¿Amor? ~DRARRY~

Capítulo 8

8. Buenos amigos

Estaba camino hacia la blibloteca, por ende, camino a ver a Potter. Aun no terminaba de creer que ahora era amigo de él, digo ¡amigo!

—Draco, no puedes ponerte así de ridículo por una sola persona, concéntrate, y deja de actuar como un estupido, compórtate normal—me decía una y otra vez.

Hasta que llegué, llegué a la entrada donde estaría Potter esperándome, tuve un poco de miedo, pero lo hice, entré, y para mi sorpresa, él no estaba allí. Creí que se había demorado así que lo esperé. Diez minutos después me harté y acepté que me había plantado.

Estaba dispuesto a irme cuando lo vi entrar. No tenía palabras para decir lo aliviado que me sentía.

—La puntualidad no es lo tuyo ¿verdad, Potter?—realmente no me importaba mucho, pero no quería parecer desesperado.

—En verdad lo siento, algo me retrasó—tenía una inmensa curiosidad por saber que era eso que lo había retenido, pero como había dicho, debía parecer normal, así que solo me quedé callado. Luego de unos segundos de un incómodo silencio, él volvió a hablar—Oye, no soy estúpido, puedo darme cuenta de que te mueres de ganas por saber que me sucedió.

—Oh, noooo...Potter por favor ¿acaso crees que yo...?—intentaba disimular mi intriga hasta que él me interrumpió.

—Deja de fingir. Ya que ahora estamos iniciando una amistad me parece que un buen primer paso para ser buenos amigos sería contandonos la verdad. Bien, sucede es que venía camino aquí y pues...me encontré a Ron—dijo Potter lentamente, como si eso lo hiciera mejor.

—¿Qué? ¿Ese idiota de nuevo?—dije yo furioso.

—Si, si, pero tranquilízate y déjame terminar. Él me llamó y yo intenté ignorarlo hasta que me alcanzó y empezó a decirme cosas como que tú no eras de fiar y una mala persona, pero honestamente, me parece que la mala persona y sobre todo egoísta en este momento, es él y no tú—oh por Merlín, no se si estaba mas sorprendido porque Potter le dijera algo como eso o porque aun no le había gritado todo lo que sentía por él—y pues...luego intentó...ejem, besarme.

Hasta allí llegaron mis ánimos, el idiota de Weasley quería besar a mi Potter, maldito imbécil.

—¿¡Be-besarte!?—fingí sorpresa.

—Emm, si. Pues, él dijo que le gusto o lo que sea, pero entonces ¿porque me traicionaría?—al parecer Potter y yo teníamos la misma duda.

—No lo sé...—realmente no quería hablar de esto, así que fuí a lo que me interesaba—Dijiste que intentó besarte ¿acasó no lo logró?—pregunté con algo de esperanza.

—Si, no pudo besarme, no lo dejé hacerlo, no otra vez...

—¿¡Qué, como?! ¿¡Ya te...—me dí cuenta que mis celos eran mas que obvios, asi que me calmé un poco—¿Ya te ha besado?

—De hecho...sí, si lo ha hecho antes. Y antes de que preguntes nada, sí, si me gustan los chicos, pero no él, no al menos con esa actitud.

Me sorprendía genuinamente lo ingenuo que era Potter ¿de verdad no había notado al menos una señal de que me gustaba? Al parecer no, porqué estaba hablando de que lo habían besado con alguien que estaba loco por él.

Jamás podría ser más que un amigo para el Gran Harry Potter. Era mucho más triste de lo que sonaba.

—Esta bien, ya conocía esos rumores.

—Oh, me alegro, no me gustaría que eso interfiriera en nuestra "amistad"—otra vez él pisoteaba mi corazón, luego me di cuenta que habia dicho algo al parecer gracioso y puse la risa mas creíble que tenía.—De acuerdooo...amm ¿empezamos a estudiar?

—Oh, si, si, claro—dije en un intento de recuperar la compostura.

Potter era realmente malo en pociones, con razón necesitaba mi ayuda. Y aunque aun estaba triste por lo que lo había dicho, no podía evitar sentirme feliz de tenerlo tan cerca mío y contar con el privilegio de observarlo tan detalladamente, era...perfecto...

—Oyeeee...Dracoooo...—decía él como si estuviera hablandole a un bebé.

—¿Eh? Que...¿que pasa?

—Que estabas en las nubes, te habías quedado mirandomé, lo noté cuando no respondiste una de mis preguntas ¿te encuentras bien?

¡Que estupido había sido! Nuevamente me había quedado mirando a Potter sin siquiera un poco disimulo, y si él aun no había notado nada era un verdadero ciego.

—Si, si, estoy bien...—un momento—¿Me dijiste Draco?—esperanzas, malditas, malditas esperanzas.

—Oh, si. Me parece que si somos amigos deberíamos llamarnos por nuestros nombres.

—Oye Potter, eso es un abuso, ya corre por mis venas el llamarte así ¿como quieres que haga algo como eso?

—Solo moviendo tus labios—oh, rayos ¿porque esa frase sonaba tan bien en Potter? Como hubiera deseado que tuviera un significado distinto—di: Ha-rry.

—De acuerdo, de acuerdo, lo intentaré. Ha...Ha...—me aclaré la garganta—Ha...Ha...Potter ¡oh, lo siento, no puedo!—él rió.

—Vamos Draco, no es tan complicado—amaba que me llamara por mi nombre, si él podía yo tambien.

—Esta bien, esta bien...Ha-rry.

—¡Ja! ¿Lo ves? No era tan complicado, que exagerado eres—dijo Harry en tono de burla.

—¿A quien le dices exagerado?—ambos empezamos a reír.

Si, a simple vista pareciamos dos amigos en una divertida charla, pero en realidad, eramos dos almas gemelas descubriendo su...¿amor?

Quizás sí.