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NARRA VANESA

Llegamos a Barcelona a eso de las 9 de la mañana, cogimos un taxi hasta casa donde nuestros padres ya estaban desayunando.

-Toñi y yo fuimos ayer al mercado, no tenéis que preocuparos de nada - nos dijo María.

-Yaya, podemos ir a la cama porfis, quiero dormir contigo - le dijo Alan

Marcos le dijo lo mismo a Toñi y cada uno se tumbó con una. Nuestros padres recogieron la mesa y nosotras nos subimos a nuestra habitación. Yo me comencé a poner el pijama pero vi que Mónica se metía desnuda en la cama. Me tumbé y me quedé mirando el techo, pensado en todo lo que se nos venía encima esta tarde. Mónica no tardó en apoyar su cabeza sobre mi pecho, la verdad es que me sorprendió, creí que estaba muy enfadada.

-Sigo enfadada, que no se te olvide, pero tengo mucho miedo Vane

-Creo que deberíamos hablar y solucionar todas nuestras inquietudes y problemas antes de meternos en lo que nos vamos a meter esta tarde. Reconozco que me he comportado como una gilipollas, que me merezco una buena hostia y que he sido muy mala madre. Te juro que no se qué se me pasó por la cabeza, supongo que trataba de pensar en el dinero por si nos hacía falta. Y bueno, creo que lo que más te molesta es que me tome tan enserio mi trabajo, que lo ponga por delante de mí familia.

-Se que es importante pero creo que tú familia más ¿no?

-Si, ahora sí Mónica, te prometo que voy a dejar de lado las giras durante un tiempo. Quiero cuidaros, mimaros y sois mi prioridad. Creo que con todo lo que tenemos ahorrado podemos mantener nuestros gastos no?

-Si, además yo voy a seguir trabajando. Yo creo que ahora nos debemos centrar en estar las dos bien. Saber que nos tenemos mutuamente para que los niños estén más tranquilos, ellos al fin y al cabo se preocupan mucho por nosotras. Pero, necesito que me digas hasta cuándo vas a estar sin hacer una gira, quiero saber cuánto vamos a poder disfrutarnos tranquilas.

-Pues para empezar hasta que Alan se cure, hasta que él no pueda empezar el cole tranquilo y sano yo no me muevo. Y también hasta que la niña no tenga 2 años no voy a empezar a viajar. Quiero disfrutar en casa.

-Me quedo más tranquila - dijo dándome un beso en el hombro.

Mónica se durmió mientras yo le acariciaba la cabeza, pero yo no pude dormir absolutamente nada. Tampoco comimos mucho, todos estábamos nerviosos por lo que esta tarde iba a suceder. Habíamos decidido que iríamos las dos con él. Estaba muy nervioso y como era la primera sesión nos dejaron que fuéramos las dos. Salimos de casa después de comer. Marcos se quedó con los abuelos, en parte estaba feliz. Mi padre y el de Mónica le habían comprado entradas para ir al tour del campo del barça y estaba contento de poder ir con sus 4 abuelos. Llegamos al hospital y Alan nada más ver la puerta se puso a llorar en los brazos de Mónica y a pedirle que volviéramos a casa.

Nos pasaron a una consulta dónde nos dijeron que le iban a colocar un catéter en el pecho para que fuera más fácil extraerle sangre o ponerle la medicación. Se lo pusieron con mucho cuidado y jugando con el de modo que no se enteró de nada.

NARRA MÓNICA

Nos dijeron que nos teníamos que separar un momento de el mientras le hacían una analítica pero que estuviéramos tranquilas que no le iba a doler, que le extraerán la sangre por el catéter sin dolor. Una enfermera nos acompañó a nosotras hasta la sala de quimioterapia. Nos llevó hasta un rincón donde había una cama y dos sillones.

-Le hemos puesto una cama por si está más cómodo ahí, ahora enseguida os lo traerán - nos dijo la enfermera

Vane empezó a mirar a nuestro alrededor, yo ya me había fijado al entrar. Mayoritariamente eran mujeres que tendrían cáncer de mama o de útero que eran en los que estaba especializado este hospital. Miré a Vane que ahora estaba mirando su móvil y di gracias a Dios por tenerla sana a mi lado.

El médico trajo a Alan en brazos, venían los dos hablando y riendo, y eso nos tranquilizó, una de las cosas que más miedo nos daba era que Alan cogiese miedo a sus médicos. Lo dejó tumbado en la cama y le puso el tratamiento.

-Bueno el de hoy son solo 2 horitas porque es el primer día. Normalmente serán 4 o 5

Alan se puso a hacer un puzzle que habíamos traído y Vane no paraba de moverse. La entendía, me pasó lo mismo con el embarazo de los gemelos, no estaba cómoda en ningún sitio.

-Gordi siéntate en el sillón y estira los pies, ya verás como así estás cómoda

Me hizo caso y al parecer le funcionó porque no se volvió a levantar. Al cabo de una media hora vino una enfermera a que le dijeramos que iba a querer Alan de merendar. Alan pidió lo que quiso de todo lo que le ofreció la enfermera con mucho cariño y paciencia porque Alan no se decidía.

-Perdona - le dije- podrías traernos otro zumo y unas galletas aunque sea. Obviamente te lo pago es que mi mujer está embarazada y no ha comido mucho, me da miedo que se mareé

-No no Mónica para que pides nada que yo estoy bien - oí decir a Vane detrás mío

-Faltaría más - dijo la enfermera - y nada de pagar si te contase lo que nos han llegado a pedir. Familias que vienen 6 o 7 para merendar o incluso cenra gratis.

La enfermera volvió enseguida con merienda para los tres. Después de merendar Alan se quedó dormidito, lo tapé con una mantita que habíamos traído. Al poco rato de dormirse entró otra pareja con su niño, este estaba muy delgadito, tenía muchas ojeras y su pelo ya se había caído. Se sentaron a nuestro lado y el médico no traía buenas noticias para ellos, les comunicó que el tratamiento no estaba haciendo efecto en su niño y que no había más opciones. Simplemente esperar a que llegase el momento de despedirse sin que el niño sufriera por los tratamientos. Vane me cogió la mano y la miré, tenía los ojos llenos de lágrimas.

-Alan va a estar bien ¿Verdad Mónica?

-Tenemos que confiar en los médicos y sobretodo en él - dije acariciando su cara

Esto acababa de empezar y no iba a ser fácil

Vanica - Frenar EneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora