XVII-Ya es demasiado tarde.

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-Papá volvió-comentó mi hermana mientras lavaba su plato.

Clavé el cuchillo en el plato haciendo que las dos personas me miraran con miedo.

-Si te recuerdo, Ariane, ese idiota te abandonó, después de hacer mierda la familia. Ni siquiera nos dejó dinero. Reacciona y no seas una estúpida.

-Es mi padre.

Esas palabras me dolieron.

No había dicho “Nuestro padre”.

-Has lo que quieras, Ariane, pero él no vino porque te quiere a ti, busca otra cosa. Madura de una regalada vez.

-Eres una maldita. Se fue por tu culpa.

-¡YO NO DECIDÍ NACER!, ¿VALE?, SI FUERA POR MÍ NI SIQUIERA EXISTIRÍA.

-Kim… no quería…

-Pero lo hiciste, eso es lo que ustedes tres siempre han querido, ¿No?, que me muera, porque si yo no existiera, Victor estaría aquí y vivirían felices. ¿Creen que no me he dado cuenta?

Me paré dejando el desayuno casi intacto. Tomé mi maleta y salí corriendo. No iba a ir al colegio, definitivamente no.

Alguien tomó mi brazo, haciéndome parar.

-No quiero hablar, Ariane.

-Vale, ya sé que me parezco a tu hermana, pero tampoco para confundirnos-bromeó Carter.

-¿Qué quieres?

-¿La verdad?, quiero besarte hasta que te quedes sin labios.

-¡Oh!-fingí sorpresa-¡¿En serio?!, qué coincidencia. Yo quiero golpearte hasta que te quedes sin cara.

-Tan tierna como siempre. Sólo quería saber si estabas bien.

-¿Me veo como si estuviera bien?, ¿Ves en mis ojos la ganas de vivir?; ¿En algún lado?, nunca he estado bien, Carter, y prefiero mi vida anterior. Ya estaba calmando el remolino de sensaciones, y cuando llegaste tú, trajiste contigo mi pasado y me lo tiraste a la cara. ¡Gracias!

-Victor no vino por Ariane.

-¿Crees que no lo sé?

-Quiero ayudarte.

-Si en verdad lo quisieras, no estarías de parte de Victor.

-Lo veo como un padre.

-Pues qué mierda de padre tienes. ¿Sabes que mató a su propio hermano, o más bien a mi verdadero padre?

Él se congeló.

-¿Tenía hermanos?

-Kayle. Mi madre se acostó con él y quedó embarazada, Victor explotó y le disparó en la cabeza. Por eso me  odia, porque soy el recuerdo de que no fue suficientemente bueno como para complacer a su esposa.

-No… no te creo.

Se volteó y salió corriendo a toda velocidad.

No lo culpaba, yo tampoco había podido asimilarlo.  Di pequeños pasos hasta llegar al bar donde conocí a Lisa.

Toqué la puerta cerrada y esperé a que Tayler me abriera.

Era un viejo mafioso que me había ayudado a averiguar más sobre Victor. Éramos muy buenos amigos.

-Necesito tres botellas de Vodka, un cigarrillo y papel.

El asintió y en unos minutos me entregó una bolsa con todo lo que pedía.

Le di un fuerte abrazo y caminé hacia el parque más cercano de casa.

De pequeña conocía todos los rincones del lugar, así que no me fue difícil esconderme de la vista de todos.

Cerca de los columpios, había un túnel de ramas que llevaba a un pequeñísimo lago. Nadie se atrevía a entrar.

Pasé a los niños rápidamente hasta llegar al túnel. Diez pasos, derecha.  Once pasos, izquierda.

Me senté allí y saqué la primera botella. Abrí mi mochila para sacar un lápiz y apoye el papel en mis piernas.

Me sentía como cuando era pequeña. Empecé a dibujar el rostro de Victor e iba tomando sorbos de la botella.

Cuando el dibujo empezó a parecer un retrato exacto, desfiguré sus rasgos, rayé la hoja con fuerza hasta romperla. El lápiz dejó rasguños en mi pierna y tiré todo hacia las ramas.

-¿Por qué no pude tener una vida normal?, ¿Por qué mamá no dejó a Kayle en paz?, ¡¿Y por qué Victor no pudo aceptarlo?!, no fue mi culpa, no lo es, nunca lo será. ¿Y ahora qué quiere?, ¿Acabar conmigo?, pues que lo haga, porque me cansé de ésta mierda.

Saqué el cigarrillo y agradecí que Tayler hubiera puesto un encendedor en la bolsa.

Estás volviendo a caer, Kimberly.

Era la primera vez que la Kim racional se equivocaba.

Ya había caído y no iba a poder volver a subir. 

Ask (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora