Mi sol (MiriTama Omegaverse Que Termino En Remmytama)

CAP 8 Ven por mi aterrador acosador

Después de un par de días de investigación sin frutos Tamaki decidió ponerle fin al asecho de su acosador, había pasado de enviarle fotos de el en cualquier lado de la ciudad y mandándole amenazas cada que abrazaba Mirio, incluso con todo cerrado se las arreglaba para predecir el momento en que intentarían pasar tiempo juntos, estaba más que claro que lo que odiaba ese acosador es que Mirio y el estuvieran juntos, aunque era algo que ya sabían pues en la forma de Nejire se lo dijo explícitamente. Iba a intentar torear al acosador para atraerlo hacia del, deberia haber alguna manera de hacerlo salir de su escondite y pondría en marcha ese tonto plan en la noche, después de reunirse con Fatgum en la agencia y recibir mil regaños por nunca haber llegado de nuevo a casa de Fatgum ni avisar que regresaría a su departamento, aún así lo acepto de vuelta en la agencia, dándole una advertencia sobre su comportamiento en esos últimos días pues si quería seguir ahí tendría que comportarse como alguien que quiere trabajar en equipo y no un gillipollas que va por ahí molestandose por todo.
Después de todos los reclamos y reprimendas regreso a su casa esperando el regreso de Mirio y Nejire, que por algúna razón vivían en su departamento últimamente. Incluso había ropa, accesorios de higiene personal y materiales escolares que no eran suyos, empezaba a verse como si una familia viviera ahí, como no tenía nada que hacer se puso a ordenar la casa, estaba hecha un desastre desde que empezaron a hacer pijamadas diario, aprovecharía para encontrar cosas sospechosas dentro de su casa, como la jarra de liquido de dudosa procedencia, estaba limpia pero era bonita y les serviría ahora que son más.

Todo muy bonito, ya no parecía que los vagabundos habían entrado a dormir ahí, las cosas de aseo personal en el baño, ropa en el clóset, incluso había salido a comprar un espejo para Nejire ya que el único espejo estaba en el baño y solo era para el rostro, si quería ver su atuendo  podría hacerlo antes de salir sin  necesidad de ver su reflejo en los vidrios de locales o autos. Todo eso mientras su teléfono no paraba de recibir notificaciones de fotos donde probablemente saldría el. Su cuarto o cualquier sala de su departamento que tuviera ventanas, no era como si planeara dejar todo cerrado y a oscuras y dejar que empezará a oler a guardado. Afortunadamente nunca se acercaba a el cuando estaba despierto así que solo tenía que cerrar cada posible entrada si quería descansar y quiza dormir en la regadera del baño o en las pijamadas en la sala, no podía dormir sabiendo que un loco que le toma fotos cada que cierra los ojos intentaba entrar a su habitación cada vez.

*Que limpio está... Soy toda una ama de casa*

Orgulloso de su trabajo matutino y satisfecho con el olor de detergente en todo el lugar  se fue buscar ropa y toallas, encerrandose en el íntimo cuarto de baño.

—Que difícil es vivir con alguien viéndote a cada segundo ¿No? — Tamaki se asusto enseguida, no veía a nadie en el cuarto de baño con el, únicamente estaba el. Quizá estaba empezando a perder la razón, alucinaba con una voz extraña, muy similar a la de el.

—¿Hola?— no hubo ninguna respuesta, se aseguró de que la puerta del baño estuviera cerrada por dentro y tras 5 minutos esperando cualquier señal de vida de la voz siguio quitándose la ropa y tirándola al cesto de la ropa sucia, cuando estaba a punto de bajarse el boxer la voz se volvió a escuchar.

—¿Exactamente que es lo que le gusta de ti? — la voz resonaba por todo el cuarto, incluso parecía que provenía de su propia cabeza, estaba confundido pero por si acaso esa vez se ducharia en ropa interior.

—Conciencia ¿Eres tú? — preguntó el chico extrañado.

— Puedo ser lo que tú quieras — Tamaki miraba hacia todos lados, no era capaz de encontrar la fuente exacta del sonido.

—Demuestralo—

—¿Por que Mirio se fijaría en mi? No tengo nada de bueno que ofrecerle — de algún modo, tamaki se acordó de la vez que dijo eso, justo después de enfadarse con el por locuras de cuando estaba drogado.