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NARRA MÓNICA

Al día siguiente de llegar a Málaga, Vanesa se fue con los chicos a pescar, era algo que solían hacer mucho los tres cada vez que bajábamos a Málaga. Yo aún me encontraba regular por la operación así que me quedé en casa con Gala.

Pasamos una mañana muy tranquila, aprovechamos que corría un poco de aire y salimos al jardín a leer en la sombra. Después al ver que no venían y se acercaba la hora de comer preparamos una paella para las dos.

-Que raro que no hayan avisado para decir que no vienen - le comenté a Gala.

-Ya sabes cómo son, se habrán quedado a comer, con los móviles en el coche y luego se irán a bañar en pelotas al mar, como le gusta a tu mujer.

Reí ante el comentario de Gala y me puse a recoger los platos.

-¿Siesta? - me preguntó Gala cuando salí de la cocina.

-Pero en la cama porfavor

Subimos y se tumbó conmigo en la cama. Se abrazó a mí y dejé un beso sobre su frente.

-¿Te duele mucho?

-Ahora no porque me acabo de tomar la pastilla, pero en cuanto se pase es matador.

Ya no dijo nada más, enseguida nos quedamos dormidas hasta que nos despertó el sonido de mi móvil.

-Mama, es Alan - me dijo Gala

Me levanté de la cama ya con un fuerte dolor en mi nariz y cogí el teléfono.

-Hola cariño - dije con voz de cansada

-Mama - escuché su voz ahogada en llantos y un malestar se instaló en mi estómago.

-¿Que pasa cariño? - dije saliendo a la terraza seguida de Gala.

-La mami y el tete, no se dónde se los han llevado

-¿Como que no sabes dónde están? ¿Que ha pasado mi vida?

-Nos hemos chocado con el coche - dijo llorando aún más fuerte.

-Pásame tu ubicación en tiempo real cariño y no me cuelgues.

-No mama yo estoy bien, me ha traído la policía al centro pero ellos iban en la ambulancia, no se a que hospital se los han llevado.

-Ya estamos Gala y yo en el coche - dije entrando al garaje - pasamos a por ti y los buscamos no te preocupes

Me pasó su ubicación y mientras llegamos nos contó que un coche había chocado con el coche de Vane por el lado donde iban sentados Vanesa y Marcos.

Cuando llegamos a donde estaba Alan nos lo encontramos muy nervioso. Inmediatamente se abrazó a mí y cuando conseguí calmarlo mínimamente me di cuenta de las 10 llamadas perdidas que tenía de Marcos.

-Marcos - dije en cuanto descolgó el teléfono - ¿Donde estas cariño?

-En el hospital regional, yo estoy bien mama, solo tengo algunas heridas.

-Vale cariño vamos para allí

-La mami está mal, no me han dejado verla, dicen que tiene que venir un adulto.

-Ya estoy llegando no te preocupes

Intenté conducir lo más rápido que pude y en apenas 10 minutos llegamos al hospital. Enseguida vimos a Marcos, estaba sentado, llevaba un brazo vendado y tenía varias heridas por la cara.

-Mama - dijo viniendo hacia nosotros

-No te levantes cariño, ¿Como estás?

-Bueno, solo es el brazo y alguna herida, pero ves allí - dijo señalando un mostrador - allí te dirán dónde está la mami

Los dejé a los tres sentados y fui hacia allí, enseguida un médico me atendió.

-¿Es su mujer?

-Si, ¿Está bien? - pregunté impaciente

-Bueno aún es muy pronto para calcular los daños pero ha recibido un golpe muy fuerte en la cabeza.

-¿Puedo verla?

-Está inconsciente y en la UCI, solo puede pasar una persona, allí le informarán mejor del estado de su mujer.

Asentí y tras darle las gracias regresé con mis hijos.

-¿Que te han dicho? - preguntaron los tres a la vez

-Está en la UCI y solo puedo entrar yo. Os voy a dar dinero y cogéis un taxi a casa, ahora aviso a los titos y a la yaya y alguno irá con vosotros para allí.

-¿Seguro que no quieres que nos quedemos? - me preguntó Alan

-No, ir a casa mejor cariño.

Los vi meterse en el taxi y fui corriendo a la UCI. Allí una enfermera me puso una pulsera de visitante y me llevo hacia la cama donde estaba Vanesa. Ni siquiera era una habitación, estaba separada de los pacientes de al lado solo con unas cortinas. Pide ver que su cara estaba llena de heridas y tenía una máscara de oxígeno y varios cables.

-En un rato va a pasar el médico para verla, el te informará de cómo está - me dijo la enfermera.

Me dejó sola con Vanesa y me senté en una silla que había al lado de la cama.

-¿Que te han hecho mi amor? - dije soltando las lágrimas que llevaba rato aguantando.

Cogí su mano, la que estaba libre de cables, y me pasé horas acariciándola sin poder articular palabra.

El médico pasó casi a la hora de cenar y me estuvo explicando con detalle el estado de Vanesa.

-¿Pero como que coma inducido?

-Se que suena muy mal pero está totalmente controlado, pero es necesario para controlar los daños cerebrales

-Y no me puedo quedar a dormir con ella ¿Verdad?

-Así es, pero tenemos previsto subirla a planta mañana o pasado, y allí ya sí que puede estar acompañada 24 horas.

Recogí mis cosas aún sin creerme lo que estaba pasando. Dejé un beso en la frente de Vanesa y la dejé bien tapada.

-Te quiero mucho mi amor, mucho, mucho, mucho. Descansa para que mañana ya te vean mejor y puedas estar bien.

Dejé un último beso en su frente y salí hacia el pasillo. Justo entraban las enfermeras del turno de noche.

-Perdondad - le dije a dos de ellas - ¿Hacéis la guardia esta noche en la UCI?

-Si, estamos hasta las 8 allí.

-Es que está mi mujer ingresada, en la cama 8, ella es muy friolera, si pudierais vigilar que esté bien tapada toda la noche os lo agradecería.

-Tranquila, nos encargamos nosotras, si quieres déjanos un número de teléfono y te avisamos si hay alguna mejoría.

Les di mi número y las gracias y fui hacia el parking. Alan me había avisado de que estaban los hermanos y la madre de Vanesa en casa.

Vanica - Frenar EneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora