Especial navideño

7.2K 948 831
                                    

¡Hola, amores míos!

¿Cómo han estado? ¿Ya superaron a James? :v *los amo, no me maten*

Este especial cortito navideño se está subiendo en pleno enero poooorque fue escrito para una cuenta de Instagram de una amiga (y ella ya lo subió en su momento, en diciembre xD), pero ya ha pasado tiempo así que yeei, acá lo traigo. 

Si ya leíste el especial en Instagram, puedes saltar este apartado, es EL MISMO, nada ha cambiado <3

Para los que no lo han leído jamás, ¡ojalá les guste!

Para mayor orden, depositen sus lágrimas en la botella de la izquierda.

Esta bella portada para el relato que pondré a continuación fue cortesía de paolaimaginativa y ES ARTE, así que aprécienla y denle amorsh ♥

Sin más que decir, acá está el especial; está narrado en tercera persona desde la perspectiva de Andy ♥ Los amo ♥ No mueran nunca... como James

Uno, dos, tres, cuatro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Uno, dos, tres, cuatro.

Uno, dos, tres, cuatro.

Uno, dos, tres, cuatro.

Podría contarlos cien veces por las próximas horas pero seguirán siendo cuatro. No cinco, como debería. Cuatro, no cinco. No cinco, como habían sido desde que tenía memoria.

El número lo perseguía.

¿Dónde está el cinco?

Ya no está. Se ha ido.

Andrew Bander pasea sus ojos por las cuatro cajas envueltas en papel regalo que yacen a los pies de su cama. Jadea y siente que se atraganta con el aire porque tiene ese impulso de gritar pero no poder hacerlo.

Uno, su hermana.

Dos y tres, sus padres.

Cuatro, su mejor amiga.

Cinco... cinco... su mejor amigo.

Ya no hay cinco porque ya no hay mejor amigo, porque se ha ido un lugar tan lejano que ni la mejor de las paqueterías le haría llegar el regalo de navidad.

Andrew se frota las manos una con otra y un nudo en su estómago lo obliga a doblarse por la mitad: está enfermo, aunque no de forma física, lo que lo aqueja es aún peor: es el duelo, la tristeza, el ataque directo a su alma.

Es el día; ya es veinticuatro de diciembre y debe bajar las escaleras con sus regalos en las manos e ir a ponerlos bajo el árbol, debe caminar erguido y fingir que cada pisada no estalla una granada en su interior. Debe pretender que todo está bien aunque nada lo esté.

Del amor y otros vacíos •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora