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NARRA MÓNICA

Nos despertamos pronto, teníamos la visita de Vane a las 9 de la mañana y sobretodo ella necesitaba oír que todo iba bien y lo estaba haciendo muy bien.
Los niños vinieron con nosotras pero por suerte se pasaron toda la consulta durmiendo en el carro.

-Estoy nerviosa Moni - me dijo Vane mientras esperábamos en la consulta a que viniera Ferrán

-Va a ir todo muy bien

Y así fue, pudimos escuchar el latido del corazón de nuestro pequeñín o pequeñina y a Vane eso le sentó fenomenal, salimos muy contentas.

-No saltes en el concierto, no quiero que mi garbancito se mareé - dije tocando su barriga

-Prometo estar tranquila y no moverme mucho, pero vamos a desayunar que me muero de hambre

Fuimos a una panadería y los niños nada más entrar se despertaron

-Digna descendencia de su madre, huelen el chocolate y se despiertan - dijo Vane

Por mi parte se llevó un ligero empujón. Alan seguía quejándose del dolor en la espalda, y realmente empezaba a preocuparme. Vane lo consultó con su cuñada y nos dijo que sería seguramente del crecimiento pero hasta que no lo viera el médico no me iba a quedar tranquila. El viernes por la tarde acompañamos a Vane al aeropuerto. El concierto era en La Palma y no me hacía gracia que fuera tan lejos.

-Cuando salgáis del médico me dices algo ¿Vale? - dijo acariciando mi cara - sonríe mi amor, voy a estar bien.

-No hagas tonterías y cuídate mucho, ya sabes por partida doble. Solo te vas tres días y me parece una eternidad - dije abrazándola y pegándola aún más a mi cuerpo

-Bueno voy a facturar ya, iros ya para casa, a ver si os va a pillar la tormenta en la carretera.

Vane me dió un beso rápido pero muy apasionado y se agachó para despedirse de los enanos.

-¿Quién le da un besito a la mami? - dijo quitando un poco la manta que llevaban en sus silletas

-¿Traeras regalitos? - preguntó Marcos después de darle un abrazo

-Me lo pensaré pero yo creo que si

Se despidió también de Alan y puso rumbo hacia la cola de facturación.

-Vane - le grité - las pastillas - dije flojito señalando mi bolso.

Vino corriendo y le di sus pastilla y su agua. Vane era incapaz de subir a un avión sin medicarse, y mucho menos si lo hacía sola. La vimos pasar el control y volvimos enseguida para casa.

-Bueno chicos hoy dormís conmigo ¿no?

Los dos se volvieron locos al escuchar esa pregunta. Les encantaba dormir con nosotras pero no queríamos acostumbrarlos. Les hice la cena y después de cenar insistieron en bañarse conmigo, así que puse a llenar la bañera con agua calentita y nos metimos los tres.

-Entonces mama - dijo Alan - tú quieres hermanita o hermanito?

-A ver cariño lo importante es que venga sanito, pero si es verdad que como ya tengo dos príncipes me haría ilusión que fuera una hermanita.

-Pero nosotros queremos hermanito - dijo ahora Marcos - es que no te gustan nuestras pichurras?

-Claro que si Marcos, las mejores que he visto - dije ya sin poder aguantar la risa- y tu Alan, ¿También quieres hermanito?

-Si mama, las chicas tontas, en el parque no juegan con nosotros

-Quizás porque sois un poco demonios

Vanica - Frenar EneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora