Capítulo 1

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1. ¿Amor?

Hola, me presento, mi nombre es Draco Malfoy, y voy a contarles la historia de como me enamoré de la persona mas fastidiosa, molesta, insoportablemente heróica y...y fabulosa del mundo. Sí, estoy hablando del gran Harry Potter.

Voy a empezar por el principio, claro. Conocí a Potter hace años en una tienda en el callejón Diagon. Cuando vi esos preciosos ojos esmeraldas entrar por la puerta de aquel lugar, supe que nunca olvidaria ese momento.

Claro, Potter rechazó mi amistad y me dejo lleno de ira y rencor, y creo que fue justo eso lo que me llevo a obsesionarme con él.

A finales segundo año, cuando lo vi regresar de la Cámara de los Secretos con la chica Weasley en sus brazos, algo dentro de mi me dio a entender que sentia por Potter algo más que solo furia y resentimiento. Pero claro, tenía 13 años, no acepte todo eso al instante.

En el tercer año, procure ser lo mas fastidioso posible con él, quizás asi dejaría de sentir esa sensacion extraña dentro de mi. Pero no fue asi.

Ese mismo año, empezó a correr el rumor de que a Potter le gustaban los niños, y por alguna razón, eso me genero una sensacion de alegria, de esperanza.

En fin, no fue hasta hace una semana, cuando me di cuenta de que lo que sentía por Potter era mas de lo que podia controlar, tal vez...¿amor? Pero no, Draco Malfoy no usa esa palabra.

Su nombre había salido en el Cáliz de Fuego, y toda la escuela estaba en su contra porque creían que él había logrado infringir la regla de la edad, pero yo sabía que no era cierto. El estúpido Potter jamás habría hecho algo así, sabía perfectamente que a pesar de ser un presumido que solo buscaba atención, no habría sido suficientemente valiente. Tanto como para intentar burlar un hechizo de Dumbledore, como para enfrentarse a las pruebas del Torneo.

Ese día estaba entrando al comedor cuando vi a un desalineado Potter (más que de costumbre) sentado en la mesa de Griffindor junto a Granger. Tenía la mirada perdida en su plato de comida y no parecia estar escuchando realmente lo que la Sangre Sucia le parloteaba.

Yo sabía muy bien porque se encontraba en ese estado deplorable: La sucia Comadreja lo había dejado solo justo cuando más lo necesitaba. Ese idiota estaba muerto de envidia y que Potter una vez más se convirtiera en el centro de atencion principal fue la gota que rebalsó el vaso. Patético. ¿Cómo podía hacerle algo así a alguien que se suponía era su mejor amigo? Y más aún si se trataba de Potter.

Y en ese momento me di cuenta de que era mi oportunidad de acercarme, de descubrir que sucedería si Potter sintiera lo mismo, y la mejor parte de esto era que lo ayudaría a no sufrir mas por un imbécil como Weasley.

¿Amor? ~DRARRY~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora