𝙊𝙣𝙚-𝙨𝙝𝙤𝙩 𝙃𝙖𝙧𝙧𝙮 𝙋𝙤𝙩𝙩𝙚𝙧 [𝙴𝚗 𝙿𝚛𝚘𝚌𝚎𝚜𝚘]

Destino o Casualidad || Fred Weasley

Holaaa por fin me pongo a escribir jeje :') siento la espera, solo es que tenía muchas cosas y no podía hacer nada. Paula_at_night

Aki ✨

☆.｡.:*.｡.:*☆☆.｡.:*.｡.:*☆

Narrador omnisciente

Los jardines estaban prácticamente desiertos, y es que, quien iba a salir a los jardines en pleno enero. Solo estaban llenando la nieve de huellas los gemelos Weasley, como no, ideando nuevas bromas que realizar contra sus enemigos natales, los Slytherin. Cuya perfecta estaba allí también, Paula Parkinson se encontraba leyendo bajo un árbol, en un espacio que había conseguido climatizar gracias a un hechizo.

-¡GEORGE! ¡No eches toda la espina de erizo! No funcionará -dijo uno de los gemelos pelirrojos.

-Tarde -dijo el otro gemelo riéndose-lo llevaré todo dentro, ya seguimos otro día.

Uno de los Weasley se dirigió a las puertas del Castillo, mientras el otro se quedaba dando vueltas por el jardín, creyendo que no había nadie más. Pasó por al lado del árbol en el que se encontraba la Slytherin, que justamente en este momento se estaba levantando. Y al pasar por su lado, la empujó haciendola caer de nuevo al suelo.

-WEASLEY -gritó ella enfadada con el pelirrojo.

-Perdona Parkinson, no te ví -le dijo a la castaña indiferentemente, cosa que le molestó más.

-10 puntos menos para Gryffindor-dijo molesta haciendo uso de su cargo de prefecta.

-¿Por? -le preguntó el Weasley sorprendido.

-No respetar a una prefecta -le contestó la chica fríamente.

-Uy, perdone usted, prefecta perfecta -le dijo burlándose, como hacía de su hermano mayor Percy, quien también tenía ese cargo.

Un extraño resplandor azul les rodeó, fue algo instantáneo, pero igual de rara que había sido esa luz, fue la sensación que le siguió. Sintiéndose algo culpable, le dio la mano a la chica para ayudarla a levantarse. En cuanto sus manos se juntaron, se produjo una extraña energía entre ellos. Y curiosamente, Fred se interesó repentinamente de lo que la Slytherin estaba leyendo; a su misma vez, Paula se interesaba por la broma que ellos estaban preparando. A raíz de esa extraña conversación, empezaron a quedar muy a menudo, dándose cuenta de que, aunque no lo creyeran, tenían muchas cosas en común. Además, Paula notó que esa capa de hielo que había creado, se iba derritiendo ante el calor que el Gryffindor le proporcionaba. Como si el universo hubiera conspirado para juntarlos, se acercaba San Valentín, y como no, había bailes y fiestas.

Quizá si el Weasley no fuera Gryffindor, o la chica no se hubiese atrevido, no estarían en esos momentos bailando como pareja en el improvisado salón del Gran Comedor. Y sí, nuestro querido pelirrojo le había pedido a la castaña ir al baile, y para sorpresa del primero, esta había accedido con gusto (aunque algo tímida y fríamente). El Salón se fue llenando poco a poco, y la gente, sorprendida de ver al Gryffindor y a la Slytherin juntos, murmuraban especulaciones y opiniones de todo tipo. Paula, cansada de opiniones no deseadas ni pedidas, pidió a su pareja salir, a pesar de ser de noche. Además, luz no iba a faltar, ya que era luna llena. Salieron y por petición del ojiverde, siguieron bailando con una música imaginaria. La luna, antes escondida entre las nubes, asomó alumbrándolos. En ese momento, los deslumbró un resplandor azul, idéntico al de hacía unas semanas, seguidamente, sintieron de nuevo una sensación rara, que les hizo despegarse, y a la misma vez darse cuenta de lo que les había pasado. Si bien esto podía ser para algunos lo más hermoso del mundo, para otros podía ser una pesadilla, ya que si te enamoras no siempre te va bien. Y eso era, estaban enamorados. ¿Quién iba a decirlo, un Weasley y una Parkinson enamorados, un Gryffindor y una Slytherin? Y que además, este iba a derretir completamente esa capa de hielo que ella había creado.

Definitivamente un misterio, todo esto por una simple casualidad, o ¿era destino?