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NARRA MÓNICA

Hoy aunque nos costase teníamos que estar felices por Marcos y centrarnos solo en el. Durante este tiempo lo hemos dejado bastante de lado y se ha preocupado más el por nosotras que nosotros por el.

Me había costado la vida conseguir entradas para el fútbol, pero moviendo algunos contactos conseguí que nos hicieran hueco en uno de los palcos. Nos quedabamos tranquilas sabiendo que Alan estaba bien acompañado por sus abuelos en el hospital y que mañana por la mañana estaríamos allí los 3 para celebrar juntos su cumpleaños.

Mi hermano y los de Vane hacia días que habían marchado a Madrid, al fin y al cabo no les podíamos sacar tanto de sus vidas y nos harían compañía en la distancia.

-Mamá, dice la mami que no te vas a querer poner la camiseta del Atleti, que tú eres del Elche.

-Pues claro que me la pongo corazón, si a ti te hace feliz la mama se la pone.

Se fue corriendo y al segundo regresó con la camiseta. Nos vestimos los tres y salimos rumbo al metro. Vane se sentó con el embarazos en un asiento que nos cedieron y a mi se me caía la baba viéndolos juntos.

Llegamos al estadio y evidentemente estaba abarrotado de gente. Íbamos con tiempo así que dimos un par de vueltas hasta subir al palco. Estaba lleno de gente trajeada y desentonabamos bastante.

-Sentaros en los asientos que voy a por algo de cena - dijo Vane

Se fue y al poco rato regresó con bandejas llenas de comida.

-Así voy a venir a ver más el fútbol - dije tocando el culo de Vane

-No te puedes quejar de tu camarera privada

-Mamis, para ver futbol mejor concentradas

Las dos estallamos en carcajadas y nos lo comimos a besos. Acabó el partido y Marcos iba muy triste, su equipo había perdido 3-0. Pero eso iba a cambiar muy pronto.

-Mi vida ahora tienes que alegrar esa carita. Que vamos a ir a un sitio muy especial

¿Al parque? - me dijo

-No - respondió Vane - ¿Donde van los jugadores después del partido?

-A los vestuarios, obvio mami.

-¿Y a ti te gustaría entrar a verlos?

-Si porfavor mama

Nos cogió fuerte a ambas de la mano y lo llevamos a los vestuarios donde primero conoció a los del Barça y luego estuvo un buen rato con los del Atlético de Madrid.
Le hicimos fotos y yo me derretía al ver esa carita de felicidad.

-Bueno ahora para rematar el día podemos ir a cenar a algún sitio rico- dijo Vane

-¿Que te apetece cariño? - dije cogiendolo en brazos

-Mmmm no sé si pizza o burgesa

-Hamburguesa se dice mi vida - dije dandole un besito en sus mofletes

-Podemos ir a un sitio que conozco, pedimos una pizza para los 3 y una hamburguesa para cada uno - dijo Vane

Así hicimos nos quedamos un buen rato cenando y nos dieron las 12

-Marcos cariño, ya es tu cumpleaños - dijo Vane emocionada

-Marcos tiene 3 - dijo gritando haciendo que todo el restaurante nos mirara con cara de ternura

-Muchas felicidades príncipe de la mama - dije ahora yo besando su carita

Después de estar un ratito en mis brazos se fue a los de Vane la cual lo achuchó un buen rato hasta que el camarero nos trajo un pequeño pastel. Sopló las velas en brazos de su mami y yo me moria de amor.

-Los regalitos te los damos por la mañana con el tete, vale cariño?

-Si mami con el tete

Regresamos a casa y se fue directo a nuestra cama sin preguntarnos.

-Y esto? - dijo Vane al venir del baño y vernos acurrucados en la cama

-Es que prefiero este acompañante, es más cariñoso que tú

Marcos se tumbó encima de mí y Vane a mi lado abrazándolo, mañana sería un día muy especial.

NARRA VANESA

Marcos se despertó pronto, estaba deseando ir a ver a su hermano. En el hospital se había quedado mi madre, así que como teníamos permiso para una visita amplia nos fuimos los tres junto a los padres de Mónica y mi padre.

Cuando llegamos al hospital nos llevamos la sorpresa de que la habitación ya estaba decorada.

-Han venido unas enfermeras a decorarlo - nos explicó mi madre - y han traído regalos para los dos.

Marcos se quedó escondido detrás de mi pierna. En estos meses había visto en muy pocas ocasiones a Alan y le impresionaría verlo en esas condiciones.

-Hola tete - dijo Alan con un hilito de voz

-Hola - dijo Marcos muy tímido - me puedo meter con el en la cama? - me preguntó

-Si cariño pero hay que ponerse la mascarilla

Se pasaron gran parte del día jugando juntos y después convencimos a Alan de salir a dar un paseo.

-Peque - dijo Mónica cogiendo mi mano - ve a casa y descansa esta noche

-No no, esta noche me quedo aquí, quiero verlo antes de que entre al quirófano. Cuando salga y estemos con el un rato me voy a casa te lo prometo

No se quedó muy convencida pero aceptó. Acompañamos a nuestros padres y a Marcos hasta la puerta, donde los dos peques se dieron un abrazo que hizo que yo rompiera a llorar. A Mónica también se le escaparon las lágrimas, pero aprovechó para hacerles unas fotos.

Subimos a la habitación de nuevo y como Alan tenía que estar en ayunas para la operación, se metió directo a la cama. Le estuvimos dando besitos y cantando hasta que se quedó dormido.

-Mañana ya se acaba - dijo Mónica muy cerca de mi boca

-Estoy muy orgullosa de él - dije acariciando la mano de Alan - se ha portado mejor que muchos adultos.

-Sabes? Quiero llegar a Madrid y encerrarme en casa con vosotros hasta que empiecen el cole. No quiero salir de nuestra burbujita.

No me podía parecer mejor la idea de Mónica. Yo también lo estaba deseando. No dormimos casi nada en toda la noche, lo que era normal, estabamos a horas de enfrentarnos a uno de los peores días de nuestras vidas.

Vanica - Frenar EneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora