en tocar la puerta, después de eso, dejó el gato en la alfombra de entrada al departamento y cuando se aseguró que estaba bien cómodo y no se escapaba, dejó este ahí y salió corriendo hasta su hogar

—¡Oh, un gato!— al parecer justo abrió la persona que querían que abriera desde el principio —Heekie, Heekie, adoptemos este gato, vamos, vamos, vamos— hablaba como niña pequeña

—Pero sí ya tenemos un conejo—

—Si podemos con Hyejoo, podemos con un gato—

—¡Oye!—

—¡Oye!—

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¡Vecina, Su Hija! /LOONA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora