𝟎𝟐

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Esa noche decidió quedarse en casa, en la mañana había visitado a Chan y por desgracia estaba toda su familia, al final la hermana mayor del castaño le había pedido que se retire de la forma más amable, pues ella se quedaría esa noche.

En el camino había comprado unas pocas botanas para tratar de disfrutar su noche de películas.

Se colocó una de las tantas sudaderas que Chris había dejado en su departamento, el olor a café y papel quemado subió por sus fosas nasales extrañaba demasiado al dueño de ese olor.

Saco el helado y los brownies que había comprado en la tienta, normalmente los hubiera horneado pero no tenía caso si no podía hacer una guerra de harina con su persona favorita.

Encendió la televisión encontrándose con la película de Cenicienta reproduciendose.

El quería tener una vida así de fácil, ser un pequeño en desgracia esperando a que su príncipe, en este caso Chan, viniera y lo sacará de sus problemas, de sus inseguridades y sus traumas.

Abrió el celular de su dueño, amaba saber la clave pues así podía ver las tantas fotos que tenía con el.

Desde el fondo de pantalla se notaba cuánto amaba Chris a su pequeño Lixie, leyó sus conversaciones una y otra vez esa noche sin tomar en cuenta ni un minuto de la película que se reproducia frente a el.

Esa noche volvió a llorar esperando que en algún momento de la noche las fuertes manos del mayor tomara sus mejillas diciéndole que era muy lindo para llorar y que todo mejoraría pero no era el caso no tenía solución no tenía a Chan no tenía a nadie.

Se sentía como la ceniza sucio y repugnante, se sentía como Cenicienta, como si hubiera dejado su zapato de cristal después de haberse divertido tanto en el baile, antes de regresar a la vida real y en la vida real pasan cosas malas.

Si tan solo pudiera meterse en un cuento de hadas, si tan solo tuviera el poder para regresar a Chan a su lado, o para regresar el tiempo para ser atropellado antes de que su amigo pudiera hacer algo.

No le importaba una mierda si la gente lo etiquetaba de un asesino de un cobarde o del mismo diablo, el solo quería regresar a la única persona que lo había apoyado y amado todo ese tiempo.

El quería ser Cenicienta para que Chris lo salvará como el príncipe azul que es.

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Al día siguiente llegó como si nada al instituto, con los ojos hinchados y destrozados por el mar de lágrimas que había derramado el día anterior.

— Felix? — Escucho la voz de su prima parecía preocupada por el, era entendible... Recién había llegado de Japón y no tenía ni idea de lo que había causado.

— Yuna... — Se acercó hacia ella antes de que se enterará de cada mala acción que había tomado, antes de que alguien más se alejará de el.

— Felix, no te sientas mal si? Fue un accidente y no los decides tú. — Le dijo la rubia al pequeño Lixie quien había empezado a llorar sobre la camisa de su prima.

— Ya te enteraste... — Dijo con la voz entrecortada a lo que ella asintió y le dedicó una sonrisa.

Y claro que Felix no tenía la culpa, el nunca se imagino que eso pasaría o de otra forma nunca hubiera salido del departamento en primer lugar.

El resto del día Yuna había acompañado al rubio desde su primera clase hasta el momento en el que camino hacia el hospital.

Entraron encontrándose a la señora Bang muy alegre en una llamada mientras Chan ni si quiera podía vivir la vida.

La mujer dejo solos a ambos adolecentes dentro del cuarto de su hijo.

— Ese señora siempre me dió una mala espina. — Dijo su prima para luego despedirse de él pues creía que lo mejor era que Felix pasará todo el tiempo que quisiera con el chico de la cama.

Quien sabía y al día siguiente podían avisar que había sido todo y el tiempo de Christopher había llegado a su fin.

No quería ver llorar otra vez a Felix ya no más

Ese día había llevado un cuento de hadas, la bella durmiente... Felix expresaba cada palabra con emoción recordando cuando su mayor le solía leer aquellos cuentos mientras se acurucaban en la cama y se demostraban cariño.

Llegó a la parte en la que el príncipe tenía que besar a Aurora para poder despertarla de su sueño interminable, Félix lo pensó no sabía lo que hacía pero su cuerpo le pedía a gritos que lo hiciera.

Se inclinó sobre el cuerpo de Chan visualizando sus labios rosas tenía la intención de besarlos de poder recuperar el beso que el mayor le había robado, tenía la intención de poder despertarlo con un beso de verdadero amor.

Lo iba a besar y nadie se lo iba a impedir, si no podía besarlo y recuperar su beso cuando estaba consiente al menos lo recuperaría mientras seguía vivo.

Lo iba a besar y nadie se lo iba a impedir, si no podía besarlo y recuperar su beso cuando estaba consiente al menos lo recuperaría mientras seguía vivo

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Fairytale ↬ ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora