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NARRA MÓNICA

Sonó el despertador de mi móvil y lo apagué sin mirar. Noté como Vane se giraba hacia mi pero continuaba durmiendo. Me encantaba su carita cuando dormía, se le hinchaban los ojos un poquito y siempre dormía poniendo morritos. Me abrazó por la cintura y pegó su cara a la mía buscando calor.

-Pequeñita - dije peinando su flequillo - venga que hay que preparar todo.

Se despertó con una sonrisa, hoy era un día muy especial, el primer día de cole. Aunque para nuestra familia era agridulce, habíamos decidido que Alan no empezara hasta enero para asegurarnos de evitar virus y estar seguras de que estaba recuperado al 100%.

-¿Voy bajando a preparar el desayuno y los vistes tu?

-Vale - nos levantamos y nos vestimos con ropa cómoda.

Vane bajó a la cocina y yo entré en la habitación de nuestros niños. Ambos estaban dormiditos y me daba mucha pena despertarlos. Desperté primero a Marcos que no tenía especial ilusión por empezar el cole.

-Campeón de la mama - dije acariciando su mejilla - vamos que hay que ir al cole.

-Mejor mañana - dijo abriendo poco a poco sus ojos.

-Pero cariño, hoy me dejan entrar a la clase contigo. ¿No quieres que vayamos?

-Entonces si - dijo levantándose

-Pues venga mi vida baja a la cocina que está la mami preparando un desayuno super rico.

Bajó corriendo y yo me senté en el suelo al lado de la cama de Alan. Él se hizo más el remolón y me pidió que lo cogiera en brazos.

-Yo también quiero ponerme el uniforme mama.

-Claro que si mi vida, tu te lo puedes poner cada día también.

Bajó conmigo a la cocina y desayunamos los 4 juntos.

-Alan cariño - le dijo Vanesa - ¿Quieres que acompañemos al tete al cole?

-Sí pero yo no cole

-Pero si que en casa seguiremos lo que haga el tete.

Les pusimos el uniforme a los dos y les hicimos un par de fotos antes de salir de casa. En el coche fuimos hablando los cuatro todo el camino y ya empezábamos a notar a Marcos muy nervioso.

Al llegar al colegio ya había varios niños junto a sus padres esperando. Nos sentamos en un banco y Vane cogió a Marcos para llenarlo de besos.

-Te tienes que portar muy bien cariño, y hacer mucho caso a la profe - le dijo

Marcos asintió y abrieron las puertas para que pasasemos a la clase.

Nos despedimos de Vane y Alan y entramos de la mano. Buscamos la mesa con la foto de Marcos y se sentó pero mirando en todo momento que yo estuviera detrás de él.

-Mama - me dijo antes de que entrara la profesora - este niño fuera - dijo señalando al niño que estaba sentado a su lado - aquí el tete cuando venga.

-El tete hasta dentro de unos meses no vendrá y se tendrá que sentar donde le diga la profe cariño

-Le diré que a mi lado eh

Como era el primer día solo estuvimos 2 horas y cuando salimos Vane nos estaba esperando en la puerta. Marcos se adaptó muy bien al cambio de rutina y le empezó a coger el gusto a ir al colegio y Alan iba aprendiendo poco a poco con su mami en casa.

-Acostados - dijo Vane bajando al salón donde yo estaba escribiendo en mi portátil.

-Se han dormido rápido, que raro

-Estan agotados pobres - dijo tumbandose en el sofá y cerrando mi portátil con sus pies.

-¿Que haces? Tengo que ponerme las pilas con la novela

-Mañana tienes tiempo, ahora esta embarazada necesita un masajito en los pies

-Si anda, que te huelen fatal Vane

-Ay Mónica que mira que hinchados los tengo ya

Recordé lo que me dolían a mi los pies cuando estuve embarazada y acepté a sus súplicas de masaje.

-Eres una diosa Mónica te amo lo haces todo perfecto

-Cuando nazca la niña me vas a hacer tu el masaje, avisada quedas

NARRA VANE

Los días iban pasando y nos plantamos en el 12 de noviembre. Ya pasaban 3 días de la fecha probable de parto pero Gala seguía dentro de mi. Como cada mañana nos vestimos y llevamos a Marcos al cole. Fui a desayunar con mi hermano mientras Mónica se quedaba hoy estudiando con Alan y después de comer lo dejamos con mi hermano ya que teníamos cita con el medico para la prueba de monitores.

-Necesito que salga ya Mónica, no puedo más - dije entrando al hospital de la mano de Mónica

-Seguro que hoy nos dicen de provocarte el parto ya verás que enseguida la tenemos aquí

Mónica me ayudó a subirme a la camilla y el médico me colocó los monitores.

-Está muy cómoda - dijo el médico riéndose - en principio deberíamos provocarte el parto, pero por tu edad y el peso de Gala prefiero que no, que venga solo. Y si el día 15 no ha nacido si que programaríamos una cesárea para ese mismo día. Pero vamos que está a puntito a puntito, yo creo que esta noche o mañana la tenéis aquí.

Nos dió unos papeles con los resultados y fuimos a por Marcos al cole. Nada más salir me dio un beso en la barriga y otro en la mejilla y le pidió a su mama que lo cogiera en brazos.

-Marcos - dijo Mónica mirándolo por el espejo una vez ya en el coche - la mami ha perdido la apuesta, ya es 12 y no ha nacido la tata.

-Si nace hoy gano yo - dijo emocionado

Decidimos dar esa tarde un paseo por la urbanización para ver si Gala se activaba pero nada ni siquiera se movía. El día siguiente no fue uno de mis mejores día. Gala estuvo todo el día dando patadas y al ya estar colocada como nos había informado el médico las patadas daban en mis costillas. No tuve ánimos de levantarme de la cama en todo el día, ni siquiera tenía ganas de comer pero bajé para que Alan no se preocupase por mi ausencia.

-¿Cómo estás? - me preguntó Mónica en la cocina después de comer.

-Me da patadas constantes, ahora parece que se ha calmado pero es insoportable

-Me han llamado del cole, Marcos no ha querido comer nada y ahora en el ratito de la siesta no para de llorar. Dice la profesora que preguntaba por ti y el bebé.

-Angelito mío, ves a por el pobrecito Moni

-Voy y de paso paseo a los perros. ¿Estarás bien?

-Sí, Alan ya se ha quedado dormido en el sofá así que sin problema.

Mónica me dió un beso y ató a los perros. No se a que hora llegó ya que me dormí con Alan pero la vi sentada con marcos encima al despertarme con unas contracciones muy muy fuertes

Vanica - Frenar EneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora