¿Amor? ~DRARRY~

Capítulo 39

39. Clara y directa

Harry me besaba, y yo lo besaba a él.

Estaba perdido en sus labios, en su dulzura, en su suavidad. Nuestras lenguas peleaban para obtener el mando de la situación, por supuesto, la mía ganó. Ese fue mi error.

Tan hipnotizado me tenía aquel beso, que ni siquiera me percaté de que estaba teniendo una potente erección. Y que en cualquier momento me lanzaría al cuello de Harry, pues la tentación era demasiado fuerte.

Y ¡Oh, rayos! Él tenía sus manos en mis hombros y estaba sentado en mi regazo. Yo tomaba por la cintura, pero deseaba bajar un poco más para alcanzar su trasero.

Tenía que parar aquello si no quería perder a Harry. Debía frenar la situación antes de que se saliera de control.

Pero no podía, no estaba dentro de mis capacidades. Era una tortura cruel.

Y en ese momento, imaginé el rostro triste Harry, y sus ojos llenos de lágrimas al darse cuenta de las cosas que me sucedían cuando lo besaba.

Se sentiría destrozado, traicionado ¿verdad? No podía permitir que alguien como Harry, tan puro e inocente, se sintiera así. Jamás.

—Alto, Harry—corté el beso abruptamente.

—¿Qué sucede, Draco? Llevas días haciendo esto ¡Dime ya que sucede!

—Yo...—en ese mismo instante descubrí lo duro que estaba, y afortunadamente, aunque estuviera sobre mi regazo y todo, Harry no lo había notado. Así que aproveché aquello.

Me paré y di la vuelta lo suficientemente rápido como para que Harry no viera el bulto en mis pantalones, y una vez estuve a espaldas de él, salí corriendo. Pero me detuve al llegar a las escaleras.

—Harry yo...no puedo seguir así. Lo siento muchísimo—y así empecé a correr nuevamente, esta vez más rápido pues sabía que me seguiría.

Corrí y corrí, sin vacilar ni mirar atrás, hasta que llegué a un pasillo, en donde se encontraba una única persona.

—¿Qué sucedió ahora? ¿No pudiste controlar tus impulsos hormonales?—preguntó Hermione.

—¿Mis impulsos hor..? ¿Como sabes lo que..? ¿Qué rayos..?—pregunté confundido y sorprendido a la vez.

—Si, tus impulsos hormonales. Ambos sabemos lo que te sucede tan constantemente cuando estas cerca de Harry. Y si te preguntas como lo sé, no es tan difícil, solo mírate abajo, querido amigo.

Automáticamente bajé la mirada hacia mi entrepierna, y tan solo por un simple reflejo, porque aunque no hubiera visto el relieve exageradamente grande en mis pantalones, podría haber percibido fácilmente lo que sucedía en mis partes bajas.

—¿En realidad tiene caso mentirte a ti?

—Ya conoces la respuesta.

—¡Bien! Lo admito, amo a Harry por su precioso interior y todo aquello que lo caracteriza pero también...¡También tengo unas ganas irrefrenables de ir mas alla de los besos con él! Y es que he intentado reprimirlo, frenar de alguna forma las malditas reacciones de mi cuerpo ¡Pero es totalmente imposible! Y me siento fatal por eso.

—No comprendo porque es que te sientes así—dijo tranquilamente ella.

Yo la miré con una expresión que denotaba obviedad.

—¿Que demonios, Hermione? Me siento de ese modo porque estoy faltando mi palabra, estoy haciendo exactamente lo que Weasley, cuando le prometí que nadie más lo lastimaría como que lo hizo él, juré que lo cuidaría.