XXIX-Más drama.

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Sentía un terrible dolor en el pecho. Me desperté en mitad de la noche sudando exageradamente.

-Calma, Kim.

Fui al baño y tomé un poco de agua. Intenté respirar hondo pero las picadas en mi corazón casi me hacen gritar.

Decidí correr fuera de la habitación como pude. Mi vista se empezó a nublar. Necesitaba ayuda.

¡ENTRA A LA PRIMERA HABITACIÓN QUE ENCUENTRES!, ¡SON PROBLEMAS DEL CORAZÓN!, ¡ENTRA AHORA A CUALQUIER HABITACIÓN, DEBE HABER ALGUIEN!

Escuché a mi voz interna gritar como una alarma. Sentía que me iba a morir en cualquier momento.

Empujé la primera puerta que vi con toda la fuerza que me quedaba.

-¡¿Qué co…?!, ¡Kim!-pude reconoces la voz de Carter.

-Ayúdame-susurré, estaba muy débil.

Sentí sus fuertes manos tomar mis piernas. Me cargó como si  fuera un bebé y el viento empezó a clavarse como cuchillas en mi cuerpo.

-¡JODER, PARATE MALDITO VAGO DE MIERDA!-lo escuché rugir. Llevé las manos a mi corazón y no pude notar mucho. Mi vista se nubló totalmente y caí en un sueño profundo.

O bueno, ese tipo de sueño que tienes cuando estás a punto de morir.

Lauren Lawler.

Escuché los gritos enojado de mi hermano y me puse alerta. Pateé las cobijas con fuerza y busqué un poco de ropa para ponerme.

-¡Carter!-le grité cuando vi que llevaba a Kim en brazos.

-¡Se está muriendo, Lauren!-sollozó.

No, no. Sus ojos estaban rojos de estrés y respiraba con dificultad. El delicado cuerpo de la chica estaba inerte en sus brazos.

Tomé mi celular y llamé a emergencias.

-Llegan en un minuto, le avisé mientras corría hacia las escaleras del fondo. Saqué las llaves de repuesto y abrí el candado, estúpido Blake, ¿No tenía en cuenta que este tipo de cosas podían pasar?

Escuché las sirenas de la ambulancia y empujé levemente a Carter para que se apurara, no quería ver a ese jodido idiota cerca.

Un enfermero tocó con fuerza la puerta del edificio justo cuando nos acercábamos a la recepción.

-Liz, cúbrenos, se va a morir, no le digas nada, ya sabes, secretos de amigas-dije rápidamente mientras abría la puerta de cristal rápidamente. El enfermero extendió los brazos, dispuesto para recibir a Kim, pero Carter se mostró inseguro por unos instantes.

-David-lo regañé.

Asintió levemente y le tendió el pequeño cuerpo.

-¿Quién la va a acompañar en la ambulancia?

-Yo-dijo rápidamente Carter.

-Señor, está en calzoncillos.

El miró sorprendido sus piernas y suspiró.

-Ve rápido-lo apremié-Te llevaré ropa, iré detrás.

Me dio una sonrisa de agradecimiento y se adentró en la gran cabina.

Subí corriendo los dos pisos y entré en el cuarto de Carter. Estaba bastante oscuro y me estremecí al tocar algo mojado, no recordaba que iba descalza. Prendí la luz y casi pego un grito.

Sangre, seguramente de Kim.

-No, por favor, no te la lleves, señor.

Saqué un pantalón cualquiera y una camisa, Tomé la mochila que mi hermano siempre guardaba y la llené de cosas que creía necesarias.

Ask (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora