❝James no tiene deseos de vivir, pero Zoe se cruza en su camino y le pide dos
semanas para hacerlo cambiar de opinión.❞.
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Zoe Collins brilla por su optimismo, su buena actitud y su preferencia por tener seis empleos divertidos que disfruta a...
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PARTE I
Me encontré con Erick un par de metros antes del lugar al que quería llevarlo, cuando llegamos justo en frente de la fachada, miré su rostro esperando ver la expresión que soltaría.
Apenas enarcó una ceja al ver el nombre del local.
—¿"Amigos con derechos... e izquierdos"? —Leyó el letrero de la entrada—. ¿Es un bar swinger o algo así?
Le di un manotazo y eso sí lo hizo reír, creo que fastidiarme le divertía.
—¿Por qué demonios te traería a un bar swinger?
—No lo sé, quizás tu concepto de felicidad incluye un bar de esos. No juzgo fetiches.
Iba a decir "se nota que no me conoces" pero me abstuve porque era literal, no me conocía. De todas maneras en su tono traslucía el tono bromista por lo que no me lo tomé en serio.
—Pues no, no es un bar de esos.
—Explica el "amigos con derechos e izquierdos" entonces.
Abusando un poco de la no-confianza que teníamos, lo tomé del brazo para conducirlo a la mediana fila que había para entrar. No era tarde, pero para entrar ahí se debía hacer una reservación de una o dos semanas, no porque fuera un lugar lujoso sino porque se había popularizado entre los jóvenes hacía un par de meses cuando un influencer lo visitó y recomendó en sus redes sociales, así que optaron por un sistema de reservas para no dejar clientes afuera de la experiencia.
Erick se dejó guiar y nos ubicamos de último; me miró esperando mi respuesta:
—No puedo creer que no lo hayas escuchado por ahí, se ha vuelto conocido en redes sociales.
—No ando mucho en redes sociales —admitió.
—Bueno, pues te cuento: es una especie de cafetería interactiva. —Sí, cero emoción en su rostro. No esperaba más, pero me hubiera gustado un atisbo de curiosidad—. Se viene por parejas, y no con derechos necesariamente. Muchos vienen con gente que apenas conocen, o con amigos, o con las parejas, o hermanos, o con cualquiera que desee pasar un ratico agradable, pero deben venir de a dos.
—Ya que evidentemente estoy super emocionado —expresó, sarcástico—, quiero que me expliques la parte de "interactivo", porque si me van a poner a jugar jueguitos de niños, no acepto.
—No, lo de interactivo solo será conmigo, no con los demás.
La fila iba avanzando conforme las parejas entraban. Había varios turnos a lo largo del día, se suponía que la "experiencia" dentro del local duraba entre una hora y hora y media, por lo que los turnos empezaban a horas exactas, la nuestra era a las cuatro de la tarde y faltaban quince minutos para ello, habíamos llegado a tiempo.
Erick miró hacia la entrada y luego intentó ver a través de los círculos pequeños que se notaban en el ventanal, pero poco se veía porque estaba intencionadamente tapado todo.
