Vanica - Frenar Enero

72

NARRA VANESA

Dejamos toda la casa preparada para la fiesta que iban a montar Marcos y Alan y en cuanto empezaron a llegar sus amigos nos fuimos para casa de mi hermano donde pasaríamos la noche.

-Chicas, ¿Queréis que pidamos unas pizzas? - preguntó mi hermano entrando a la habitación de invitados que nos había preparado.

-Por mi bien -dijo Mónica

-No - dije yo enseguida - esta noche te invito yo a cenar - dije sacando un vestido rojo de la maleta que habíamos traído.

-Uy uy uy, os dejo entonces, no quiero interrumpir nada - dijo mi hermano saliendo de la habitación

-¿A que se debe esta invitación? - preguntó Mónica desnudándose para ponerse el vestido

-Ummm, hace mucho que no presumo de que estoy casada con la presentadora más guapa de la televisión. Además te he preparado varias sorpresas.

-Uy, encima varias, te lo has currado.

Cuando estuvimos vestidas nos despedimos de mi hermano y de mi cuñada y nos montamos en el coche.

-No sé si vamos a llegar a la reserva, vamos un poco justas de tiempo.

-No te preocupes, conduce tranquila que ya llegaremos - dijo acariciando mi muslo.

Llegamos a la hora y dejé el coche al chico encargado de aparcarlos. Había una gran cola pero al tener reserva nos pasaron directas. Nos llevaron a una de las pocas mesas que quedaban libres y enseguida vino el camarero a tomarnos nota.

-No me gusta dejar el coche con el aparca coches, no me fío ni un pelo.

-¿Es posible que quieras más a ese coche que a tus hijos?

-A ratos es muy probable - dije riendo y bebiendo de mi copa de vino

Terminamos de cenar y Mónica se recostó en la silla, tenía cara de cansada y no sabía si le iba a hacer ilusión lo que había preparado.

-Voy a pedir cita para el dermatólogo - me dijo rompiendo el silencio

-¿Por la herida de la nariz?

-Si, me he estado fijando y está un pelín más grande

-¿Quieres que te pida ahora, a ver si hay hueco para mañana mismo?

Mónica asintió con la cabeza y yo busqué cita en la aplicación del móvil.

-Mañana a las 16:30

-Puf, nos fastidia toda la siesta - dijo mirándome

-Bueno, así dormimos mejor por la noche

Pagué la cuenta y nos levantamos de la mesa. Habíamos bebido demasiado vino y no quería coger el coche, pero a la vez me sabía mal hacer a Mónica coger un taxi sabiendo lo poco que le gustan y lo cansada que estaba. Cogimos el coche y conduje hasta el parque del Retiro.

-¿Sabes que cierra por las noches verdad? - dijo Mónica mirándome fijamente.

-No para una cantante internacional como yo - dije aparcando - he hablado con mi hermano, su mejor amigo trabaja en la seguridad del parque y nos deja pasar.

Salimos del coche y cogí a Mónica de la mano. Entramos por la puerta que nos indicó el amigo de mi hermano y llevé a Mónica hacia un puente por donde pasaba un pequeño riachuelo.

-No sé ven mucho las estrellas - dije sentándome en el césped - pero siempre he querido venir a este parque sin que nadie nos moleste

-Me conformo con el ruido del río - dijo sentándose entre mis piernas