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NARRA VANESA

Para ser sincera nunca me había sentido así, estaba rota de dolor, Pongo no iba a estar nunca más a mi lado. Pero joder estaba apoyada en el pecho de Mónica Carrillo, era posiblemente la única periodista que me provocaba nervios y me hacía entrar en pánico solo con mirarla en una entrevista. Y ahora, estábamos tan tranquilas, después de darnos un beso que almenos para mi fue muy especial.

-Vanesa

-Dime - dije sentándome en el sofá

- Yo ne...

- Entiendo que quieras olvidar lo que acaba de pasar, no tiene porque significar nada pero espero que sigamos siendo amigas - dije cogiéndole las manos

- Te iba a decir que yo lo que necesito es un poco de estabilidad después de todo lo que me ha pasado y que bueno tampoco se si tu vas a querer estar conmigo

- Escuchame, si necesitas tiempo te doy todo el que necesites. Pero no pienso jugar contigo ni hacerte daño

- No se si esto es un poco egoísta de mi parte pero necesito a alguien que me quiera y que quiera estar conmigo seriamente, estoy cansada de jugar - dijo bajando la cabeza

- Ey ey ey levanta la cabeza, yo estoy dispuesta a intentarlo. Pero me gustaría ir despacio, así nos conocemos y evitamos malos tragos después

- Yo también quiero intentarlo, siento que mereces la pena

- No creas eh soy un puto desastre

- Hombre pero no me digas eso, se supone que me tienes que conquistar

- Será que no te tengo conquistada ya

Mónica se incorporó y se fue acercando a mi lentamente hasta que sus labios rozaron débilmente los míos

- Ay es cierto que dijiste que fuéramos lentas - dijo poniendo una mano en mi pecho frenando así mis intenciones de besarla

- Pero...

- Me pasas las muletas? - dijo aguantando la risa

- Para que usar muletas cuando puedes apoyarte en mi.

La llevé a mi habitación y cuando ya iba a salir para ir a dormir al sofá se incorporó en la cama

- Donde te crees que vas?

- No quiero molestarte ni hacerte daño en la pierna, voy al sofá

- Ni se te ocurra, hace frío y es incómodo dormir en el sofá

Mónica se puso a un lado de la cama y me invitó a tumbarme. Me quité las zapatillas y me acosté quedando cara a cara con ella

- Vanesa, ¿puedo contarte una cosa?

- Claro que si, puedes tener confianza conmigo que lo que pase aquí aquí se queda

- Te acuerdas que te dije que soñaba con mi ex novia y tengo que tomar ansiolíticos?

- Si, me lo has dicho antes

- Pues bueno, no es solo eso. A pesar de que la tengo bloqueada de toda red social siempre me llegan mensajes desde sus cuentas falsas, la he visto esperándome al salir del trabajo y aunque nunca me hace nada se me queda mirando y me da bastante miedo. Además no se como lo hace pero siempre sabe dónde estoy o dónde voy a ir y me genera mucha ansiedad.

- Y como se llama la desgraciada?

- Claudia

- Es que es complicado porque si no te hace nada no va a hacer nada la policía. Pero entiendo que tengas miedo, yo también lo tendría.

- Está todo cerrado verdad? No puede entrar por ningún lado no?

- Tranquila, esta todo cerrado y tengo alarma si entra alguien. Pero ahora vamos a intentar dormir vale?

- Vale

Bebió un poco de agua de una botella que le había traído y se tumbó cara a mi con los ojos cerrados y me atreví a darle un beso muy despacito en sus labios. Para después apagar la luz y dormirme...

Serían como las 7 de la mañana cuando el móvil de Mónica empezó a sonar, no se si tomé la decisión correcta, pero viendo que Mónica estaba durmiendo muy tranquilamente y me había dicho que tenía problemas para dormir no quise que el teléfono la despertara. Salí de la habitación con el móvil aún sonando y cuando salí al balcón descolgué sin ni siquiera mirar el nombre

- Si? - dije con voz de dormida

- Mónica hija de puta te vas a enterar cuando te encuentre, ya no van a ser solo miraditas cerda.

Me quedé parada sin saber que contestar, realmente pensaba que Mónica había exagerado pero visto lo visto era más que lógico el miedo que la pobre tenía

- Vaya ahora no hablas, para eso me lo coges? Seguro que estás follandote a alguna zorra

- Mira bonita, no soy Mónica pero tu y yo vamos a hablar un buen rato

Vanica - Frenar EneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora