Vanica - Frenar Enero

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NARRA MÓNICA

La entrevista a Vanesa fue muy bien, la verdad es que me gustaba hacer este tipo de entrevistas en directo además de presentar las noticias. Matías acabó el informativo y tras despedirnos puse rumbo a mi camerino. Tenía ganas de llegar a casa, tumbarme y cenar mi bocadillo de jamón. Llegando a mi camerino algo impactó contra mi y me caí al suelo notando como mi tobillo se doblaba.

-Dios Mónica lo siento, ven

Escuché la voz de Vanesa y mi cuerpo se tensó, cogí la mano que me tendía y me levanté pero al apoyar mi pie derecho en el suelo ví las estrellas

-¿Estas bien? Ven apóyate en mi y entra a mi camerino

Entramos las dos y me senté en el sofá.

- Te voy a quitar el zapato, si te duele dímelo

Al mínimo roce de la mano de Vane sentía un dolor tremendo y no pude evitar ponerme a llorar

-Ey Mónica no llores, ya no te toco más, te llevo al hospital a ver si lo vas a tener roto

-Roto no creo si no moriría al apoyarlo

-Bueno, tienes coche?

-Si pero dudo que lo pueda conducir

-Yo te llevo al hospital, mi coche se lo ha llevado Ana, si no te importa que conduzca el tuyo. Soy un poco torpe pero no creo que lo estrelle.

Vane me hizo reír y las dos fuimos al coche intentando disimular que no me pasaba nada pero era más que evidente que toda la redacción se estaba riendo de como Vanesa me llevaba y yo cojeaba. Una vez en el coche Vane se aseguró de que mi pie estaba bien colocado y arrancó rumbo al hospital.

En el hospital todo fue un caos, Vane me esperó en la sala de espera y una chica en prácticas me hizo una radiografía y solo me detectó un esguince. Me vendó lo mejor que pudo y me recetó unos analgésicos por si me dolía. Al salir Vane me volvió a coger del brazo para ayudarme a caminar y me ayudó a subir al coche.

- Mónica, lo siento mucho de verdad

- No pasa nada mujer, que todos los males sean así

- Mira no es muy tarde, te invito a mi casa a cenar

- No quiero molestarte de verdad, estoy bien no ha sido nada

- No voy a aceptar un no por respuesta

- Bueno pues en ese caso vamos- dije sonriendo

Aparcó mi coche en la puerta de su edificio y me ayudó a llegar hasta su piso, el segundo.

- Buenos esta cosita es Carmela

Miré hacia abajo y ví a una perrita muy chiquitina

- Y pongo debería venir también, que le pasa Carmela, otra vez durmiendo?
Voy a buscarlo Mónica siéntate en el sofá, tengo unas muletas te las presto?

- Me harías un gran favor porque no tengo

Vane me trajo las muletas y fue a buscar a su perrito. Saqué el móvil para decirle a mi madre que ya estaba en casa pero me interrumpió un grito de Vanesa. Cogí las muletas y me adentré en el pasillo

-Vane estas bien?

Al no obtener respuesta y empezar a escuchar sus llantos me atreví a entrar en su habitación. La imagen que ví al entrar me rompió el corazón, Vane estaba tirada en el suelo abrazada a su perrito que no se movía de su pequeña camita.

-Mónica, esta frío, se....se ha muerto

-Ven aquí

Me senté en el suelo con cuidado y Vanesa me abrazó, nos pasamos así media hora hasta que Vane se separó de mi hombro aún con lágrimas en los ojos.