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NARRA VANESA

Acompañé a Mónica hasta el baño donde le coloqué el termómetro.

-Voy a llamar a mis padres y te llevo yo al hospital.

-No es necesario Vane, yo me acerco en un momento.

-Dios Moni esto marca 40 grados - dije cogiendo el termómetro de debajo de su axila.

-Si es que siempre pillo estas mierdas, desde pequeñita - dijo llorando.

-Ey - dije agachandome - no pasa nada, ahora vienen mis padres y vamos a que te vean.

La acompañé al sofá donde esperamos a que mis padres llegasen. Les indiqué las horas de la medicación de Marcos y las horas de las tomas de Gala y nos fuimos para el hospital.
Intenté que Mónica no se durmiera durante el trayecto y al salir del coche comenzó a tiritar de frío. Entramos y la dejé sentada en la sala de espera con mi abrigo sobre sus hombros y yo fui a hablar con la chica del mostrador.

-Me ha dicho que no hay mucha gente, que enseguida te van a llamar - dije sentándome a su lado y haciendo que apoyase si cabeza en mi hombro.

-Me cuesta mucho respirar Vane, no se qué mierdas me pasa.

-Relajate, concentrate en respirar tranquilamente, ya verás que ahora te ponen oxígeno y alguna medicación y mejoras.

El médico no tardó en llamar a Mónica, entré con ella a la consulta y luego la esperé en la sala de espera ya que le tenían que hacer una radiografía.

-Me han dicho que ahora me darán una habitación, que me tengo que quedar - dijo Mónica viniendo hacia aquí.

-Bueno así estás más vigilada - dije besando su frente.

El médico nos acompañó hasta una habitación y por suerte no era compartida. Mónica se tumbó en la cama y el médico nos informó de que ahora vendrían las enfermeras a administrarle la medicación.

En menos de media hora ya tuvo todo colocado y me dejaron pasar de nuevo.

-¿No te vas a tumbar conmigo? - me preguntó al ver que preparaba el sofá para acostarme.

-Tienes muchos cables y tubos cariño a ver si voy a tocar algo, pero muevo el sofá y te doy la manita.

Me encargué de que estuviera bien tapada y me tumbé cogiendo su mano. Evidentemente no dormí en toda la noche vigilando que Mónica estuviera bien. Cuando le trajeron el desayuno aún dormía así que le dejé una nota al lado del desayuno diciéndole que bajaba a desayunar a la cafetería. Mientras desayunaba aproveché para avisar a los padres de Mónica. Me dijeron que esta misma tarde vendrían así que les ofrecí que se quedarán en nuestra casa y así no tener que volver para navidad.

Desayuné rápido para que Mónica no estuviera mucho tiempo sola pero continuaba durmiendo. Estuvo descansando buena parte de la mañana y después de comer se la llevaron a hacer pruebas. Aproveché que llegaron sus padres para ir a casa a asearme y ver a nuestros niños.

-Mami - me dijo Alan cuando ya iba a volver al hospital - ¿Cuando vamos a poder estar todos juntos?

-Muy pronto seguro cariño, cuando salga la mamá del hospi vamos a hacer muchas cositas juntos. ¿Tienes ganas?

-Si - dijo abrazándose a mi pierna

Lo cogí en brazos y no pude evitar soltar algunas lágrimas. Me las limpié rápido para que no me viera llorar y lo volví a dejar en el suelo.

-¿Que quieres de cenar mi vida¿ Cuando vuelva para cenar traigo lo que me digáis, le preguntas al tete y le decís a la yaya que me llame y me lo decís.

Vanica - Frenar EneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora