Capítulo 34

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34. Una buena causa por la cual vivir

Llegamos a Hogwarts, y por supuesto, lo primero que hicimos fue correr hasta la enfermería.

—¡Por todos los medicamentos de Merlín! ¿Que le ha sucedido a este chico?—preguntó histérica Madame Pomfrey.

—Si, está terrible ¿verdad? Lo que sucedió fue que...

—Lo golpearon ¿verdad? ¿Quién fue? Luego me dicen, ahora hay que sanarlo rápido. Señor Zabini ¡traigalo a esta camilla de inmediato!—ordenó a Blaise la enfermera.

Era increíble, la mujer no solo me había interrumpido, sino que también nos había ignorado a mí y Harry, y todo por irse de preocupada con la asquerosa Comadreja (la cual era culpable de prácticamente todo).

—Disculpe, madame, pero Harry también está herido—dije intentando sonar lo más amable posible.

—¿Quién?—dijo observando al pelinegro a mi lado—Por favor, no exagere, señor Malfoy. El señor Potter está perfectamente. Quién está realmente grave es este joven.

—Es cierto, me encuentro excelente—me susurró Harry en un intento de calmarme.

—Si, Draco, Ron está mal de veras—dijo Blaise remarcando cada palabra.

Esto era ridículo.

—¡Tú cállate, Blaise!—le dije al moreno para luego dirigirme a Madame Pomfrey—Mire, señora, quizás son los años, la edad...

—¡Draco, basta! ¡Enserio estoy bien!—susurró Harry nuevamente.

—Puedo entenderlo ¡Pero Harry está igual o peor de mal que Weasley!—continué ignorando el comentario de Harry.

—¿Disculpe? ¡¿Cómo se atreve a llamarme vieja?!—gritó indignada la mujer—¡Se va inmediatamente de mi enfermería! No acepto niños tan groseros.

—¡Ja! Usted no puede echarme—dije con tono de superioridad.

—¿No puedo? ¿Quiere probarme?

—¡Draco, vete ahora mismo, traerás más problemas!—dijo Harry, harto.

—Pero...

—¡Pero nada! ¿O acaso quieres que me echen contigo y no pueda sanarme?

—Bien, pero me voy únicamente para que estés bien—dije con tono desafiante mirando a la enfermera.

Dicho esto di media vuelta y salí del lugar. Por supuesto no me fui en realidad, solo me quedé en el pasillo junto a Pansy, esperando mi oportunidad de entrar sin ser visto.

—¿Te corrieron?—dijo la pelinegra riendo.

—¡No es gracioso! ¡Harry está allí dentro, terriblemente herido!

—Drake, cariño, seré una de esas tantas personas que te recuerden que estás exagerando.

—¡Por Merlín, Pansy! ¿Tú también?

—Óyeme. Potter está herido, verdad, pero no físicamente.

—¿Qué quieres decir?

—Que lo que le ha hecho Weasley le dejará cicatrices, no en el cuerpo, sino en la mente y el alma ¿Comprendes?

—Si, pero...¿Como borro esas cicatrices?

—No puedes hacerlo, esas son cosas que no se van con nada ¿O acaso puedes borrarle ese marca que lleva en su rostro?—yo negué con la cabeza.

—¡¿Y entonces qué hago?! ¡¿Quedarme sentado observando como sufre?!

—No, no, Drake. Debes amarlo.

¿Amor? ~DRARRY~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora