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NARRA MÓNICA

Aunque Vane insistió en que iba ella sola la acompañé al entierro, suficientes sustos me había dado por la mañana.

La tuve entre mis brazos durante todo el entierro. La notaba temblar constantemente debido a los llantos que le provocaba la perdida de su sobrino y a mi me partía el corazón verla así. Se separó de mi cuando el resto de la familia que no era tan cercana empezaban a salir del cementerio. Vane fue hacia su madre y le susurró algo al oído. Toñi asintió y le dió un beso en su mejilla mientras le secaba las lágrimas. Se separó de su madre y se abrazó a su hermano Antonio. También mantuvieron una pequeña conversación y Vane regresó a mis brazos.

-Les he dicho si se quieren venir a casa unos días. ¿No te molesta no?

-Claro que no gordi, ahora lo que no hay que hacer es dejarlos solos. ¿Tus padres se vienen también no?

-Sí, ahora cuando venga Francis le pregunto si se viene el también.

A los pocos minutos apareció Francis, que había ido a despedir al resto de familiares, echo una furia.

-Vanesa me cago en todo joder, está la puta prensa en la puerta.

-Calmate que ella no tiene la culpa de nada - dijo Paco

-Ya no se puede ir a ningún lado con ella, siempre aparecen

-Y que culpa tiene ella joder - dijo ahora Antonio.

Me senté en el banco donde estaban sentados mi hermano y mi cuñada y le puse mi chaqueta por encima a mi cuñada que no era capaz de articular palabra.

-Voy a pedir al chico de la entrada que nos deje pasar el coche aquí dentro. Vosotros os subís atrás que con los cristales tintados no os verá nadie.

-Voy yo Vane - le dije acariciando su cabeza

Salí y me encargué personalmente de meter el coche aunque me hicieron varias fotos. Al cabo de media hora ya estábamos todos en nuestra casa.

-Sentaros ahora mismo las dos - nos dijo Toñi al vernos haciendo las camas - lleváis unos días muy malos, ya me encargo yo de preparar todo.

No pusimos mucho impedimento y nos fuimos al salón con el resto.

-Moni, mañana prontito vamos a por los uniformes y el material de los niños.

Eso hicimos, dormimos realmente bien por el estrés acumulado y a las 10 nos fuimos con los niños a por sus uniformes.

-Miralos Moni, parecen dos niños mayores - dijo Vane cuando les estábamos probando los uniformes.

-Pero mamis, yo no cole - nos dijo Alan

-Despues de navidad si cariño, y así ya tienes el uniforme.

Les hicimos varias fotos y nos dieron las bolsas con todo lo que les habíamos cogido.

-Bueno chicos ahora al cole a recoger los libros y ya estamos - dije mirándolos por el espejito del coche.

-Prepara la tarjeta cariño que se viene sablazo - dijo Vane riendo

Le explicamos a la directora que Alan empezaría en enero y no nos puso ninguna pega. Nos pasó la programación de todo lo que harían estos primeros meses para que nosotras lo hiciéramos con Alan en casa.

-Bueno chicos os queréis quedar con las mamis que van de compras o os llevamos a casa con los yayos y los titos? - les preguntó Vane

-Casa casa - dijeron los dos a la vez

-¿De compras? - pregunté

-Gala necesita cositas

Dejamos a los niños en casa y fuimos al centro comercial. No teníamos absolutamente nada preparado para la llegada de Gala y queríamos dejar bastantes cosas cerradas hoy.

-A ver podemos mirar la ropita aquí y luego ir a esa tienda de muebles que hay en la urbanización, hace unas semanas tenían habitaciones muy bonitas - dijo Vane una vez estábamos ya en el centro comercial.

-Sí que nos lo traigan en unas semanas así no lo ve tú hermano que creo que no es lo mejor llenar la casa con cosas de bebés. Ahora nos centramos en solo ropita y mantitas, luego vamos a por el carrito y la sillita del coche.

NARRA VANESA

Disfrutamos de que era un Martes por la mañana y apenas había gente en el centro comercial. Entramos en decenas de tiendas y tuvimos que hacer varios viajes al coche para no ir tan cargadas. Las dos éramos unas obsesionadas de la ropa y más si se trataba de ropa de bebé.

-Vamos a sentarnos a descansar Vane, debes estar agotada.

-Pero aún nos quedan cosas por mirar.

-Hemos comprado muchísimas cositas cariño.

-La semana que viene podemos montarle la habitación, ordenar todo, vemos lo que le falta y venimos otra vez a por lo que haga falta.

Consiguió convencerme y nos sentamos a tomar unos zumos. La verdad es que ya iba notando que cada vez me costaba más moverme y cada día era peor que el anterior.

-¿Vas notando que se mueve? - me preguntó Mónica arropandome con su brazo.

-Sí, lo de ayer debió ser por el estrés y la ansiedad.

-Claro, tu lo estás haciendo genial, no te preocupes por nada.

-Y oye Mónica, podemos decirles a nuestros padres y a nuestros hermanos que participen en la apuesta.

Habíamos decidido hacer una apuesta para ver en qué día nacía Gala. La fecha probable de parto que nos había dado el médico era el 9 de noviembre. Yo aposté que nacería el 11 y Mónica estaba convencida de que nacería el 14, el día de mi cumpleaños.

Volvimos a casa tras encargar la habitación de Gala y mi madre ya había preparado la comida. Comimos todos juntos y luego los niños nos pidieron echarnos la siesta los 4 juntos.

-Mamis, ¿Podemos piscina?

-Pero ya en la de dentro que en la de fuera hace frío - les dijo Mónica.

-Ya me extrañaba que quisieran echar tanto rato la siesta - dije levantándome - ¿Vas tú con ellos?

-¿No bajas tú también?

- No se yo si me va a entrar el bañador, y el bikini no me lo voy a poner

Mónica me ayudó a ponerme el bañador y de camino a las piscinas nos encontramos a mis padres que salían de la cocina también preparados para bañarse.

-Ahora bajan tus hermanos también cariño - me dijo mi padre

-Mami - me dijo Alan - no quiero que vean sin gorra - dijo señalando su cabeza

-No te preocupes mi vida, las mamis han puesto de norma que hay que ponerse un gorro para bañarse. Porque como somos muchos la piscina se ensucia de pelitos.

Le salió una sonrisa y estiró de mi mano para que bajaramos. Pasamos un buen rato todos juntos. Mi hermano parecía tener mejor cara.

-Vane - me dijo mi hermano Antonio sin mirarme - ¿Te puedo dar un abrazo?

-¿Eres tonto? - dije abrazándolo - eso ni me lo preguntes.

-Vas a ser la mejor madre del mundo. Ya lo eres, pero con Gala te vas a superar más aún.

-¿Me prometes una cosa?

-Depende

-Después de dejar a los niños en el cole nos vamos a ir a desayunar los dos cada día.

Mi hermano asintió y cada uno eligió el día que creía que iba a nacer gala. A la semana todos marcharon ya a sus casa ya que el lunes comenzaban los peques el cole.

Vanica - Frenar EneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora