𝟎𝟖

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Felix no dudo ni un segundo en encerrarse en la habitación al otro lado del castillo con la respiración irregular y con un gran nudo en su pecho, no podía hablar mucho menos caminar.

Se quedó como un pequeño niño abrazando sus piernas e inclinándose de adelante hacia atrás queriendo que la ansiedad de su cuerpo disminuyera y pudiera afrontar está situación, no podía escapar de ahí y volver a un mundo sin Chris.

Si quería tenerlo debía superar eso.

— Príncipe está bien?

Unos golpes a su puerta fue lo que lo hizo despertar de su trance, entre abrió su puerta viendo al dueño de esa voz.

Y empezó a derramar lágrimas de nuevo para luego tirarse a abrazar a su mayor.

Se aferraba a el como si fuera a desaparecer de un rato al otro, el olor de Chan hacia que su cuerpo se calmara y las caricias del mayor en su cabezita lo ponían feliz haciéndole ronronear como un tierno gatito a los ojos de Bang.

El menor le dió permiso para entrar en su habitación y Christopher solo espero sentado a qué se calmará.

— Su madre lo busca.

Dijo a penas vio como el rubio dejaba el llanto y solo miraba por el balcón de su habitación.

— No quiero verla...

Suspiró pesado ante la repentina situación, nunca en su vida había visto a su madre en persona. Solo por fotos que su prima le había mostrado y tenía miedo.

— Pensé que tenía una buena relación con su madre.

Felix negó, olvidando que no se hallaba en la vida real y que al final de todo eso solo era un sueño.

Se sentó en el regazo de Chris sorprendiendo a su mayor quien no dijo nada al ver lo cómodo que se veía Félix recostado sobre su pecho.

El mayor no sabía si estaba bien aquello, pero solo siguió el abrazo cuando sintió las manitas de Félix rodearle. Nunca había visto al principe tan feliz y tranquilo, pero ese nuevo chico le gustaba... Era tierno, amable y no un presumido arrogante.

— Me cantarias una canción.

Dijo de pronto el rubio viendo de forma directa a sus ojos y acercando su cabeza muy cerca a la otra rozando sus narices de forma dulce.

Chris lo pensó un poco antes de acercarse al oído de su menor y empezar a cantar con su hermosa voz. Felix se alegró al escuchar la canción que Chan siempre le cantaba cuando estaba triste o simplemente por relajarlo.

— Gracias.

Dió un beso en la mejilla del mayor y después salió de la habitación, felíz para encontrar algo de agua. Llorar le deshidrataba.

— Eso fue extraño.

Chris sentía su corazón palpitar al mil y sus mejillas sonrojadas por los actos del rubio.

No sabía lo que le pasaba, solo que de alguna forma su corazón se había encogido al ver a su menor tan indefenso y decaído.

Fairytale ↬ ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora